Capítulo XXII

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Fue bueno que las chicas estuvieran cerca, sino hubiera quedado tirada en el suelo hasta que recuperara la conciencia.

Abrí los ojos y me encontraba en la cama cubierta de sudor.

—¿Qué pasó? —Le pregunté a Lena que se abalanzó sobre mi.

—¿Te estas por morir y no nos has dicho nada? ¿Cuándo fue la última vez que te hiciste un chequeo médico? —Ella había comenzado con su ataque de histeria ¿Les había mencionado que Lena tiene pánico a la muerte?

—Solo te desmayaste porque tienes fiebre debido a la insolación ¿Dónde estuvieron para insolarse así? —Gracias al cielo que entre las tres había una cuerda.

—En una tirolesa en las montañas y luego en un río. —Sonreí algo insegura debido a sus expresiones—. ¿Por cierto quién me puso aquí? —Dudo que ellas pudieran levantarme entre las dos.

—No se cómo hice para que me entendieran, bueno prácticamente arrastré al que te fue a buscar esta mañana. —No podía imaginarme la escena—. Por cierto, están esperando afuera hace bastante. —dijo señalando la puerta por lo que imaginé lo preocupados que debían estar así que les hice seña para que les abrieran la puerta.

—¿Te encuentras bien? —Entraron todos dejando a Mila estampillada contra la pared.

—Si, solo es insolación. Espero que mañana se me pase. —dije notando la preocupación de todos en sus ojos.

—¿Dónde estuvieron todo el día? No pudimos contactarnos con ustedes. —Leeteuk preguntó.

—Siwon dijo que había hablado con ustedes. —Al decir eso todos voltearon sus miradas hacia él, pero yo me quedé perdida en la mirada de Donghae que me observa con tristeza.

—Tu y yo vamos a hablar afuera. —Leeteuk dijo en un tono que denotaba lo enojado que estaba, nunca antes lo había visto así.

—¿Qué está sucediendo? —Lena y Mila se miraban las unas a la otra sin entender nada.

—Cosas de grupo. —Mentí, no iba a decirles que lo estaban por matar.

—¿Quién iba a pensar qué tus lecciones de coreano dieran sus frutos? —Sabía que Lena solo quería molestarme.

—¿Qué está diciendo? —Yesung preguntó acercándose más a mi mientras se alejaba de ella, tendría que haber estado muy sorprendido al verla llegar a casa.

—Me estaba diciendo que se están por ir para dejarme descansar. —Le hice señas a Mila con los ojos para que captara el mensaje.

—Lena ya debemos irnos Alai tiene sueño, ya es hora de que duerma en su cuna. —Menos mal que había entendido la indirecta.

—¿Y la vamos a dejar así, sola con los siete? —No se si ella estaba preocupada o tenía envidia en este momento, por momentos ella podía ser envidiosa de la vida de los demás y no se porqué cuando la suya era genial.

—Te recuerdo que hace varios días vivo con los siete sin ningún problema. —A veces me molestaba que ella pensara que no me podía cuidar sola.

—Mañana tómate el día, de todos modos te lo tomarías a partir del medio día. Mila y yo nos encargaremos. —Lena se puso de pie y los chicos por instinto retrocedieron lo que me hizo soltar una pequeña risa.

—Espero que te mejores. —Mila extendió los brazos hacia su hija quien la miraba con profundo amor pero se hallaba indecisa de abandonar los brazos del sexy de Donghae.

—Alai suelta al tío Donghae, jugaremos con él en otro momento.  —La pequeña al escuchar mi voz me sonrió y fue con su madre—. Yo las acompañaría pero... —Hice el intento de ponerme de pie pero Eunhyuk me detuvo.

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