EXPUESTO

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Después de mi cumpleaños y del pleito que tuve con JiMin me quedé de mal humor y con una sensación de desconfianza enorme. Yo siempre fui celoso, pero ahora estaba en un nivel extremo, ya que no podía confiar en que mi Jiminnie me fuera fiel.

Todo el tiempo lo vigilaba, revisaba su celular, sus redes sociales, ya no dejaba que saliera a ningún lugar si no era conmigo, en fin yo estaba mal. Justificadamente claro.

— Escúchame bien YoonGi, estoy harto, me tienes cansado con tus celos enfermizos. — Me reclamaba JiMin molesto. — Ya van con esta 5 veces que agredes a mis amigos. —

— Ellos tienen la culpa ¿Para que se acercan tanto a ti? —

— Quiero tener amigos, quiero salir, quiero conocer a otras personas, estoy harto de estar aquí solo contigo.

— Ellos no son tus amigos, ellos te quieren follar... ¿Hasta cuando vas a entenderlo?

— Lo siento hyung... te quiero pero esto no puede seguir así, será mejor que regrese a vivir a mi casa.

— JiMin... — Sentí miedo al pensar en perderlo. — Por favor no. —

— Entonces cambia tu manera de ser, yo así no puedo aguantar. Mira te daré una última oportunidad. Si vuelves a hacerme otra escena de celos me voy definitivamente.

Solo asentí con la cabeza y lo abracé fuerte, no quería perderlo pero tampoco podía confiar en él tan fácilmente. JiMin me devolvió el abrazo y me dio un beso que me hizo sentirme tan solo un poco más tranquilo.

Era la hora en que el menor salía a su clase de baile. Yo usualmente lo llevaba, me quedaba toda la clase esperándolo y lo regresaba a casa. Por lo mismo de mis celos no quería dejarlo solo ni siquiera un momento.

Pero esta vez no lo hice, me quedé en casa y decidí dejar que él se fuera solo. Aunque me costó mucho trabajo confiar no tenía otra opción.

La clase de JiMin duraba siempre de dos a tres horas mas o menos. Pero en esta ocasión en particular el tiempo me parecía eterno. No podía estar tranquilo.

Escuché que llamaron a mi puerta, me pregunté quién podría ser y fui a abrir. Vaya sorpresa, era Taehyung, pensé que después de sacarlo a empujones de mi fiesta no volvería a hablarme, mucho menos a visitarme.

— Tae... que sorpesa. — Dije sorprendido y alegre a la vez. Para mi también resultaba agotador tener que estar vigilando a JiMin todo el tiempo. Yo también necesitaba un amigo con quien hablar. Así que Taehyung me llegaba como caído del cielo. —

— Ya ves... me gusta sorprender. Sabes que soy muy impredecible. — Dijo con su sonrisa cuadrada, que particularmente hoy lucía más radiante y bonita que otros días. —

— Que bueno que te apareces por aquí, estaba muriendo de aburrimiento

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— Que bueno que te apareces por aquí, estaba muriendo de aburrimiento. 

— ¿Y tu JiMin? ¿Acaso no es lo suficientemente divertido? Bueno no me contestes, ya sé que es un aburrido. —

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