Mi eterno amor de verano

Ex's

Después de regresar de su caminata, Thomas y Matilda se encontraban revisando su itinerario, Soledad, los había inscrito para una sesión de Spa. Matilda cogió su bikini y Thomas su traje de baño, se cambiaron de ropa y se pusieron unas batas térmicas, con las cuales caminaron hacia una gran casona algo alejada del hotel.

-Buenas tardes-saludó una chica pelirroja, alta de ojos verdes- Soy Eve, ustedes deben ser el matrimonio Kapplan- sonrió- bienvenidos.

-Gracias- respondió Thomas mientras abrazaba a Mati y depositaba un beso en su frente- ¿Qué haremos acá?

-Pues es muy sencillo, esta es una parte del spa, sin embargo está reservada sólo para las parejas, hoy comenzaremos con una terapia llamada Chocolaterapia, que es tal como su nombre lo indica, una terapia con chocolate- explicó- por favor, síganme, primero entrarán a lo que se llama baño turco o sauna- sonrió- es para abrir los poros y disponer la piel para el tratamiento.- aclaró abriendo una puerta y entrando a una salita, la cual tenía otra puerta- aquí pueden dejar sus batas, deben entrar desnudos, sólo con las toallas que les dejaré, una vez que entran, un timbre les indicará cuando deben salir y luego yo vendré luego a buscarlos, abrió la puerta que indicaba la entrada al sauna y salió una gran capa de vapor. - está listo, procedan cuando lo estimen.- se giró y salió por la puerta principal.

-Bueno amor... creo que habrá que desnudarse- dijo Thomas bajándose rápidamente su traje de baño y mostrando su virilidad, mientras que Matilda se sonrojaba.

-Llevamos varios meses juntos y siempre que te veo desnudo me pasa lo mismo- confesó ella sonrojada, mientras se sacaba la parte de arriba del bikini, dejando sus pechos al aire y luego continuó con la parte de abajo, deslizándola por sus piernas.

-Cariño- llamó Thomas- a mi igual- y dirigió su mirada a su miembro...

-¡Thomas!- rio ella- aquí no, además vinimos a relajarnos de otra manera- lo besó- entremos. Abrieron la puerta y ambos se perdieron entre el vapor.

Por otra parte Nicko paseaba felizmente junto a Alonso por el mall, en dos semanas tendrían la Cena Anual de Bailarines del Ballet Nacional, en donde asistían los antiguos participantes o los actuales.

-Estoy ansiosa amor, no te imagina cuanto- decía Nicko feliz- ¿De verdad no te importa acompañarme a ver mi vestido?

-Amor, me encanta estar contigo, no me molesta, además así lo elijo yo, tiene que ser de fácil acceso y fácil de sacar- bromeó él, mientras ella le daba un golpecito en el brazo- estoy bromeando mi vida, con cualquier cosa que uses te verás maravillosa, además- agregó- quiero que vayamos combinados- sonrió.

-Gracias precioso- lo besó-entremos a esa tienda- indicó ella, al ingresar, una dependienta se le acercó.

-Buenas Tardes, ¿en que los puedo ayudar?- preguntó elle amablemente.

-Buenas tardes- se apresuró Alonso- estamos buscando trajes, la idea es que sean combinados.- explicó él.

De pronto salió una rubia despampanante de ojos azules en un vestido largo rojo, con un escote que no dejaba nada a la imaginación y un tajo que literalmente mostraba toda su pierna y algo más.

-Disculpa amorosa, este vestido me llevo- habló sin mirar a la pareja y se miraba ella en el espejo- de pronto miró a Alonso, se giró y su boca formó una sonrisa de modelo de dentífrico- Ferrada, Alonso Ferrada- a grandes pasos se situó frente a él.

-Fa...Fabiola- dijo sorprendido- ¿qué haces aquí?, se suponía que estabas en Italia...- expresó él.

-Vine a la cena del Ballet Nacional, en calidad de ex alumna- contó ella- estoy tan feliz de verte- lo abrazó, en ese instante los celos se hicieron presente y Nicko carraspeó.