Mis muñecas sangraban, lentamente iba perdiendo la noción del tiempo y espacio.
Sentía que mi alma salía por aquellas cortadas, y poco a poco, mi dolor mental fue desapareciendo.
Iba a morir, jamás había estado tan feliz antes, sabía que ya no iba a...
Ese día después de haberme encontrado con Jimin transcurrió a paso lento. Había olvidado lo que era estar afuera, sin horarios ni reglas, estaba felíz pero a la vez algo intranquilo.
Llevé la maleta con mi ropa a la que solía ser mi habitación. Entré y pude ver todo tal y como lo dejé. La ropa un poco revuelta. La cama sólo con la sábana y la cobija doblada en la esquina superior derecha.
Todo se veía igual, pero entonces no entendía porqué se sentía tan diferente. Me senté en la cama y miré alrededor, solté un largo suspiro y luego empecé a desempacar.
Cuando acabé fui a la habitación de mis padres, al igual que en la mía todo permanecía igual. ¿Acaso es que nadie había venido aquí desde el accidente de mi padre? Miré sus corbatas colgadas y ordenadas, esa corbata roja que era su favorita no estaba allí. Por un momento me cruzó por la mente que quizás fue enterrado con ella.
Miré la foto de los 4 que estaba sobre la mesita de noche. Vaya que nos veíamos felices, sentí tristeza y añoranza por esos días en los que lo tenía todo y no lo sabía. Llevé la foto a mi habitación y la coloqué allá.
Bajé a la sala y me senté. Jimin había salido al supermercado a comprar algo de comida, ya que mi refrigerador estaba completamente vacío.
Tomé mi celular y empecé a revisar las redes sociales, miles de notificaciones sin abrir y mensajes sin leer me esperaban en aquel teléfono que tenía muchísimo tiempo sin usar.
Empecé a verlas sin siquiera ponerle interés, creo que solo buscaba distraer mi mente. Hasta que de pronto encontré sin quererlo una foto de Tae... Era una publicación de Hoseok.
Él había posteado una foto de ambos juntos. Me hizo pensar en la clase de persona que yo era, me había ido... Lo había abandonado. Creo que quizás no fui un buen amigo para él, sentía que le había fallado por completo.
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Sin darme cuenta al parpadear mis lágrimas cayeron. Mis ojos se habían cristalizado por la gran tristeza que sentía. Pero me limpié los ojos y respiré hondo, no podía dejarme caer, no ahora. Había tenido que pasar tanto para poder llegar hasta aquí, para poder ser libre de nuevo, y lo más importante... Para poder estar con Jimin.
Decidí escuchar algo de música para calmar el ambiente mientras el menor regresaba.
Puse una de mis canciones favoritas y me relajé en el sofá, creo que sin querer me quedé dormido hasta que el ruido de la puerta abriéndose me despertó.
Miré y era Jimin, pero venía con alguien más, escuché la voz y lo supe, era Hoseok. Ambos entraron por la puerta, Hoseok llevaba unas cuantas bolsas de la compra en las manos.
No supe que decir, pues en realidad los problemas que habíamos tenido entre nosotros ya habían quedado en el olvido, al menos para mí. Solo me levanté del sillón y me acerqué a él.
— Hobi. — Le extendí la mano para saludarlo. —
Él me miró de arriba a abajo primero y luego me sonrió de lado.
— Yoongi. — Me saludó y me palmeó la espalda. — Me alegra verte de nuevo. — Hizo una leve mueca de tristeza. — Espero también Tae pueda salir pronto. —
— Bueno él le está echando muchas ganas a su recuperación, seguro pronto lo tendremos aquí.
— Ah sí hola. — Dijo Jimin. — Sigo aquí eh. —
— Lo siento Jiminnie. — Le sonreí. — Es que no esperaba ver a Hoseok aquí. —
— Lo sé, yo tampoco pero nos topamos en el super y pues le comenté que estabas aquí y quiso pasar a verte.
Nos sentamos en el sofá mientras Jimin preparaba algo de comer. Era extraño estar sentado junto a él de nuevo después de tanto tiempo. Pero me alegraba poder arreglar las cosas y volver a ser amigos.
— ¿Así que ya estás rehabilitado eh?
— Sí... Creo que sí, aunque no voy a mentirte, aveces aún tengo ganas de ponerme como antes.
— Supongo que es difícil dejarlo, en verdad admiro a Tae y a ti por tener la voluntad de rehabilitarse.
— Tampoco es como que hubiéramos tenido elección. — Reí. — Sabes que aquello fue una fuerte decisión, era eso o ir a prisión. —
— Sí, fue una gran mierda, pero ahora ya estás aquí de nuevo, sabes que estoy para lo que necesites. — Bajó un poco más la voz. — Si quieres algo que te haga volar, solo dímelo. — Sonrió. —
— Gracias Hobi, pero... Creo que estoy bien por el momento. — Le devolví la sonrisa. —
— Yoongi... Quería preguntarte algo, algo sobre Tae. — Me dijo algo serio. —
— Quería saber... Bueno me preguntaba si él... ¿Sabes si él sale con alguien?
—Yo... Eh... — No sabía que debía contestar a eso, Taehyung realmente no salía con alguien como tal, pero aquel día que hablamos él estaba enrrollándose con Minhyuk, no sabía tampoco que decirle por respeto a la privacidad de Tae, lo medité un momento y respondí. — ¿Por qué la pregunta? — Dije sin afirmar ni negar nada. —
— Es que... En todo este tiempo que he estado lejos de él, pues realmente lo he extrañado ¿sabes?... Creo que he llegado a la conclusión, de que... Bueno... Que... Él m-me g-gusta. — Dijo poniéndose rojo. —
— Cielos. — Reí. — Al fin lo admites. —
— ¿Qué? — Dijo extrañado. —
— Hoseok... Por favor todos sabemos que te gusta Tae, se nota por como hablas sobre él, como lo miras, cuando estás junto a él tu sonrisa se hace más evidente, siempre estás haciendo publicaciones de ustedes dos juntos, es obvio que te sientes atraído hacia él.
— Bueno... Creo que para mí no lo fue tanto, hasta ahora, realmente quiero estar con él, pero no sé si él está con alguien y tengo miedo de preguntárselo.
Iba a decirle algo más pero Jimin nos llamó a la mesa, era hora de comer. Los tres nos sentamos en la mesa. Yo estaba más que hambriento y además muy felíz, me sentía muy afortunado de estar afuera, creo que ahora en realidad valoraba las cosas más simples como por ejemplo una cena con personas a las que quiero.
