Capítulo III

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Los rayos de sol comenzaron a golpear en mi cara, di media vuelta cubriéndome con mis sábanas pero la alarma del celular empezó con lo suyo.

Perezosamente fui saliendo de la cama y mientras me dirigía al baño para cepillarme los dientes recordaba haber tenido un extraño sueño donde los miembros de SuJu venían a quedarse en casa por un mes, un sueño donde les compraba comida y teníamos ese tipo de conversaciones donde te preguntan quién es el que más me gustaba.

Lavé mi cara luego de enjuagar los dientes y salí del cuarto a preparar el desayuno, ordenar un poco antes de salir al trabajo.

—¡Buenos días! —Una voz me saludó y yo sin mirar, porque tenía la costumbre de caminar mirando el suelo respondí.

—Ahhh... Buenos días. —En ese preciso instante rápidamente alcé la cabeza y en medio de la cocina haciendo el desayuno se encontraba Leeteuk todo resplandeciente usando mi delantal.

—Dame unos minutos y tu desayuno estará listo. —Sonrió sosteniendo el sartén en su mano.

—Un segundo. —dije pensativa con mi mano en la cabeza—. Si tu estas aquí significa que también están los otros miembros ¿Entonces no lo soñé? —pregunté luego de desplomarme en el sofá.

—Parece un sueño ¿verdad? —Asentí rápidamente con mi cabeza—. Pero en realidad no lo es, desde anoche estamos parando aquí por alrededor de un mes gracias a tu amable hospitalidad. —Su sonrisa era deslumbrante por la mañana.

—¡Teuk tengo hambre! —En ese momento un sexy Siwon entraba por la puerta de mi recibidor con ropa deportiva y repleto de sudor.

—Ve a lavarte que ya está y no seas mal educado y saluda. —Como se esperaba del líder regañando a los más chicos.

—Lo siento no te había visto. Buenos días. —dijo sonriendo mientras se secaba el sudor con la manga de su campera.

—¡Ohhh! —No podía salir de mi asombro—. Buenos días.

—Disculpa... —Leeteuk me sacó de mi admiración—. Hemos estado invadiendo tu espacio desde anoche y ninguno de nosotros preguntó tu nombre. —Parecía algo avergonzado, ¡Dios! Para ser el mayor se veía demasiado tierno.

—Mi nombre es Aysel. —Sonreí al tiempo que me sentaba en la mesa para desayunar—. ¿No es demasiada comida? —pregunté descortésmente al ver tanto sobre el plato.

—Lo siento, es la costumbre de comer demasiado en el desayuno. No tienes porque comerlo todo. —¡Qué gran idiota que era! Estaba haciendo que uno de los hombres que más amo en el mundo se estuviera disculpando.

—¡Está bien! Lo comeré. —dije rápidamente poniendo mi mano en frente de mi plato para evitar que lo retirara.

—¡Comida! —Shindong salió del cuarto con los ojos cerrados siguiendo el olor del desayuno.

—Si no te lavas no hay nada para ti. —Siwon golpeó suavemente su frente para luego sentarse justo a mi lado.

—¡Ok! Baño allá voy. —Y se encaminó con los ojos cerrados, en verdad era todo un personaje, de esos que quieres tener siempre a tu lado.

—¿Y los demás? —pregunté curiosa.

—Todos menos Eunhyuk se están preparando para venir. —Siwon habló mientras metía un bocado a su boca.

—¿Y por qué Eunhyuk no lo hace? —Ya que estaba con ellos iba a saciar mi curiosidad y aprender más de ellos.

—De entre todos es el más flojo, duerme mucho y si no hay nada que hacer lo dejamos dormir hasta tarde. —Leeteuk preparaba el plato de Shindong.

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