Estos infantiles me habían dejado la cara como una geisha de tantos colores que me habían puesto.
El hombro me seguía doliendo por lo que como pude tuve que bañarme, quise levantar la mano para lavar mi cabello pero en cuanto hice el intento el dolor fue insoportable al punto de que lloré.
Tardé una eternidad en bañarme y más en vestirme, pero pude hacerlo sola y antes de que los chicos se despertaran, caso contrario lo hubiera tenido a Nemo conmigo en el baño y en verdad no quería que viera mi cuerpo, no hasta que las marcas se fueran. Tenía la esperanza de que desaparecerían.
El timbre sonó cuando me disponía a hacerles mis obras de arte en la cara de los chicos, pero tuve que posponerlo para otro momento.
—Me cansé de mandarte mensajes para avisarte que venía a buscarte y no respondiste ni uno. —Lena comenzó a hablar en cuanto abrí la puerta.
—¡Shhhh! —La hice callar mientras tapaba su boca con mi mano—. ¿No ves que todavía duermen? —Lena parecía no entender a qué me estaba refiriendo sino hasta que vio que señalaba a los chicos durmiendo en la sala de casa.
—¿Qué pasó? —dijo ya en voz baja entrando con cuidado de no hacer ruido.
—Te cuento luego, ahora toma y ayúdame a pintar rostros. —Le pasé un marcador indeleble para que rayara la cara de los chicos y pude conocer el rostro de la maldad en un segundo.
—No se diga más. —Lo aceptó y con una sonrisa ladina se dirigió a la cara de Shin.
Lena era muy detallista cuando se trataba de hacer maldades, por lo que cuando yo iba terminando con el tercero ella se dirigía al rostro de Yesung que se despertó justo en el momento en el que se encontraba demasiado cerca de su boca.
Me senté a ver tal escena debido a que rara vez mi amiga se ruborizaba y Yesung mantenía el contacto visual con una mujer y que no fuera para pelear.
—¿Qué haces? —preguntó pero mi amiga no entendía por lo que cuidadosamente se hizo para atrás para volver a mi lugar.
—Solo está haciendo lo que le pedí. —dije y en ese instante entendió a lo que me refería y corrió al baño para verse en el espejo.
—¿No se irá a molestar? —Lena preguntó haciéndose la inocente.
—Creo que se molestó más porque no lo besaste. —bromeé con ella para ver su reacción, mis ojos no me engañaban, sabía que había visto un leve rubor en ella.
—¿Y por qué debería besarlo? —Su respuesta era la de siempre, esa era su forma de ser pero por alguna razón no le creía del todo—. Te recuerdo que está enamorado de ti, sin contar que no me gustan los orientales. —dijo haciéndose la desentendida.
—Lo que tu digas... Yo vi otra cosa. —hablé mientras me dirigía hacia la cocina para preparar mi desayuno.
—¿Qué le pasó a mi cara? —La voz de Siwon se escuchó desde la sala.
—La venganza te pasó. —grité desde la cocina y comencé a reír, en ese momento sentí cómo todos corrían en busca de un espejo por lo que yo comencé a reír.
—Buen día amor. —Hae se acercó hasta donde estaba para saludarme con un beso aún dormido—. ¿Te bañaste sola? —preguntó refregándose los provocando que la pintura se esparciera por toda su cara.
—Ya te dije el porqué no quiero que me ayudes. —Con el brazo sano lo rodeé para atraerlo más a mi cuerpo y así poder besarlo nuevamente, y es que sus labios se habían vuelto una adicción para mi.
—¡Ahhh! Pero que tiernos. —Lena apareció con una taza de café en la mano haciendo que Hae se sobresaltada.
—¡Deja de molestar! —dije volteando mi cabeza sin dejar de aferrarme a la cintura de mi novio.
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NUEVAS REGLAS [+18]
Фанфик¿Pensaste alguna vez vivir con tus ídolos? Jamás imaginé que después de ese sueño que tuve durante la noche las cosas cambiarían tanto.