CAMBIANTE

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Como siempre, la hora de visita llegó a su fin. Tuve que despedirme del menor con mucho pesar, aunque con esa liberación que había tenido me sentía un poco mejor. Quizás era la sensación de que JiMin seguía siendo mío, de que podía tenerlo en cuerpo y alma aún estando encerrado aquí.

Me gustaba que él obedeciera a mis mandatos, que ni siquiera se hubiera negado cuando le pedí que me la chupara. Eso me daba la sensación de que aún podía controlar algo en mi jodida vida.

Era la hora de comer así que me incorporé al grupito que se encontraba sentado en una de las mesas, conformado por Tae, Holland, Jin y Eunwoo. Me senté en una de las sillas saludando a todos y a nadie en especial con un movimiento de cabeza.

—YoonGi, que gusto que te encuentres bien. — Dijo Jin abrazándome fuerte.— Fue horrible el ni siquiera poder visitarte en la enfermería, te dije que eres un buen amigo y me preocupaste mucho. —

— No pasa nada. — Dije fingiendo una sonrisa, pues estaba claro que si pasaba algo, no solo algo, pasaba de todo. — Gracias por estar al pendiente de mi.

— Sabes que no somos los mejores amigos... pero en verdad estaba angustiado por tu situación. — Soltó de pronto Holland. — Me alegra que puedas estar de nuevo con nosotros. Y sabes que cualquier cosa puedes contar conmigo, tal vez tú no me consideras tu hermano pero yo a ti sí. Te quiero. —

— Gracias... — Dije confundido. Eso era sumamente sorprendente, Holland jamás me había dicho algo así, mucho menos que me quería. Pero de alguna manera fue lindo escucharlo. — Creo que podemos reconsiderar eso de los hermanos, recuerda lo que le pasó al último hermano que tuve. — Bromeé con mi típico negro sentido del humor, refiriéndome a Junki. —

— Bueno... yo también me siento feliz de que estés bien. — Dijo Eunwoo tímidamente. — Eres un buen chico y me agradas. —

— ¿Te agrada más que yo? — Indagó Holland con cara de celos. —

— Amor. — Contestó Eunwoo. — Sabes a lo que me refiero. —

— ¿Amor?... Wowowow ¿Que está pasando aquí? — Estaba totalmente confundido. Volteé a ver a Jin para que me diera una respuesta, pero solo agachó la mirada. —

— Holland y yo... — Dudó Eunwoo y miró a Jin. —

— Somos pareja. — Dijo Holland. —

— Si hermano, lo que pasa es que después de que Jin y Eunwoo terminaron por la infidelidad cometida con JungKook como Eunwoo estaba muy dolido y Holland muy caliente ya que yo no le hice caso pues se hicieron pareja. — Soltó Tae imprudente como siempre. Los cuatro volteamos a mirarlo con cara de "cállate". — ¿Qué? ¿Por qué me están mirando así? —

Jin se levantó de la mesa y se fue hacia la cocina, Eunwoo y Holland también se fueron pero hacia el jardín. Yo me quedé sentado, miré a Taehyung y rodé los ojos.

— Querido Tae... a veces no es bueno ser tan sincero.

— ¿Qué? ¿Se fueron por mí? ¿Dije algo malo? 

— Olvídalo. — Le sonreí. No cabía la menor duda de que era muy imprudente, pero también algo tierno e inocente. —

Una vez acabada la comida fuimos al patio para la terapia ocupacional, siempre formando el típico círculo. Cuando Ji Cheol me vio lo primero que hizo fue abrazarme. Esto de ser el huerfanito estaba empezando a ser algo molesto. Es decir, si estaba mal pero no me gustaba que todos me tuvieran lástima.

— ¿Como estás YoonGi?

— Bien... gracias.

— ¿Te sientes capaz de asistir a ésta clase? — Preguntó Ji Cheol. —

— Si claro, estoy perfectamente. 

Dicho esto solo me sonrió y palmeó mi hombro. Nos sentamos y empezamos con la actividad del día. Escribir una poesía, una carta o una simple nota para alguien. Algo obviamente que tuviera un significado para nosotros.

Durante toda la explicación Ji Cheol no dejaba de mirarme, al parecer estaba más que claro que el ejercicio era prácticamente para mi, era sumamente notorio que quería que yo me desahogara de alguna manera mediante esta actividad.

Nos entregó a todos los cuadernos y lápices para comenzar a escribir, así que solo lo dejé fluir, pero el resultado no fue muy bueno, o al menos no como esperaba, pero las palabras fluían desde mi alma.

Al terminar por supuesto que debíamos leer el escrito en voz alta, pero no me importó, la verdad es que en esos tiempos ya casi nada me importaba. Así que aclare un poco mi garganta y empecé:

Mis pasos en este mundo se han convertido en un andar sin sentido, pesado e interminable.

Los recuerdos parecen solo sueños lejanos, casi extintos; y el futuro, tan incierto, se me presenta como una fría e impenetrable penumbra.

No hace falta dar más motivos que estos, aunque inútil es explicar con letras ingenuas , el acto con la trascendencia tal que cometeré.

La soledad y la tristeza me han acosado despiadadamente y sin perdón, envolviendo a mi existencia con una vil sombra traicionera que me estrangula infatigable, insufrible y sin tregua.

Me temo que esa sombra me ha consumido, peor aún: me ha penetrado, hasta el punto inquebrantable de transformarme definitivamente en la mismísima sombra.

No desprecio la vida, desprecio el dolor.

¡Basta ya de sufrir! ¡Basta ya de pensar! Ya no quiero ahogarme en mi propia miseria.

No me extrañen... mas no me olviden tampoco...

Al terminar de leerlo pude sentir un silencio sepulcral, miré a mi alrededor y todos, incluyendo a Ji Cheol me miraban expectantes. 

— Bien YoonGi... Ese poema es muy profundo. ¿Estás bien?

— Seguro.

— Bien... si necesitas algo...

— Si, si están aquí para mí. Lo sé. — Lo interrumpí. —

— Creo que has escuchado eso muchas veces ¿verdad?

— Demasiadas.

— Bueno y el poema... ¿habla de ti?... ¿eres tú el que quiere morir?

— Realmente no lo sé. Solo fue lo que me salió en ese momento.

— Ok... puedes sentarte.

La terapia siguió y los demás también leían sus escritos, pero la verdad es que yo no puse atención a ninguno. Eran malísimos, es decir yo no era el escritor del año, pero sus poemas parecían escritos por niños de primaria o kinder.

Mientras ellos leían yo soñaba despierto, soñaba con estar junto a JiMin, vivir juntos, verlo y tenerlo a diario. Era verdad lo que había dicho, en realidad no sabía porque había escrito ese poema, es decir era como si quisiera vivir y morir al mismo tiempo. 

DEPRESSEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora