DEPRESSED

INCOMUNICACIÓN

Al ver esta acción Taehyung dejó allí a Hoseok y subió las escaleras rápidamente, huyendo hacia la habitación. Yo quise alcanzarlo pero alguien se interpuso en mi camino.

— Eres un idiota YoonGi. — Me empujó bruscamente Hoseok. —

— Quítate, debo ir con Tae. — Dije intentando evadirlo y subir. —

— No, lo que no debiste hacer es lastimarlo, eres una mierda. — Seguía con los empujones. — ¿Por que lo hiciste maldito imbécil. —

— Yo no tengo porque darte explicaciones a ti pedazo de idiota. — Le devolví el empujón. —

Hoseok me empujó de vuelta tan fuerte que caí al suelo, pero enseguida me paré y le di un puñetazo. Como era de esperarse me lo devolvió. Nos caímos al suelo y ahí seguíamos con los golpes, aunque él me daba más que yo a él no me importaba, estaba tan molesto, tan dolido, tan arrepentido que quería descargarme con Hoseok y sentía que merecía los golpes que estaba recibiendo.

Los cuerpos de seguridad nos separaron pero para ese momento mi blanca piel ya estaba marcada por sus puños, tenía sangre y me dolía la quijada. Aún así yo forcejeaba con el tipo de seguridad pero no para seguir peleando, sino para ir tras Taehyung.

Pero no me soltaron sino que me llevaron a un tipo de cuarto especial para los malos comportamientos, me dijeron que por la pelea que había tenido tendría que permanecer allí una semana entera en aislamiento, tal y como su nombre lo decía iba a estar aislado de todos, nada de compañía ni contacto humano a excepción de mi psiquiatra y las personas que vinieran a alimentarme.

El cuarto era pequeño, bastante de hecho. Solamente contaba con una cama, un inodoro y un lavamanos. La puerta era de metal, obviamente cerrada por fuera con una gran traba, no tenía ventanas ni barrotes, nada que me permitiera ver lo que sucedía afuera, solo tenía una pequeña separación de unos 10 cm por debajo de la puerta para poder meter por ahí la comida.

Entré a aquel cuarto y me tiré a la cama a llorar y gritar de rabia e impotencia, odiaba a Hoseok, por sus provocaciones estaba aquí, hubiera querido seguir peleando con él hasta sacar todos mis sentimientos, odiaba a JiMin ¿Como podía haber sido tan vil? ¿Como pudo haber actuado con tanta maldad? 

Solo pensaba en el pobre Taehyung, la mirada que tenía cuando me vio con JiMin se grabó hasta el fondo de mi cerebro. ¿Que estaría pensando ahora? Yo no podría explicarle lo que pasó, no podría decirle que el menor me besó a mi. ¿Con quién estaría? Solo en ese cuarto con Holland y Sungjae, peor aún yo sabía que Holland lo deseaba demasiado, quizás aprovecharía mi ausencia y su vulnerabilidad para acercarse a él.

Todo era una mierda, pero lo peor es que era la mierda que yo mismo me había creado y buscado, si tan solo hubiera actuado diferente, si tan solo hubiera escogido a alguno y puesto mis sentimientos en orden nada de esto estaría pasando.

Aunque me empeñara en culpar a todas las personas que tenía a mi alrededor ya era tiempo de asumir que esto era culpa mía y solo mía, no era culpa de Hoseok ni de JiMin, mucho menos de Taehyung.

Estar en ese aislamiento me servía demasiado, me estaba ayudando a abrir mi mente, pero a la vez me estaba volviendo loco. No sabía bien ni cuanto tiempo había pasado, no veía ninguna luz natural así que no sabía si era de día o de noche, era desesperante y horrible estar en esa situación.

Después de mucho dar vueltas en aquel minúsculo lugar me cansé y me recosté, estaba a punto de quedarme dormido cuando la puerta se abrió dejando pasar a alguien.

— Hola YoonGi. — Era el doctor Namjoon. —

— Doctor. — Lo saludé con un leve movimiento de mi cabeza. —

— ¿Y bueno? ¿Quieres contarme que es lo que ha sucedido? — Dijo tomando asiento en la cama junto a mi. —

— Ya debe saberlo. 

— Yo sé lo que pasó por las cosas que me contaron. Pero estoy aquí para escuchar tu versión de los hechos, quiero que me cuentes porque llegaste a exaltarte de esa manera. 

— Bueno lo que pasa es que... — Solté un suspiro. — No sé por donde empezar, estoy tan confundido y perdido. Además es una larga historia. —

— No te preocupes, voy sobrado de tiempo, además no hay prisa ya que no irás a ningún lado, tienes toda la semana para contármelo. — Dijo sarcástico como siempre. —

— Está bien.

Le conté paso a paso todo lo que me había sucedido y el porque me había puesto violento con Hoseok, le platiqué como JiMin prácticamente me había chantajeado y como había herido a Taehyung.

— Vaya YoonGi, quisiera decirte que esto no es tu culpa como siempre decimos los psiquiatras, pero la verdad es que si lo es. Pero no todo es negro, tienes al menos un punto a tu favor, estás reconociendo tu error, ese es un gran avance créeme.

— Si claro, que gran avance, ahora estoy aquí metido completamente solo, sin poder siquiera hablar con Taehyung.

— Desgraciadamente a toda acción corresponde una reacción YoonGi. Así es la vida. Si haces una buena acción usualmente obtienes una buena reacción. En este caso cometiste una mala acción y ésta es la reacción que le corresponde. Tranquilo que no estarás tan solo, yo vendré a diario.

— ¿Podría al menos darle un recado a Tae? — Pregunté esperanzado. —

— Lo siento pero no me está permitido, estar en aislamiento es un castigo muy severo. No siempre puedes salirte con la tuya YoonGi. Necesitas ser castigado como los niños, ir a solas al rincón y reflexionar sobre lo que hiciste. Desde el principio se te advirtió que la violencia no estaba permitida en este centro bajo ninguna circunstancia.

— Si bueno, como sea. — Me desanimé. —

— Tengo que irme, solo te diré esto por última vez. No todo es negro, estar a solas hará que solo pienses en ti, no te contaminarás la cabeza con pensamientos del exterior. Aprovecha ese tiempo y decide sobre lo que hablamos en la terapia anterior. ¿Quieres follar o que te follen? ¿Quieres estar con Taehyung o con JiMin? Yo sé claramente la respuesta de lo que es mejor para ti, pero al fin y al cabo yo solo puedo dar consejos, no mandar en tu vida. Buenas noches YoonGi. — Me sonrió y salió de la habitación.

Pude ver como desaparecía mi esperanza de salir cuando la puerta se cerraba frente a mí, escuché la pesada traba de la puerta acomodarse de nuevo en su lugar, que con cada rechinido me decía que la había cagado y ahora me tocaba limpiar mi desastre. Escuché los pasos del doctor Namjoon alejarse poco a poco y no pude evitar soltar una lágrima de frustración.