Mis muñecas sangraban, lentamente iba perdiendo la noción del tiempo y espacio.
Sentía que mi alma salía por aquellas cortadas, y poco a poco, mi dolor mental fue desapareciendo.
Iba a morir, jamás había estado tan feliz antes, sabía que ya no iba a...
Había pasado una semana desde que había llegado al centro de rehabilitación, todos los días visitaba a Taehyung, pero al igual que la primera vez solo unos minutos.
Aunque yo quisiera estar con él de tiempo completo me conformaba aunque sea con esos pocos minutos, al fin y al cabo lo importante era verlo. Él estaba mejorando pero a pasos lentos.
— YoonGi... ¿Puedo hablar contigo? — Me dijo Nayeon cuando se acabo mi hora de visita. —
— Seguro.
— Quiero pedirte una disculpa por mi reacción al enterarme de que eras un interno del centro. No quise sonar arrogante.
— Tranquila, todo está bien, en verdad como te lo dije antes no importa, era lógico que te sorprendieras.
— Si, pero... no es sólo eso. Yo tenía la esperanza de que hubiera algo entre nosotros y ahora que estás aquí... — Puso cara de tristeza. —
— Nayeon... quiero serte muy sincero. Te tengo cariño y aprecio es por eso que no quiero mentirte así que seré directo. — Solté un suspiro. — Yo... estoy enamorado de alguien más. Lo siento. —
— Oh... bueno ya lo sospechaba... ¿Es Taehyung?
— S... si.
— Pero yo creí que eras... bueno pensé que te gustaban las chicas.
— Si, yo también lo creía. — Dije sonriendo. — Pero luego simplemente sucedió, me enamoré de un chico. — Al decir esto no estaba hablando de Taehyung sino de JiMin. —
— Bueno... sabes que igual te quiero mucho y tienes todo mi apoyo, solo hubiera deseado que me lo hubieses dicho antes, ahora me siento como una tonta. — Agachó la cabeza sonrojada. —
— Lo siento, siento no haber sido honesto contigo. Sé que esto suena mal pero... podemos ser ¿amigos?.
— Claro. — Me dio un abrazo. — Bueno tengo que irme, mi trabajo aún no termina. — Me sonrió y se fue. —
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era la hora de la comida así que me reuní con mis compañeros de habitación en una de las mesas del comedor. Holland y yo nos llevábamos muy bien. Mientras tanto Sungjae era agradable pero un poco más reservado.
Comimos y charlamos. En mi estadía allí aunque era corta me sentía muy bien. Las terapias diarias con el doctor Namjoon, haber dejado la droga y estar con personas agradables hacía que me sintiera mucho mejor.
A pesar de haber sido adicto yo no tenía síndrome de abstinencia. Supongo que era porque no consumía tan frecuentemente como Taehyung o quizás solo tenía suerte. Terminamos de comer y me tocó lavar los platos. Allí todos teníamos una tarea diaria. Me tocó compartir mis deberes con Chan EunWoo otro de los chicos del centro y con Jin el técnico de rehabilitación.
Fuimos a la cocina y empezamos con nuestra tarea. Mientras yo le quitaba toda la comida a los platos EunWoo los labava y se los pasaba a Jin para que los acomodara en su respectivo sitio. Eramos todo un equipo. Eso hacía la labor más agradable y menos pesada. Terminamos muy rápido.
— Vaya eso fue rápido. — Dijo EunWoo con una sonrisa. —
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Así es, lo fue... — Dijo Jin un poco triste. —
— ¿Pasa algo? — Pregunté al mayor. —
— No... solo que... — Miró a EunWoo como buscando aprobación. Él solo le devolvió la mirada y asintió con la cabeza. — Yoongi ¿Puedes guardar un secreto? —
— Por supuesto que si, no soy ningún chismoso. ¿Que pasa?
— Jin y yo somos novios. — Soltó de pronto EunWoo. —
— ¿Novios? — No es que importara pero esa confesión tan repentina me sorprendió. —
— Si.. bueno tenemos saliendo como un mes. — Afirmó Jin. —
— Ajá... ¿y? ¿Cual es el secreto que se supone que debo guardar?
— Pues este. Se supone que no debe haber relaciones personales entre los miembros de este centro. Y mucho menos entre un trabajador y un paciente, es una falta al código de ética, si esto se sabe podrían despedirme. Pero ya sabes, cuando llega el amor no importa nada más. — Dijo Jin. —
— Está bien, mi boca está sellada. — Le guiñé un ojo. —
— Bueno pues... de hecho hay algo más. ¿Podrías ayudarnos a... tener un momento de... ya sabes... de intimidad? —
— ¿Ayudarlos? — ¿Pero que carajos me estaba pidiendo Jin? —
— Mira solo necesito que vigiles si viene alguien en lo que EunWoo y yo entramos en el armario de la intendencia. Será rápido, lo prometo.
— Está bien... — Woow me sorprendió que Jin con esa apariencia tan tranquila fuera capaz de tener sexo rápido y más que se arriesgara con un interno. Al parecer lo subestimé. —
Los dos "tortolitos" entraron al armario mientras yo me paseaba por el pasillo como sin nada pero muy alerta de que nadie viniera. Afortunadamente nadie lo hizo pues no se que hubiera hecho si se diera el caso. Pasaron unos 15 minutos y no salían. Dijeron que sería "rápido", eso no era precisamente rapidez, eso era mas o menos lo que tardaba yo en una sesión de sexo, ya me imagino cuanto tardaría Jin en esos momentos.
Por fin al armario se abrió dejando ver los sudados cuerpos y rostros de Jin y EunWoo, seguido de un característico olor a sexo que emanaba del lugar.
— Gracias YoonGi, te debo una. — Dijo el mayor lanzándome "besos" de agradecimiento. —
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se dieron un beso corto y rápido y cada quién se fue por su lado como si nada hubiera pasado. Eso me hizo pensar en cuantas situaciones parecidas estarían pasando en ese centro sin que nadie se enterara.
Llegó la hora de visitas, más yo ni me emocioné pues sabía que mi padre estaba en un viaje de negocios y no vendría a verme. Me senté en la sala de juegos para empezar una partida de ajedrez con Sungjae. Empezamos a jugar y yo le estaba dando una paliza.
— Min YoonGi. — Dijo la voz de una trabajadora del lugar. — Tienes visita.
¿Visita? ¿Pero quien podría ser? Mis familiares obviamente no, y amigos tampoco ya que no poseía ninguno.