Capítulo LXXIX

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—¿Se conocen? —preguntó el hombre al ver que ninguno de los dos bajaba la mirada.

—No, es la primera vez que la veo. —Elian mintió dejándome confundida con su actitud, porque era evidente que me conocía.

—Bueno, nos pongamos en marcha que tenemos mucho trabajo hoy. —El hombre hizo que Elian dejara de mirarme para enfocarse en él—. Iré por las herramientas a la camioneta. —dijo el hombre señalando su camioneta.

—Hola preciosa. —Fue lo primero que dijo al ver que su jefe ya estaba fuera de su campo de visión.

—¿Qué haces aquí hijo de puta? —pregunté retrocediendo para tomar distancia de él, no quería estar ni a cien metros cerca suyo.

—Buscando la forma de verte. —Caminó acorralándome contra la pared.

—Ni se te ocurra ponerme un dedo encima cerdo asqueroso. —Lo amenacé y lo empujé buscando distancia entre nosotros.

—Esas no serán las únicas marcas que tengas. —dijo tomándome de las muñecas con fuerza para pasarle la lengua sobre las marcas que había hecho—. Planeo hacer muchas marcas en todo tu cuerpo desnudo. —Luego de decir eso se separó al notar que su jefe volvía hacia nosotros dejándome totalmente asqueada.

—¿Qué hacías? —preguntó al verlo caminar hasta donde él estaba.

—Solo estaba observando la estructura del lugar. —Él hablaba de manera suelta y relajada, como si en verdad no nos conociéramos mientras que yo volví a enfermarme, pero no le permitiría verme débil, no delante de él.

—Permiso... —Leeteuk abrió con cuidado la puerta trayendo consigo una bandeja con dos vasos de jugo de naranja—. Aysel les traje algo para beber. —Pero en cuanto se acercó notó inmediatamente mi estado de nerviosismo—. ¿Qué sucede? ¿Te sientes bien? —dejó la bandeja sobre el aparador donde me maquillaba para prestarme más atención.

Yo solo me limité a señalar al ayudante pero Teuk no comprendió sino hasta que Elian levantó la vista para mostrar una sonrisa irónica.

—Hola. —Lo saludó igual que a mi, fingiendo que no nos conocía.

Teuk al darse cuenta de quién se trataba tensó todos los músculos de su cuerpo y con los puños cerrados se encaminó hasta donde ellos se encontraban, pero lo detuve, quería que terminaran y se fueran.

—Aquí tienen algo para beber. —Les ofrecí el jugo en cuanto terminaron su trabajo y en cuanto le pasé el vaso a Elian aprovechó para tocar con disimulo mi mano y me puso de los putos nervios por lo que terminé tirando la bandeja al piso.

Teuk que estaba a mi lado tomó la bandeja del suelo al tiempo que me hacía hacia atrás para evitar que Elian me volviera a tocar.

—Lo siento. —dijo hablando en el poco español que entendía mientras le ofrecía una sonrisa algo falsa.

—Su novio es muy educado. —El hombre habló devolviéndome el vaso vacío y cuando Elian quiso dármelo Teukie lo interceptó tomando él su vaso.

—Muchas gracias, la verdad es que me gané la lotería con él. —Sin pensarlo dos veces envolví mis brazos en su cuerpo y como si fuera lo más natural del mundo me dio un corto beso, como si fuéramos una verdadera pareja.

—Se ven muy bien juntos. —dijo amablemente, pero no pasó desapercibida la mirada de odio por parte de Elian—. El trabajo está listo. Puede comprobar que esté bien. —Me señaló el ventanal ahora restaurado.

Caminé hasta el ventanal tomando de la mano a Teuk y después de comprobar que había hecho un excelente trabajo busqué mi celular para hacer la transferencia del pago desde él.

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