Mis muñecas sangraban, lentamente iba perdiendo la noción del tiempo y espacio.
Sentía que mi alma salía por aquellas cortadas, y poco a poco, mi dolor mental fue desapareciendo.
Iba a morir, jamás había estado tan feliz antes, sabía que ya no iba a...
Lentamente abrí los ojos al sentir la luz del sol calándome en los ojos. ¡Mierda! Ya era otro día, eso significa que habíamos pasado toda la noche fuera del centro. Necesitábamos volver en ese preciso instante o si no estaríamos en problemas, bueno en más de los que seguramente ya estábamos.
Taehyung seguía dormido babeando en el sillón, lo sacudí fuerte para despertarlo pero solo conseguí que soltara unos ronquidos y murmurara algunas palabras que no entendí. Subí a la habitación para buscar a Jin.
Lo encontré o más bien dicho los encontré, JungKook y Jin totalmente desnudos, Jin boca abajo, así que podía ver claramente su trasero. Y JungKook de frente, vaya, observe un poco su pene, no era más grande que el mío pero no estaba mal. Dejé de mirar y fui a sacudir a Jin para despertarlo.
— ¿Mmm? — Dijo somnoliento y con los ojos cerrados. —
— Jin, despierta... tenemos que irnos pero ya. La cagamos, ya es de día, tenemos que regresar al centro. — El mayor se levantó sobresaltado al escuchar eso. —
— Carajo, carajo, carajo. — Maldecía mientras se vestía rápidamente. —
Bajamos casi corriendo y despertamos a Taehyung, al parecer era el que más había bebido, ya que todavía se veía algo ebrio. Los tres tomamos un taxi para llegar al centro, aún apestábamos a alcohol.
— Cielos... yo lo siento de verdad chicos. Las cosas se pusieron un poco salvajes anoche ¿verdad? — Se sonrojó. —
— Ni que lo digas, YoonGi y yo... — Le di un codazo a Taehyung para que se callara. — YoonGi y yo la pasamos muy bien. —
— Así es, fue una noche loca, pero de esas que no se olvidan, gracias a los dos por acompañarme en mi cumpleaños, no recuerdo haber pasado uno así de intenso jamás. — Reí. —
— Fue un placer YoonGi.... y ahora a enfrentar las consecuencias. — Dijo el mayor. —
— ¿Que vamos a decir? — Pregunté preocupado. —
— Tranquilos, déjenme explicar a mi. Solo vayan directo a la habitación. — Dijo Jin.
Así lo hicimos, en cuanto entramos por la puerta fuimos directo a la habitación en donde nos topamos con Holland que nos miró con cara de desaprobación.
Jin le dijo al director del centro que habíamos ido a un bar y que se le habían pasado las copas, así que decidió descansar en mi casa. Como consecuencia de esto lo suspendieron quince días del trabajo. Yo me sentí mal por él, después de todo no era solo su culpa, ya que yo había sido el que tuvo la idea de ir a embriagarnos en primer lugar.
— Mmm... se nota que la pasaron bien anoche. — Dijo Holland en un tono de molestia. —
— Bien es poco, yo la pasé excelente. — Contestó Tae sonriente. —
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