Capítulo LXXXIII

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Apreté fuerte su mano sin dejar de llorar, odiaba verlo así y menos por mi culpa.

—¿Hasta cuándo piensas dejar de llorar? —Su voz ronca debido a su garganta seca sonó como si fuera de una persona diferente.

Mi reacción fue muy lenta, no podía asimilar que esa voz de ultratumba fuera de él, pero solo pude respirar tranquila cuando lentamente volteó su cara dejando ver una sonrisa de alivio algo adolorida.

—Me alegra que estés bien. —dijo quitándose la máscara de oxígeno. Al escuchar sus sinceras palabras volví a llorar, no podía controlar mi estado emocional.

—Eres un jodido idiota. —afirmé y me lancé a sus brazos haciendo que los dos gritáramos del dolor.

—¿Más estúpidos no pueden ser, verdad? —Lena me ayudó a acomodar mi hombro vendado para luego ocuparse de arreglar todo el cablerío en el cuerpo de Zoran.

—Lo siento fue la emoción de verlo con vida. —Miré a los ojos a Zoran—. Estoy tan aliviada de que estés bien —admití con sinceridad—, no me perdonaría nunca si hubieras muerto. —En mi cabeza no dejaba de recrear el momento del disparo.

—¿Sabes acaso lo desesperado y asustado que estaba cuando te vi así? Aunque debo admitir que no imaginaba que te hubieran crecido tanto los pechos antes de que me fuera de viaje. —bromeó y se ganó un golpe de mi parte en su brazo derecho, a lo que él se quejó mientras seguía riendo.

—¿Te das cuenta de que eres un idiota? Estuvieron a punto de violarme y en lo único que te fijaste es en cuánto habían crecido mis tetas. Jodido imbécil. —dije totalmente molesta, sabía que lo había dicho en broma para aliviar la tensión pero me molestó. Menos mal que Hae no estaba y que no entendía castellano sino lo hubiera terminando de matar. Mi novio era sumamente posesivo.

—El tipo de ayer fue el mismo del estacionamiento ¿verdad? —Preguntó apretando sus puños de la rabia que sentía. Me limité a afirmar con la cabeza—. ¿Será que este es el momento para que me cuentes todo? —preguntó y se merecía una explicación, después de haber arriesgado su vida de esa forma por mi hay pocas cosas que podría negarle.

Por obvias razones no quería comenzar el relato de cómo fue que conocí a esa basura de ser humano, pero me armé de valor y lo hice. Le conté cómo lo conocí en la primera entrevista y por consecuencia también tuve que contarle de mi incidente ese día y el porqué de mi distanciamiento con los chicos. Hablé de la cita que Lena me arregló y que fue lo que terminó empeorando todo y la causante de una crisis en nuestra amistad. Continué con el relato hasta llegar a lo sucedido en casa y de lo que él fue testigo.

—En conclusión esos imbéciles que te gustan no sirven ni siquiera para cuidarte de sus propias fans. —Zoran había comenzado a agitarse debido a la bronca acumulada.

—Deja de ser un jodido celoso y mejor te calmas. —Lena lo retaba mientras que él miraba para otro lado—. Has pasado por una operación riesgosa para quitarte la bala, deberías estar agradecido de que no perforó ningún órgano importante. —Sus palabras sonaban duras pero eran ciertas.

—Pero tengo razón. —Se quejó como niño pequeño.

—Perdón que me meta —Mila hablaba por primera vez en lo que llevábamos dentro de su habitación—, pero yo que tu no me meto con ellos por dos obvias razones: 1- Si no fuera por ellos ninguno de ustedes dos estarían ahora con vida y 2- Ella está enamorada de uno de ellos. —Mila se detuvo porque no sabía si le correspondía o no hablar sobre mi reciente relación con Hae.

—¿Cómo puedes estar enamorada de uno de ellos? —Zoran volvió a lo mismo por lo que habíamos discutido días atrás.

—Son mis sentimientos y no los tuyos. —dije enojada, al final había venido preocupada a verle en vano—. Yo respeto que tengas sentimientos por mi y a pesar de que estoy incómoda con ello te sigo eligiendo como amigo porque no quiero alejarte de mi vida. —Me puse de pie, no tenía ganas de seguir hablando sobre un tema que pensé estaba más que cerrado—. Por cierto —Me detuve en la puerta y giré para verlo directamente a los ojos—, estoy en una relación de pareja con Hae. —Después de decirle me abrí camino hacia mi habitación.

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