Capítulo LXXVII

43 6 14
                                    

No pude dormir muy bien en toda la noche. Daba vueltas de un lado al otro en la cama, sentía frío y luego calor, incluso en un momento me desperté sudando a mares, sin contar que el malestar de estómago jamás me abandonó.

Sentí que alguien entraba en mi cama y por el perfume que estaba usando me sorprendió saber que era Yesung. Nunca antes había hecho algo así, no sabía cómo reaccionar, pero tampoco tenía muchas fuerzas hoy para llevarle la contraria.

—¿Qué haces aquí? —pregunté y me sorprendió escuchar que a penas salía mi voz.

—¿Estas bien? —No quería que me tocara por lo que me alejé un poco de él, y no era porque no disfrutara su compañía sino porque aún tenía la sensación de la cercanía de Elian y me asqueaba—. Tenía ganas de estar aunque sea un rato de esta forma contigo. —dijo acercando su cuerpo al mío que le daba la espalda mientras entrelazaba sus manos con la mía.

—Yeye en este momento no me... —Detuve mis palabras y como un rayo me levanté de la cama y corrí lo más rápido que pude hasta el baño.

Alcancé a llegar justo para vomitar. Mi garganta ardía culpa del ácido que expulsaba ya que al no haber cenado nada solo tenía los jugos gástricos que quedaron de lo que fue el almuerzo. Mis piernas estaban débiles y cuando quise ponerme de pie caí de inmediato al suelo.

—¡Aysel! ¿te encuentras bien? —Yesung no dejaba de golpear la puerta con insistencia y preocupación.

—Estoy bi... —Fui interrumpida nuevamente por las ganas de vomitar. Se que todos pensarían que estoy embarazada pero anoche antes de acostarme me había bajado por lo que la idea estaba descartada.

—Voy a entrar. —Yeye informó y al abrir la puerta me vio en el suelo y lo último que recuerdo fue su voz distorsionada mientras su imagen borrosa desaparecía de mi vista.

A lo lejos podía sentir ruidos en toda la habitación, las voces de los chicos algo alteradas, y a alguien colocando un objeto frío sobre mi pecho.

Al abrir mis ojos, con algo de dificultad, me encontré con un hombre con una bata blanca encendiendo una linterna sobre mis ojos, por lo que deduje que era un médico.

—Al parecer solo es un resfrío. —Me observó y sacó un termómetro debajo de mi brazo que no sabía que tenía ahí.

—Pero si es solo un simple resfrío ¿por qué estaba vomitando y se desmayó? —Yesung preguntaba de forma dura.

—Al parecer tiene las defensas muy bajas y tiene que haber estado sometida a mucho estrés. Pero no puedo asegurarlo. —afirmó alejándose de mi lado.

—¿Estará bien? —Podía notar que Hae estaba conteniendo las lágrimas.

—Si, solo necesita hacer reposo unos dos días, comer liviano y no estresarse por nada. —Luego de decir eso vi al mánager de los chicos acompañarlo hasta la salida.

—¿Qué fue todo eso? —pregunté mientras me acomodaba en el respaldar de la cama y era observada por los ocho con angustia en sus miradas.

—Te desmayaste en el baño y me asusté por lo que llamamos al mánager para que trajera al médico que nos atiende cuando venimos aquí. —Yesung explicaba sin dejar de mirarme, pero no lograba descifrar qué clase de mirada era.

—¿Se encuentra mejor? —El mánager apareció en la puerta de mi habitación sin querer pasar hacia el interior.

—Si ¿cuánto le debo? —pregunté al tiempo que me movía fuera de la cama para pagarle por la consulta del médico, era obvio que no iba a ser gratis y menos viniendo hasta aquí.

NUEVAS REGLAS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora