—Ahora vas a disfrutar de estar con un hombre de verdad. —Las manos de Elian se posaron con delicadeza sobre los costados de mi cintura y se deslizaban de arriba a abajo, causando que me retorciera del asco.
—Empieza a rezar por tu vida porque en cuanto logre desatarme te mataré lentamente. —Lo amenacé tratando de ocultar mi miedo, porque esa era la verdad, estaba aterrada pero no se lo demostraría.
—Yo que tu empiezo a rezar para que no pare, porque una vez que te lo haga pedirás a gritos que no pare. —Sus dedos jugaban ahora en la piel de mi cuello.
Elian se agachó sobre mi y comenzó a pasar su lengua por alrededor de mi ombligo, se estaba saboreando y a mi solo me desesperaba el no poder safarme para estrangularlo con mis propias manos.
Se detuvo y mirándome a los ojos comenzó por quitarse la remera dejando al descubierto un cuerpo trabajado pero que de nada le valía si lo utilizaba a la fuerza, obligándome a estar con él de esta forma retorcida.
—Dios, eres perfecta Aysel. —Inclinó su cuerpo sobre el mío hablando sobre mi oído—. Desde el momento en que nos conocimos pude sentir que estábamos destinados y en tus ojos no podías ocultar la atracción que sientes por mi. —¿En verdad? Este hombre estaba más que loco, yo solo necesitaba concentrarme en conseguir algo de tiempo para poder soltar mis muñecas.
—¿En verdad piensas eso? —Por más que quisiera actuar de una forma más amable no podía, estúpido carácter de mierda que lo único que conseguiría sería que me violaran.
—Si te quedas callada será más fácil, aunque a decir verdad ese carácter tan rebelde es lo que más me atrajo de ti. —Ahora comenzaba a bajar las tiras de mi brazier y a mi no me se ocurría nada para detenerlo, el muy maldito había ajustado con demasiada fuerza las cuerdas.
—Antes prefiero estar muerta que estar contigo. —dije escupiendo en su cara.
—Yo quería ser suave contigo, pero tú te lo buscaste. —Elian arrancó mi brazier de un solo tirón dejando mis pechos al aire provocando que comenzara a gritar—. ¡Calla! —gritó tras darme una cachetada provocando que me partiera el labio y este sangrara.
No lograba callarme, ya el control se me había ido a la mierda y la desesperación me había invadido. Elian se acercó hasta la comisura de mi labio y pasó su lengua por donde se encontraba la sangre mientras que con una mano había comenzado a masajear de manera brusca mi pecho izquierdo. No pasé por alto la erección que presionaba contra mi vientre, eso solo me asustó aun más. ¿Dónde puta estas Zoran?
Al tenerlo tan cerca mi única reacción fue morder su mejilla lo más fuerte que pude, tanto que logré lastimarlo pero a cambio recibí dos bofetadas más fuertes que las anteriores.
—¿Con qué así vas a jugar? —Creo que en vez de sentir dolor causó el efecto contrario en él.
Se levantó de mi cuerpo y caminó hasta el modular donde estaba el espejo y comenzó a buscar algo en una especie de mochila, yo, por otro lado, con más desesperación que la vez anterior buscaba safarme de mis ataduras, pero solo conseguí que me sangraran abriendo yagas en ellas.
Elian con una sonrisa siniestra se acercó hasta mi e introdujo un trapo en mi boca y la cubrió con cinta para que no pudiera escupirlo.
—Esto solo me calienta más bebé. Tenerte así solo para mi me enciende como nunca antes lo había estado con ninguna otra. —Se quitó los pantalones quedando solo en bóxer para volver a acomodarse sobre mi cuerpo—. Si te gusta morder entonces jugaremos a los mordiscos. —Sabía que detrás de esas palabras nada bueno había.
Sin importarle cuánto me retorcía en la cama tomó de manera brusca uno de mis pechos y comenzó a lamerlo y en cuanto se relajó lo mordió de manera brusca, lo mismo hizo al rededor de ellos. Mordía tan fuerte que comenzaron a sangrarme, pero él se ocupaba de lamer la sangre como si estuviera bebiendo vino derramado.
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NUEVAS REGLAS [+18]
Fanfiction¿Pensaste alguna vez vivir con tus ídolos? Jamás imaginé que después de ese sueño que tuve durante la noche las cosas cambiarían tanto.