Habían pasado unos 15 días desde que salí del centro, ambas semanas fui a visitar a Tae y ambas veces salí con mis ojos hechos agua. Aún me dolía verlo allí, pero nunca lloré en frente de él, prefería hacerlo a solas para no bajarle los ánimos.
Hoseok vino conmigo también, habíamos vuelto a ser buenos amigos de nuevo, parecía que todo poco a poco volvía a la normalidad, las cosas no podían ir mejor.
Pero bueno, ésta es la historia de mi vida, y yo mejor que nadie debería saber que cuando todo va excelente es presagio de que pronto todo va a joderse.
Había estado buscando un trabajo todos esos días pero no conseguí nada, las personas que me conocían sabían la clase de persona que solía ser y no me daban empleo, los que no me conocían tampoco pues no tenía ninguna experiencia laboral ni estudios.
Las cosas se ponían tensas en casa, había deudas por pagar y además Jimin. Él se había mudado a mi casa y estábamos sobreviviendo con un poco de dinero que me dejó mi padre.
— Hyung. — Dijo el menor cuando regresó de su clase de baile. — Hay una película buenísima en el cine, todos mis amigos van a ir a verla y quiero ir también ¿podemos? Por favor. — Puso su carita más tierna. —
— Ah... Jiminnie. — Suspiré. — Sabes que me encantaría llevarte, pero no tengo dinero para gastar en esas cosas. —
— Claro... — Torció la boca molesto. — Para mí no tienes dinero, para usarlo en lo que yo deseo nunca hay dinero. —
— Jiminnie, estoy pagando tus clases de baile, sabes que siempre te complazco en lo que puedo.
— No. No es suficiente, y además ahora me lo echas en cara, tú me prometiste que íbamos a vivir bien, y ahora estamos en la miseria ¡todo por tu puta culpa! — Me gritó. — Si no hubieras sido un drogadicto nada de esto estaría pasando, mírate, no puedes ni siquiera conseguir un empleo. De una vez te lo digo Yoongi, si las cosas siguen así yo me largo, mejor sólo que mal acompañado ¿no es lo que dicen? No me importa lo que tengas que hacer pero debes conseguir dinero, así sea recogiendo basura pues en vista de tus habilidades no creo que puedas obtener más. — Se fue a la recámara dejándome solo y sin oportunidad de responder nada. —
Cuando él se fue yo empuñé fuerte mis manos y golpeé la pared unas cuantas veces, estaba harto de que él me viera así, como un inútil y un drogadicto a pesar de el enorme esfuerzo que había hecho y aún hacía para mantenerme limpio. Quizás tenía razón, debía conseguir dinero y rápido ¿pero cómo?
Me pasé la tarde dándole vueltas al asunto en mi cabeza mientras Jimin seguía en la planta de arriba furioso.
De pronto escuché que el menor bajaba por las escaleras, estaba bañado y arreglado.
— ¿A dónde vas? — Le pregunté al ver que tomaba su abrigo. —
— Al cine, a ver la película que te dije. — Dijo mientras se colocaba el abrigo. — Un amigo me invitó, él sí tiene dinero para mi entrada. —
— ¿Ah sí? — Empezaba a molestarme. — ¿Con permiso de quién? —Apreté fuerte mis puños. —
— No soy tu hijo Yoongi, no necesito tu permiso. Además Jong-in me está esperando, así que por favor no me hagas perder el tiempo con tus celos fuera de lugar. — Abrió la puerta. —
— Jimin... Si sales por esa puerta... Te juro que vas a arrepentirte. — No era mi intención amenazarlo pero estaba más que furioso. — Yo soy tu novio y vas a darme mi lugar coml tal, basta de salidas estúpidas con tus amiguitos, no te irás. — Me levanté del sofá y me acerqué a él. —
— Deja el drama. — Rodó los ojos y sin más se fue. —
Apenas salió yo sabía que necesitaba calmarme, pensé en ir tras él y hacerlo regresar por la fuerza, pensé en ir al cine y golpear a su amigo, pero luego una idea estelar invadió mi cerebro ¿que era aquello que tanto me relajaba antes? Seguro que si estaba drogado no sentiría el tiempo que Jimin tardaría en volver.
Llamé a Hoseok e hice que viniera a casa, le conté un poco la situación y él trajo aquella droga consigo.
Pasados algunos minutos llegó y ambos nos preparamos para aquel ritual de jeringuillas al cuál estaba tan habituado y a la vez tan distanciado. Miré aquel líquido café siendo absorbido por la jeringa y sentí escalofríos. No estaba seguro de querer hacerlo.
Coloqué la aguja en mi brazo y dudé un poco antes de pincharme. Pero al recordar las hirientes palabras de Jimin tomé valor y lo hice, aquella sensación de frío y calor que había sentido la primera vez estaba de nuevo invadiendo mi sistema.
Como siempre sucedía me quedé dormido, estaba muy tranquilo y relajado, ya ni siquiera pensaba en el menor, me daba igual lo que estuviese haciendo, sólo quería seguir en aquel viaje para siempre.
Desperté al fin, no sé cuanto tiempo había pasado pero aún estaba oscuro. Hoseok aún dormía a mi lado. Miré el reloj de la pared y eran las 3:26 am. Mierda sí que había dormido, me asusté al pensar que Jimin había regresado y quizás me había visto así.
Subí a la habitación para buscarlo pero no había rastros de él, busqué por toda la casa y no pude encontrarlo. No quería pensarlo pero solo una cosa pasaba por mi mente, seguro estaría con ese tal amigo suyo... Quería confiar en él pero ¿que podrían estar haciendo a las 3:30 am? El cine había cerrado hace horas.
Sentí mi sangre hervir de rabis y le llamé por teléfono, el celular sonaba pero él no respondía, yo sentía como la ira me consumía por completo, quizás alguna vez había tolerado sus infidelidades, pero no lo haría nunca más, si me enteraba que él estaba engañandome iba a matarlo con mis propias manos, mejor verlo muerto antes que saber que está con alguien más.

ESTÁS LEYENDO
DEPRESSED
FanfictionMis muñecas sangraban, lentamente iba perdiendo la noción del tiempo y espacio. Sentía que mi alma salía por aquellas cortadas, y poco a poco, mi dolor mental fue desapareciendo. Iba a morir, jamás había estado tan feliz antes, sabía que ya no iba a...