Por más que estuve acostada las primeras horas no pude dormir nada de nada, pero aún así permanecí la mayor parte del tiempo en la cama al menos hasta que el sol cayó.
Podía ver la oscuridad desde el otro lado de mi ventanal roto, y el solo hecho de verlo me recordaba a Lena y lo enojada que estaba con ella y es que no entiendo cómo fue que cruzó de esa forma la línea, había derrapado y a lo grande.
Me levanté de mi cama y me dirigí hasta el ventanal, corrí las cortinas y caminé hasta la reposera que se encontraba allí y de manera pesada me dejé caer sobre ella.
—¿Piensas que quizás te pasaste? —Un Donghae sonriente se hacía presente frente a mi sentado sobre la mesa que estaba delante de mi.
—Lo más extraño de todo esto es que esta vez si es mi conciencia la que te trae hasta mi. —Le sonreí a la imagen que mi mente proyectaba.
—No has contestado aún mi pregunta. —Será que mi conciencia lo reproducía tal cual lo recordaba como cuando estábamos solos.
—Estoy muy enojada con ella, quizás se me fue un poco la mano al echarla del trabajo pero es que era eso o pegarle una cachetada delante de todos los clientes. —Contesté cerrando los ojos, el solo hecho de verlo dolía.
Todo se envolvió en silencio, algo a lo que había perdido la costumbre durante estos trece días, y es que todo era ruidoso con ellos, desde el despertar hasta el acostarse, con ellos el silencio en mi casa había dejado de existir.
Me quedé con los ojos cerrados en la reposera y mientras pensaba al parecer me quedé dormida porque me desperté casi en el suelo y con el apoya brazo incrustado en mi costilla, sin contar que los hijos de puta de los mosquitos se estaban haciendo un festín con mi pobre cuerpo.
Con todo el calor recorriendo mi cuerpo me dirigí al baño y me di una ducha para sacar el calor y el comezón, luego de eso me acosté en el comedor de nuevo, era la única forma de dormir con el aire, bueno en realidad si dormía en alguna de las habitaciones en donde habían estado los chicos de seguro podría estar con aire, pero no quiero hacerlo, porque entrar allí me recuerda a ellos y duele.
El golpeteo constante en la puerta se hacía cada vez más insistente y más fuerte, tanto así que volví a caer del sillón, pero esta vez había venido preparada, había corrido la mesita y puesto en su lugar un colchón más.
La puerta seguía siendo golpeada y yo me preguntaba quién podría ser ya que nadie sabía dónde vivía excepto las chicas, pero al ver en la pantalla de mi celular que eran las seis y media de la mañana, estaba más que segura de que no eran ellas.
Como pude, aún con los ojos cerrados caminé hasta la puerta para ver de quién diablos se trataba. Al abrirla no estaba segura de si lo que veía era correcto o es que todavía me hallaba durmiendo.
—¿Estoy durmiendo aún? —pregunté en voz alta para mi sorpresa en coreano, y eso se debía a que siempre que estaba sola hablaba en coreano para no olvidarme de nada.
—No lo creo. —Una voz conocida me contestó detrás del inmenso ramo de flores que estaba parado frente a mi puerta—. Disculpe que la moleste a esta hora, pero de verdad es que no se qué hacer ya. —La voz del mánager de los chicos se escuchaba angustiada y cansada.
—Por favor pase. —dije abriendo más la puerta de casa para que pudiera entrar—. Lo siento por el desorden es solo que mi amiga rompió el ventanal de mi habitación así que no puedo dormir ahí con el aire por lo que me mudé temporalmente hasta aquí. —explicaba mientras le ofrecía un asiento en la cocina—. ¿Café? —pregunté a lo que afirmó con un leve movimiento de cabeza.
—Esto es para usted, es por parte de la empresa por los inconvenientes causado, hubiera venido antes pero los chicos no me dejaron. —dijo extendiendo el ramo en mi dirección.
—No era necesario. —Lo tomé entre mis manos luego de que había puesto a funcionar la cafetera.
El ramo me recordó al que Teuk me había regalado, ese día me había preocupado horrores por él cuando no lo vi en el auto, y ahora su mánager me traía un ramo que también me recordaba a ellos. Busqué un jarrón donde ponerlas, no quería que se marchitaran por lo que luego de llenar el recipiente con agua lo coloqué frente a la ventana en donde el sol pudiera acariciar sus pétalos.
—Aquí tiene. —dije dejando una taza de café sobre la mesa mientras que yo me acomodaba frente a él con una taza en las manos—. ¿Me dirá por qué ha venido tan temprano? No creo que solo sea para traerme el presente de la empresa. —Sabía que eso no era, al menos, la única razón detrás de su visita.
—Es cierto, no he venido hasta aquí solo para ofrecer una disculpa por parte de la empresa, sino para implorar su ayuda. —Él hombre se veía bastante cansado ahora que lo observaba detenidamente, su espalda que en algún momento fue recta ahora se encontraba ligeramente curvada, las ojeras en su rostro eran demasiado notorias, es como si no hubiera podido dormir bien.
—¿Tiene que ver con la posible cancelación del concierto? Porque si es eso déjeme dejar en claro que yo no puedo ni tengo nada que ver en eso. —Fui directo al grano, no quería seguir involucrándome en más problemas.
—En parte si tiene que ver con lo del concierto, pero lo que más me preocupa son los chicos. —dijo apoyando lentamente la taza de café sobre la mesa luego de haber dado un sorbo.
—Son personas grandes que estoy segura sabrán sortear esta situación. —Trataba de hacerme la fuerte pero por dentro me estaba muriendo por correr hasta ellos.
—Después del incidente y del primer día que pasó encerrada en su habitación ellos no eran los mismos. Leeteuk decidió que lo mejor era hospedarse en un hotel para no atraer a los fanáticos hasta su casa para evitar que saliera nuevamente herida. —Sus manos habían comenzado a temblar un poco producto del cansancio.
—Y en verdad estoy muy agradecida por ese gesto. —En parte era verdad y en parte no, si supieran cuánto los extrañaba al punto de que me los encontraba en cada rincón de casa y del trabajo.
—El problema se hubiera resuelto si todo hubiera terminado ahí, pero en el mismo instante que pisaron el hotel Heechul ha estado demasiado irritado y pelea con todos, incluso personal del hotel reportó gritos provenientes de su habitación. Donghae es demasiado sentimental y cuando trata de calmar a Heechul comienza a llorar y se encierra en su habitación. Shindong no ha parado ni un segundo de comer, Siwon corre hasta caer muerto en la entrada del hotel, lo mismo para Eunhyuk que practica hasta caer desmayado en la sala de práctica. Yesung se ha encerrado en su cuarto y Leeteuk ha comenzado a tener malestares estomacales de nuevo por lo que permanentemente está con medicamentos. —Cuando terminó de hablar no podía creer lo que estaba escuchando, ¿tan mal estaban al punto de preocupar de esa forma a este pobre hombre?
—Yo... Yo... —No sabía qué decir, ni siquiera sabía porqué se estaban comportando de esa forma tan infantil.
—Lo peor de todo es que no se están alimentando bien, incluso Leeteuk que está tomando medicación se niega a comer la comida recomendada por el médico mientras que Shindong, al contrario de ellos, está comiendo de más. —Ahora si estaba enojada y es que no solo estaban preocupando a este pobre hombre con sus acciones infantiles sino que no se estaban cuidando a ellos mismos.
—Entiendo. —dije decidida—. Puede darme una hora, reúnalos pero no les diga que ha hablado conmigo, yo estaré ahí para solucionarlo todo. —Al escucharme decir eso los ojos del mánager se iluminaron y fue como si hubiese recobrado su juventud.
—¿De verdad? —preguntó dudando de si había escuchado bien, pero se calmó al ver que yo afirmaba con mi cabeza—. ¡Gracias, gracias, muchas gracias! —agradecía mientras hacía reverencias en forma de gratitud.
—No tiene nada que agradecer, usted ha hecho mucho por ellos y no es justo que le paguen de esa manera. —Estos niños no tenían idea del regaño que se les venía encima.
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NUEVAS REGLAS [+18]
Fanfic¿Pensaste alguna vez vivir con tus ídolos? Jamás imaginé que después de ese sueño que tuve durante la noche las cosas cambiarían tanto.