San Valentín...

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Ya había pasado más de un mes desde la partida de Nicko y Alonso, al llegar a su destino se habían comunicado diciendo que estaban bien, que les habían otorgado un gran apartamento para ellos solos con una excelente vista , además era central y quedaba muy cerca de la Facultad a la que ellos asistían. Además estaban muy bien como pareja, tanto así que estaban pensando seriamente en una fecha fija para celebrar su matrimonio.

Sin embargo la parejita de bailarines  no fueron los únicos que se habían ido del país, al parecer la tradición de año nuevo de las maletas era cierta, a Santiago lo invitaron a participar en un grupo de jóvenes universitarios, los cuales se dedicaban a ayudar a personas en dificultades y con escasos recursos a través de varios países, él sin dudarlo y pensarlo mucho había aceptado, se iría por un año y sus estudios los retomaría el próximo y sin despedirse de nadie, dejando solo una carta al grupo de amigos, se marchó.

Por otra parte Tavo y Nadia habían continuado su relación, la cual “era más seria”, después del incidente del motel y haberle dicho a los padres de ella que eran novios, lo mejor era dejar que las cosas siguieran su curso, además ambos se querían y se habían apoyado mucho. En especial Nadia a Tavo, quien deseaba ir a ver con todas sus ansias a Constanza, pero aún le costaba asimilar todo y desistía.

Mey por su parte cumplía casi los cinco meses ya, la panza crecía día a día, los molestos antojos habían desaparecido de a poco, el estado de ánimo fue más tolerable y junto a Ignacio comenzaron a  reorganizar su nuevo departamento, pintando algunas habitaciones, comprando cosas y trasladando cosas antiguas de la casa que las chicas compartían, hasta el nuevo piso el cual era muy espacioso, poseía un enorme living -comedor, una cocina gigante llena de estantes, una pequeña lavandería, tres habitaciones y dos baños.

Finalmente Thomas y Matilda día a día se amaban más, como ambos estaban de vacaciones disfrutaban de estas a concho, él la ayudó a cambiar sus cosas al apartamento que su padre le había regalado para su cumpleaños, y así mismo habían puesto a la venta la casa del campo, de la cual Matilda no se quería deshacer.

-“Quiero que mis hijos crezcan en un lugar así”- se había quejado…

-Amor… cuando tengamos hijos veremos qué es lo que pasa, vivamos el día a día- había respondido Thomas y la calmó besándola.

El día era prometedor, el amor se respiraba en el aire, ¿la razón?... San Valentín…Chicos corriendo con flores y globos con formas de allá para acá, chicas comprando chocolates, tarjetas y ropa nueva, mientras que tres jóvenes se habían reunido con intención de pasar una tranquila tarde, sin embargo veían el caos que se desataba en el centro comercial.

-Agradezco de todo corazón ser precavido y  haber comprado mi regalo antes- soltó Ignacio bebiendo de su gaseosa, mientras veía como dos chicas discutían por una enorme tarjeta de corazón y en el centro tenía escrito “Te quiero”, la cual terminó partida por la mitad y con ambas en el suelo lloriqueando.

-Con Matilda siempre hacemos cosas románticas y tenemos gestos románticos, no creemos que sea necesario que haya un solo día al año para demostrarnos nuestro amor, además ella no está en la ciudad, esta mañana se fue a casa de una amiga, dijo que volvería muy tarde esta noche, nos somos una pareja convencional después de todo ¿no?

-Definitivamente no lo son- contestó Tavo- Pues… yo le tengo una pequeña sorpresa a Nadia, espero que no sea muy tarde cuando se la dé, tenemos reunión familiar- comentó—Debe ser que Eva con Víctor se quieren asegurar que no iremos a un motel- bromeó.

-Tienes razón-apoyó Ignacio- bueno chicos, me debo ir, yo sí tengo una sorpresa para Mey y no puede ser muy tarde por su estado.

-Que te vaya bien- deseó Thomas- y envíale mis cariños a mi ahijada – bromeó, hace unas semanas Ignacio le había pedido a su amigo ser el padrino de Amparo, y Thomas felizmente había aceptado, al igual que Matilda había aceptado  ser la madrina.

Mi eterno amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora