Mi eterno amor de verano

Enfrentando la pesadilla

-Siento que sucedió algo malo- decía Thomas- tengo una opresión en el pecho- decía Thomas fumándose su octavo cigarro.

-Puede ser una corazonada o simplemente tanto fumar te estás intoxicando- explicó Ignacio.

-No, estoy completamente seguro que Matilda se encontró con ese hijo de puta-cogió su teléfono y miró la pantalla por décima novena vez- me pican las manos por llamarla- confesó.

-Si te sientes mejor haciéndolo, hazlo- aconsejó Ignacio. Sin dudarlo ni un segundo Thomas se dispuso a llamar a su novia, sin embargo mientras tecleaba el numero, su teléfono vibró indicándole una llamada entrante.- ¿Quién es?- preguntó su amigo.

-Patrick- respondió y presiono la tecla de contestar- ¿Qué le sucedió a Matilda?, el chico comenzó a contarle lo ocurrido, sin embargo, Thomas al escuchar las palabras "Matilda", "desmayo”, “Joaquín" "Sanatorio Psiquiátrico San Andrés", se imaginó el peor de los escenarios- Gracias por avisarme, viajaré apenas pueda- colgó.

-¿Tu corazonada era cierta?- preguntó Ignacio intrigado.

-Si, Matilda se encontró con Joaquín y se desmayó- contó a grandes rasgos.

-Definitivamente ustedes tienen algo fuerte-se levantó del sillón en el que se encontraba- ¿entonces a que hora viajamos?- preguntó.

-Gracias amigo- se paró del sillón y abrazó a su amigo- eres como mi hermano, gracias por apoyarme en todo.

-De nada "man"- palmeó la espalda- ahora, arreglemos las cosas, yo llamaré a Mey para ponerla al tanto de todo  y viajamos.

-Muchas gracias- sonrió y se dirigió a arreglar su bolso.

Por otra parte...

"No...No...¿Donde estoy?, es un lugar seguro, nadie me hará mal, es mi circulo privado, nada me hará mal, solo está la gente que quiero, nada me hará daño,- inhalación- El coraje no es la ausencia del miedo sino la habilidad de enfrentarlo- exhalación, inhalación- este es mi lugar seguro- se decía a si misma Matilda en su sueño seguro.

Una sensación de ser observada, un olor familiar, una presencia... él.

-Jamás... te dejaré ir... - hablaba él- nunca me podrás sacar de ti, a cada paso, cada pensamiento cada respiración... estaré presente- un empujón la estampó contra la pared y unas manos masculinas rodearon, se acercó a su oído y susurró- Eres mía y quiero volver a hacerte mía- mientras la apretaba a ella contra la pared y su cuerpo, como queriendo atravesarla, Matilda comenzó a temblar, todos sus sentidos le indicaban que estaba en peligro.

-No por favor... no... Joaquín- rogaba ella.

-Si no eres mía no lo serás de nadie- concluía él antes de besarla"

De pronto un olor fuerte  inundó sus fosas nasales, reactivando su metabolismo y volviendo en si, abrió los ojos, lo primero en ver fue el techo blanco, paredes blancas y a Matthew Jones.

-Señorita Vacchio, bienvenida- saludó él en su tono casual- me alegra que haya decidido volver al mundo de los vivos, después de- miró su reloj, casi tres horas, un compañero suyo llamó a sus familiares.

-Por un momento no lo quise- susurró ella lo suficientemente fuerte para que Jones la escuchara- ¿Él... Jo... Joaquín está aquí?.

-Me temo que sí- respondió el psicólogo- Joaquín está internado aquí, pero en otra sala y hemos reforzado la seguridad, cuando te desmayaste y vimos las reacciones, nos dimos cuenta cual era el lazo entre ustedes dos, además los bocetos que él había realizado, dejaban en claro quien eras tú en su vida- suspiró- pero no logro entender  ¿Cómo no sabías donde estaba internado tu novio?