Capítulo LXXXIX

64 10 17
                                    

Lo único que necesitaba en este momento era llegar a casa y descansar, nada más que eso.

—¿En qué piensas? —Dongyeo se dio cuenta de que me hayaba sumida en mis pensamientos.

—Solo pienso en cuánto me lastimó el conocer a Elian. —afirmé mientras veía cómo colocaba mas balizas del auto en tanto lo aorillaba por un momento.

—Mírame. —Sostuvo con delicadeza mi rostro para que lo observara, en sus ojos había dolor—. Saldrás de todo esto, no estas sola, tienes a los chicos y a tus amigos... Pero más importante me tienes a mi. —Hae no dejaba de acariciar mi rostro con suavidad acunándolo suavemente. Sus palabras lograron que se formara un nudo en la garganta que dolía, que quemaba.

—No creo que pueda, estas marcas no desaparecerán. No puedes entender que pase el tiempo que pase tendré su nombre gravado a flor de piel. —Las lágrimas amenazaban más con salir en tanto yo hacía todo lo posible para que no ocurriera.

—Si es necesario que me marque de la misma forma en mi cuerpo lo haría, si eso ayudara a compartir tu dolor conmigo y así sobrellevarlo yo mismo me marcaría en los mismos lugares que ti. —La seriedad con la que salieron sus palabras y el hecho de que mencionó hacerse las mismas marcas en su precioso cuerpo causó un efecto aterrador en mi. Bajo ninguna circunstancia permitiría que algo así le ocurriera.

—Ni se te ocurra pensar en hacer semejante idiotez. —amenacé esperando que en verdad desistiera de esa idea.

—Te amo demasiado, tanto que me desgarra el alma verte sufrir así. —No necesité escuchar nada más para dejar que las lágrimas salieran. No podía estar más enamorada de este hombre.

—Te amo aún más. —Y llorando me aferré a su espalda. Sus brazos me envolvieron con esa acostumbrada calidez que lo caracterizaba haciéndome saber que cada palabra y gesto que recibía por parte de él eran profundamente sinceros.

—Ahora nos pongamos en marcha o Teukie nos va a matar... —Se quedó por unos segundos pensativos—, en realidad creo que solo me matará a mi nada más. —Sonrió de una forma que enloqueció mi corazón atormentado.

—De seguro tenemos miles de llamadas perdidas. —Sonreí mientras secaba con mi muñeca los restos de lágrimas.

Donghae puso en marcha de nuevo el coche para seguir nuestro camino a casa. En el trayecto corroboré lo que nos temíamos, tenía alrededor de diez llamadas perdidas de todos, sin contar los mensajes de texto.

—¿Dónde estuvieron? —Heechul fue el primero en preguntar.

—¿Tan mal estabas? —Siwon preguntaba una vez que terminábamos de cerrar la puerta.

—¿Pasó algo que no sepamos? —Eunhyuk se acercó demasiado a mi por lo que Nemo lo apartó colocando su mano en la frente de Hyuk para empujarlo hacia atrás.

—No es necesario estar tan cerca. —dijo acercándome a su cuerpo tomándome por la cintura a lo que yo solo pude reír ante su forma infantil de posición.

—¿Van a dejar de pelear o van a contar qué fue lo que los demoró tanto? —Shindong apareció de la cocina con un delantal puesto lo que me pareció demasiado tierno.

—Solo me demoré hablando con Zoran. —No quería preocupar a los chicos con mis miedos, ellos no se merecían pasar el tiempo que les quedaba aquí preocupados.

—Si no es nada entonces vengan a comer porque hyung me tiene cocinando desde temprano. —Ryeowook se quejó de una manera sumamente graciosa por lo que no pude evitar largar la carcajada.

—Nuestro Wookie es tan tierno. —Hee se burló del maknae.

—¿Estas bien en verdad? —Yeye se acercó a preguntar cuidadosamente para esquivar el muro de celos y poseción de mi novio.

NUEVAS REGLAS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora