Había pasado mucho tiempo desde que no dormía tan bien y tan cómoda sin preocupaciones, tan así que me desperté completamente desorientada, y estando algo adormilada caí de la cama dándome un gran golpe en el trasero haciendo que gritara del dolor.
—¿Qué sucedió? —Yesung entró a los tropezones a mi cuarto y se llevó una sorpresa al verme en el suelo.
—Creo que me caí... —dije no muy convencida.
—¿Estas bien? Déjame ayudarte. —Estaba por ayudarme a levantar pero sin saber porqué su cara se tornó toda roja y empezó a tartamudear.
—¿Qué pasa? —pregunté tratando de entender qué era lo que estaba sucediendo cuando vi que señalaba hasta mi pecho. Bajé la mirada y la mitad de mi seno derecho estaba queriendo salir de su lugar—. ¡No mires! —grité cubriéndolo lo más rápido que pude.
—Lo siento, no fue mi intención. —dijo ayudándome a subir a la cama, y se que en verdad no lo había hecho a propósito.
—Está bien, se que no fue tu intención mirar mi seno casi descubierto. —bromeé, me gustaba verlo tímido.
—Yo... Yo... Yo mejor me voy. —Era sumamente tierno.
—¡Espera! —Lo detuve antes de que se marchara—. Tengo algo de hambre ¿será que me ayudes a llegar hasta la cocina? —Y no era chiste, dormir tanto me había dado hambre.
—Tranquila te traeré algo hasta aquí. —¿Por qué será que todos están empeñados con dejarme en la cama?
—¡Oh vamos! —dije poniendo mi mejor cara de niña pequeña—. No quiero estar todo el día en cama, hacer reposo no necesariamente implica quedarse en cama. ¡Por favor! —Junté las palmas de mi mano en forma de súplica.
—Ok. —Suspiró pesadamente pero después me dedicó una bella sonrisa, una que me gustaba ver—. Vamos, con cuidado. —dijo poniendo sus manos en mi cintura para que pudiera envolver mi brazo en su hombro para tener un mejor apoyo, ni loca compraría muletas pudiendo aprovechar sus muy bien trabajados cuerpos.
Llegamos a la cocina más rápido de lo que esperaba, no era que estuviera a cien metros de distancia pero a lo mejor nos costaría caminar juntos, pero para mi sorpresa teníamos un muy buen trabajo en equipo.
Me senté en el sillón mientras Yesung buscaba algo para comer. Encendí el televisor para ver si había algo entretenido y solo encontré películas viejas que no eran de mi estilo, yo prefería definitivamente el terror.
Comencé a cambiar los canales, me negaba rotundamente a ver películas de acción o ciencia ficción.
—Lo único que encontré fue algo de fruta. —dijo dejando en un plato frente a mi manzanas cortadas en forma de conejos, lo que me llenó de ternura.
—Nunca antes alguien había cortado las manzanas así para mi. —Mis ojos estaban llenos de ilusión.
—Quizás se deba a que aquí no las cortan de esta forma y para nosotros es común hacerlo. —Pensándolo bien tenía razón.
—Me había olvidado, es que estar viviendo con ustedes me hizo pensar que estaba viviendo en Corea. —Sonreí, y en eso mi teléfono sonó y Yesung corrió para traerlo debido a que se hallaba en mi cuarto—. Gracias. —dije tras recibirlo.
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NUEVAS REGLAS [+18]
Fanfiction¿Pensaste alguna vez vivir con tus ídolos? Jamás imaginé que después de ese sueño que tuve durante la noche las cosas cambiarían tanto.