MENDACIDAD

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Taehyung y yo entramos a la casa, me sentía muy felíz de que al fin estuviera aquí conmigo, juro que deseaba no dejarlo ir jamás.

Platicamos sobre todo, y él me dijo que se sentía libre, pero que realmente extrañaría a Minhyuk, pues aún le quedaba mucho tiempo dentro de aquel lugar. Recordé lo que Hoseok me había dicho y joder...  No sabía si contárselo o no, pero quizá debía ponerlo bajo aviso.

- Oye, sobre eso... ¿Tú estás enamorado de ese chico?

- Bueno, no sé si enamorado, pero me gusta mucho, él es muy bueno conmigo. - Suspiró. - Pero ¿por qué la pregunta? -

- Ehmm... Lo que pasa es que hablé con Hoseok.

- Me alegra que ustedes se hayan arreglado al fin, ahora que estoy afuera, tal vez todo pueda volver a ser como antes.

- No sé bien si como antes. - Sonreí nervioso. - Escucha, tal vez no debería decirte esto, pero Hoseok... Él está enamorado de ti. -

- ¿De qué hablas? Eso no es así, él y yo solo somos mejores amigos. - Su inocencia era mortal. -

- Son amigos, pero él tiene sentimientos por ti. - Traté de explicarle. -

- Sentimientos de amigos. - Seguía sonriendo como bobo. -

- Carajo, había olvidado que tu no entiendes nada. - Lo abracé. - Escucha... Él me dijo que tú le gustas. -

- ¿Q-que yo... Le gusto? - Dijo como tratando de comprender. -

- Sí, le gustas. Él quiere estar contigo, en un plan romántico, no solo como amigos, quiere besarte y esas cosas que hacen los novios. - Lo miré fijamente asegurandome de que me entendiera. -

- ¡Eso es excelente! - Dijo felíz. -

- ¿Excelente? Acabas de decirme que extrañas a Minhyuk. - No comprendía bien. -

- Bueno, sí, pero Hoseok es muy guapo. - Rio. -

- Mmm veo que sigues siendo igual. - Chasqueé la lengua. -

- ¿A que te refieres?

- Nada, solo digo que deberías poner en orden tus sentimientos.

- ¿Estas celoso? - Empezó a reir y me alborotó el cabello. -

- Claro que no. - Rodé los ojos. - Solo digo que si estás con Minhyuk, pues deberías respetarlo. -

- Sí como sea, pero creo que esperaré a ver si Hoseok se me confiesa ¿te imaginas? Un chico como él siendo romántico. - Ambos reimos al imaginarlo. -

Seguimos platicando sobre su recuperación y sobre sus planes a futuro, él me dijo que deseaba regresar a la escuela, poder ser alguien en la vida, verlo así de motivado me hacía sentir un poco mal, yo en lugar de haber tomado un buen camino, había optado por la delincuencia. Al final se lo conté.

- ¡Yoongi! ¿Estás loco? Si sigues haciendo eso vas a acabar muy mal ¿acaso quieres ir a prisión?

- No, no estoy loco, solo estoy muy enamorado. No quiero que Jimin me deje por ser un pobre diablo.

- Pero eso va más allá del amor, ese chico te tiene dominado, si en verdad te amara no dejaría que te pusieras en peligro.

- Él... Solo respeta mis decisiones, él no me obliga, yo lo hago porque quiero. - Repliqué. -

La verdad es que Tae tenía razón, yo también sentía que su actitud no era precisamente la más normal del mundo, pero no había nada que hacer, yo lo amaba y eso no iba a cambiar.

- No te obliga, pero tampoco te detiene... Ya veo que todo sigue igual. - Negó con la cabeza decepcionado. -

- No quiero hablar más de esto Tae, yo lo amo y él a mi, además ha cambiado mucho, él ya no es el mismo de antes, se porta muy bien, ya nisiquiera me da motivos para celarlo.

- Yoongi, los infieles no cambian.

- Él no es infiel, es solo que es muy bello, por eso lo persiguen los chicos, no es su culpa.

- Sí bueno como sea. - Rodó los ojos. - Oye... Todo esto me está dando hambre ¿tienes algo para comer?

Miré la hora, faltaba menos de media hora para que el menor saliera de su clase de baile.

- Tengo una mejor idea ¿qué te parece si te invito a comer? Podemos pasar por Jimin a su clase para ir los tres.

- Pues por mi no hay problema, pero sabemos que yo no le agrado.

- Bueno, debes empezar a agadarle, eres mi mejor amigo y él es mi novio, no quiero que estén peleados, además ahora estas rehabilitado, ya nada es como antes. - Dije optimista. -

- Bien, vamos entonces, muero de hambre.

Nos montamos en el coche y conduje hasta la academia de baile donde el menor tomaba sus clases. Al llegar bajé del auto y fui hacia la puerta para preguntar por él.

- Buenas tardes. - Le dije a la profesora. - ¿Podría hablar con Jimin. -

- ¿Jimin? - Me miró extrañada. - Lo siento pero no sé de quién me habla. -

- ¿Park Jimin? - Traté de que ella recordara. -

- Oh creo que sé de quién me hablas, un chico muy amable y bajito.

- Sí, así es ¿está aquí?

- No, él ya hace unos meses que no asiste a clases, se dio de baja creo por problemas familiares.

- ¿Está segura de eso? - No podía creerlo. -

- Sí, siento no poder ayudarte, pero debo regresar adentro, espero lo encuentres. - Me sonrió. -

- G-gracias. - Estaba paralizado, no sabía si del coraje, de la sorpresa o de la decepción. -

Regresé al coche y no dije nada. Me subí y unas lágrimas empezaron a caer de mis ojos, al final Taehyung tenía razón, él seguía engañandome, no sabía si con alguien, pero hacía meses que no iba a la danza ¿entonces con quién ha estado pasando este tiempo? ¿Y con quién ha estado gastándose el dinero?

- Oye ¿que pasa Yoonie? - Dijo Tae preocupado. -

- Jimin...

- Mierda ¿Ahora que hizo?

- Él... Hace meses que no viene aquí. - Dije sin mirarlo. -

- Lo sabía, lo siento pero te lo dije, te dije que las personas como él nunca cambian. Yoongi, solo déjalo, termina con él ¿qué más pruebas quieres de que te es infiel? - Dijo acariciando mi espalda. -

- No. - Apreté el volante con furia. - Quiero saber más, quiero verlo con mis propios ojos, y saber quién es el hijo de perra con el que me engaña. -

Sentía una sed de venganza increíble. Sería mejor no regresar a casa ahora, porque si lo hacía, seguro lo molería a golpes.

Fuimos a la casa de Hoseok para que Tae y él conversaran. Mientras yo solo me mantenía en silencio, sentado en un sillón pensando ¿cómo haría para descubrir a Jimin? Y lo más importante de todo ¿qué haría cuando supiera la verdad? ¿realmente estaba preparado para soportar eso?

DEPRESSEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora