Ese mismo día en la noche me quedé dormido muy rápido ya que estaba bastante casado por el ejercicio que había realizado aquella mañana. Estaba teniendo un sueño erótico, pero de pronto algo me despertó, abrí los ojos pero en la oscuridad no podía ver nada. Aunque había algo extraño, era que todavía podía sentir algo en mi pene. Poco a poco se aclaro mi vista y entonces lo vi.
Taehyung estaba succionando mi glande suavemente, solo me miró con su cara llena de lascivia y lo introdujo todo hasta el fondo. No tenía idea de como había llegado a mi cama sin despertar a Holland, sobre todo porque él dormía en la cama de abajo. Pero en ese momento no me importaba ni tampoco me iba a poner a pedir explicaciones.
Mientras me chupaba el pene estiró su otra mano hasta mi boca, tocó mis labios y luego introdujo dos de sus dedos para que los chupara. Yo lamía sus largos dedos que me llegaban casi hasta la garganta. Joder, eso se sentía tan bien.
Se levantó y se bajó el pantalón. Yo hice lo mismo y me agaché para chupar su miembro que estaba ya muy duro, sabía tan bien que hubiese querido quedarme ahí para siempre, tenía un sabor dulce y delicioso. Aunque hice esfuerzos por meterlo todo en mi boca me fue imposible ya que era muy largo.
De pronto Tae estiró de nuevo su mano pero esta vez a mi trasero, con los dedos que yo había lubricado con mi saliva empezó a tocar mi ano por encima, y sin decir nada los introdujo de un solo golpe. Quise gritar por el dolor que eso me causó, pero la polla de Taehyung me hizo callar, dejando escapar apenas un leve sonido. Él movía los dedos adentro y afuera de mi trasero suavemente.
Con su mano libre aprisionó mi cabello entre sus dedos, empujándome más hacia su pene, haciendo que su erección entrara casi por completo en mi boca. Intenté retirarme para tomar aire pero no me lo permitió. Con su mano y su pene controlaba cada embestida que le daba a mi boca. Las lágrimas salían de mis ojos por las arcadas que me provocaba su miembro en mi garganta.
Sentía que me asfixiaba pero me encantaba, quería más y más. Sentirlo llenando mi boca y mi ano era la mejor sensación del mundo, estaba tan caliente que sentía que iba a correrme. Mi cadera se movía involuntariamente por los espasmos que me ocasionaba el tan esperado orgasmo.
Taehyung se dio cuenta de esto y sacó su pene de mi boca, me tumbó boca arriba en el colchón y comenzó a masturbarme con sus enormes manos. Lo hizo rítmicamente hasta que me corrí en mi abdomen.
Me haló por la cintura para acercarme más a él, y de la misma manera sin decir nada introdujo su pene directo en mi ano. Ya había olvidado esa sensación de ser desgarrado por dentro que me causaba la monster cock de Taehyung. Pero al igual que la primera vez después de algunas embestidas el dolor fue reemplazado por un inmenso placer.
Esta vez a diferencia de la primera estaba de frente a él, podía ver claramente todos los gestos que hacía al follarme. Comencé a gemir de la excitación, trataba de hacerlo bajito pero no podía callarme. Al parecer Tae no mentía al decirme que todos se enterarían que me estaba follando por mis gemidos.
— ¿Te gusta?... Vamos cariño di mi nombre.... Sé que te gusta que te folle duro.
— Aaaaaa... siii... siii... Tae... me encanta.
Él puso su mano en mi boca para callarme un poco y siguió con sus duras embestidas, el sonido de sus jadeos, ver como empezaba a sudar y el sonido de sus testículos chocando contra mí era la gloria. Aumentó el ritmo y cada vez iba más rápido y profundo, sentía que iba a partirme en dos.
La cama rechinaba pero no nos importaba, estábamos tan calientes que hasta habíamos olvidado en donde estábamos. El pene de Taehyung empezó a ponerse cada vez más duro, se notaba que estaba a punto de correrse. Sacó violentamente su pene de mi interior y empujó mi cabeza hacia él.
Yo entendí lo que tenía que hacer y lo metí en mi boca, de nuevo empujó su miembro y mi cabeza para introducirlo hasta mi garganta. Ahí dio unas embestidas más y se liberó dentro de mi boca, pero a tal profundidad en la que no me fue ni siquiera posible elegir si tragármelo o no.
— Eso es cariño. Trágatelo todo. Hasta la última gota. — Susurraba mientras detenía mi cabeza con cierta rudeza. —
Su caliente y viscoso líquido inundo mi garganta, pero al igual que el sabor de su pene el de su semen también era delicioso.
Se retiró y lentamente subió mi pantalón para luego hacer lo mismo con el suyo. Luego se acercó a mi y me abrazó fuerte. Eso había sido excelente pero no pude evitar pensar de nuevo en las palabras del doctor Namjoon. En eso de que si me gustaba follar o ser follado. Llegué a una conclusión. Me gustaba follar pero solo a JiMin, y me gustaba ser follado pero solo por Taehyung.
Me recosté en su pecho y lo miré a la cara, era tan hermoso que parecía irreal. Por primera vez sentí miedo de perderlo.
— Tae... — Susurré. —
— ¿Si Yoonie?
— Te quiero...
— También te quiero Yoonie. — Me dio un beso en la frente. — te besaría en la boca pero no quiero probar mi semen. — Rió bajito. Yo solo rodé los ojos. — ¿Yoonie... puedo decirte algo? —
— Dime.
— No te gires para mirar pero... cuando estábamos follando Sungjae y Holland se despertaron. — Susurró en mi oído. —
— ¿¡ Queeee !? — Exclamé fuerte. — ¿Porque no me dijiste nada? —
— Sabía que ibas a querer parar y yo no quería eso, estaba demasiado caliente, necesitaba esto.
— Mierda Taehyung. — Me puse totalmente rojo. —
— ¿Ya acabaron? — Dijo Holland. — Tengo miedo de que la cama me caiga encima con esos brincos tan intensos. —
— Si. ya está hecho. — Contesto Tae con toda la normalidad del mundo, mientras yo quería que me tragara la cama de la vergüenza que sentía. — Bueno Yoonie, buenas noches. — Me besó en los labios suavemente y se fue a su cama.
Yo me giré y vi a Sungjae, estaba acostado mirando fijamente hacia mi con los ojos como platos, al parecer lo que había visto lo tenía perturbado. Solo me miró y se tapó hasta la cabeza. A pesar de haber sido descubiertos había sido una experiencia extraordinaria.
ESTÁS LEYENDO
DEPRESSED
FanfictionMis muñecas sangraban, lentamente iba perdiendo la noción del tiempo y espacio. Sentía que mi alma salía por aquellas cortadas, y poco a poco, mi dolor mental fue desapareciendo. Iba a morir, jamás había estado tan feliz antes, sabía que ya no iba a...