Interrupciones ...de todo tipo.

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Eran las 9 de la mañana, la pareja de bailarines se encontraba arreglándose tras bambalinas, para bailar, Nicko lucía su precioso conjunto, una falda roja con una abertura que no dejaba nada a la imaginación, ligas negras, unos tacos negros de varios centímetros y un corsé rojo con negro, el cual hacía juego con su maquillaje, labios con gloss rojo intenso, ojos delineados y muy pintados, y el pelo recogido en una coleta lisa y en su oreja derecha una rosa roja.

Alonso al verla, tragó en seco, se veía maravillosa, mientras que él usaba un traje sencillo, unos pantalones de tela de color negro, con finas líneas grises verticales, una camisa roja, a juego con ella, y todo esto complementado con unos zapatos negros, unos suspensores, pañuelo al cuello y un sombrero.

-Te ves maravillosa- logró articular cuando la vio- no se si pueda bailar, prefiero verte- bromeó.

-No digas eso... tu también te ves guapo- lo besó ella- tengo nervios, quiero que esto termine pronto e irnos a celebrar- le sonrió.

En ese instante se escuchó una voz femenina por altoparlante.-Ferrada-Schulbach.

-Es nuestro turno Alonso- le sonrió- mierda mierda mierda...- lo besó cortamente en los labios.

-Vamos preciosa, los deslumbraremos- dijo el cogiendo la mano de ella y encaminándola al escenario.

Al llegar había tres profesores sentados frente al escenario, la pareja se ubicó al centro de este y miró a los examinadores.

-Señorita Schulbach, Señor Ferrada- exclamó uno.- ¿Con qué nos deleitarán hoy?- preguntó.

-Con un Tango señor- contestó ella, mientras los nervios comenzaban a crecer poco a poco, pero al ver la sonrisa y la mirada que Alonso le dedicaba, se relajó.

-Pues, comiencen- agregó otra profesora.

Mientras que por una puerta trasera entraba Tavo a ver el baile de su hermano y su ex. Pues tenía que hablar con ella y explicarle algunas cosas, pero lo que iba a presenciar, lo iba a dejar helado.

La música comenzó a sonar, y poco a poco el escenario se desvaneció, solo eran ellos dos bajo los focos, los pasos a la perfección, los gestos, las miradas, los guiños, las respiraciones agitadas dieron paso a la sensualidad y coqueteo propio del baile, faltaban unos segundos del baile y se venía el paso más complicado, ella se dejó llevar entre las manos de él, se sentía segura, lo miró directamente y susurró- te quiero- en ese instante  él la besó y la música terminó.

Alonso, aún tenía sujeta a Nicko y la besaba, al escuchar los aplausos de los profesores se  separaron quedando uno al lado del otro.

-Tenía razón- habló la profesora- sabía que harían una gran pareja de baile, aun que creo que nos quedo claro, al resto de sus profesores y a mi, que se complementan tanto en la pista de baile como fuera de ella, los felicito chicos.

-Gracias- respondieron ambos sonrojados y con la respiración agitada- Así es - agregó Alonso sonriendo- tiene razón profesora.

En ese instan Tavo, no entendió claramente a lo que se refería su hermano, pero el comentario siguiente sería el detonador de una guerra.

-Excelente técnica- elogió el otro profesor- pasos limpios, estéticamente se ven excelentes en el escenario, sus gestos corporales al bailar, las sonrisas, las miradas, en ningún momento se sintió como un baile coreografiado, más bien se dejaron llevar y los disfruté... - les sonrió- ¿cuanto tiempo ensayaron?.

-La verdad, es que acá en la universidad ensayamos bastante, pero hace tres días que estamos encerrados ensayando, estuvimos en mi casa y pues el ensayo valió la pena- dijo Nicko, abrazando a Alonso. 

Mi eterno amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora