Una tarde de domingo Danna se preparaba para un día de vagancia extrema. Con dulces, galletas, cheetos, doritos, nachos con queso, pizza, una buena película, estaba lista para tirarse junto a Alex en el sofá, cuando sonó su móvil.
Refunfuñando lo tomó de la mesa de la sala y con mal humor lo contestó.
-¿Quién se atreve a perturbar mi paz?
-Hola, cuñada preciosa, ¿cómo te sientes hoy?
-Lo siento pero no tengo dinero, Allison- dijo mirando sus uñas.
-¿Qué diablos?, olvídalo- tartamudeó Allison del otro lado de la línea -Quería saber si te gustaría salir con nosotros.
-¿A dónde?, ¿a qué?, ¿quienes?- preguntó desinteresada.
-Pues no sé, a un restaurante o a un bar. Una salida con los chicos, Jayden, Justin y Zoey.
-No me convence. Diviértanse, no voy.
-¡Genial!- y colgó, Danna miró confundida el móvil hasta que se encogió de hombros restándole importancia.
-¿Quién era?- preguntó Alex.
-Allison. Nos invita a salir, pero aún se le olvida que los domingos son sagrados.
Se sentó al lado de su esposo con un gran tazón de nachos y justo cuando se iba entrar un par a la boca, sonó el timbre de la casa.
-¡Joder, me cago en todo!- maldijo y Alex se rió -No es gracioso- lo acusó.
Se dirigió a la puerta y la abrió para encontrarse a unas sonrientes Allison y Zoey. Cada una tenía un bebé en brazos, de doce y dos meses respectivamente, también parados en la puerta con sonrisas estaban los mellizos y Ryan.
-¡Ay no!, esto no es bueno. ¿Qué hacen aquí?- preguntó con cautela.
-Pues pensamos que si no puedes salir con nosotras podrías hacernos el favor de cuidar a los niños- dijo Zoey con falsa inocencia.
-Claro que no, ni hablar- dijo riendo con nervios -No me sé cuidar yo misma, ¿ahora voy a cuidar cinco mocosos?
-Tía Danna, mocosos es una mala palabra- la regañó Audrey.
-Claro que no, mocosa- le sacó la lengua -Lo siento chicas, pero no. Hoy es mi día de ser perezosa como morsa.
-Pues sé morsa junto con estas morsitas- dijo Allison señalando los bebés.
-No- negó con la cabeza, con la mano, con todo.
-Vamos, tía Dan, será divertido- añadió Austin.
-¿Qué pasa?- preguntó Alex acercándose a la puerta -¡Hey!, ¿qué hacen aquí?
-Alex- se quejó Danna -Quieren dejar a los mocosos aquí- hizo pucheros.
-¿A los monstruitos?- se rió -Ni hablar, no, definitivamente no. No estamos aptos para cuidar niños, somos muy inmaduros.
-Sí, eso, inmaduros- apoyó Danna -No, es nuestra última palabra.
***
-¡Adiós, chicos! ¡Pórtense bien con la tía!- gritó Allison desde el auto, que rápidamente empezó a andar.
En la puerta estaban Danna y Alex con un bebé en brazos cada uno.
-¿Cuándo nuestra palabra dejó de tener validez?- inquirió Alex.
-No lo sé, cariño, no lo sé- dijo Danna resignada -Juro que me vengaré. ¡A ver mocosos, quiero orden!- gritó.
Los niños más grandes corrieron a donde estaba la comida y los dulces.
-Mis nachos- lloriqueó Danna -¿Qué se supone que vamos a hacer?
-No lo sé, linda. No sé como atender a un niño, mucho menos cinco.
Caminaron con los bebés hasta la sala, Danna decidió acostar a Dereck, de dos meses y el cual estaba dormido, en una cuna improvisada.
-Bien, ¿qué hacen ustedes cuando están con la abuela?, de hecho, ¿por qué no están con la abuela.- preguntó Danna.
-La abuela Sara se fue de día de chicas con la abuela Carla- contestó Austin.
-Interesante. Entonces decidieron venir a perturbar la paz de la tía Danna, ¿verdad?
-Tía Dan, te queremos mucho y queríamos pasar tiempo contigo- respondió Audrey.
-A otro perro con ese hueso, bebé- la mayor rodó los ojos.
-Cuando estamos con la abuela ella hace pasteles y galletas- agregó Ryan en su raro idioma de un niño de dos años.
-Olvida eso campeón, Danna y cocina no va bien en la misma oración- dijo Alex.
-¡Oye!- lo regañó la mencionada -Que preparo unas palomitas de maíz que te jodes- anunció con orgullo.
Alex negó con la cabeza.
-¿Qué es que te jodes?- preguntó Audrey.
-Es una palabra que si la dices y te escucha tu madre, muere la tía Dan. ¿Quieres que eso pase?
-No- susurró la niña asustada.
-Danna, sin traumas, solo llevan cinco minutos aquí- la reprendió su esposo -¿Qué tal si vemos una película?
-¡Sí!- gritaron los tres.
-Vamos a ver Grandes Héroes- eligió Austin.
-No por favor, películas de niños no- se quejó Danna mientras Alex ponía la película.
Y todos se pusieron a verla acomodados en el sofá.
*******
-No es justo, no es justo- lloró Danna en las piernas de Audrey -No podía morir su hermano, no podía, no es justo. El niño se quedó solito, sin su hermano, eso es cruel- sollozó afectada.
-Tranquila, tía Dan, al final Hiro fue feliz y eso es lo importante, era lo que quería su hermano mayor- la consoló la niña.
Alex veía la escena mientras alimentaba a Ella, la bebé de Allison. Estaba a punto de explotar en carcajadas. Y es que la imagen era graciosa: una mujer adulta de veintiséis años llorando a mares por una película infantil, siendo consolada por una niña de siete años.
-Supéralo, Dan- se burló él.
-¡No!, nunca, eso se quedará grabado aquí- se tocó el pecho.
-¡Dios!, a veces me pregunto que vi en ti mujer- rodó los ojos.
-Pues lo fabulosa que soy- dijo moviendo su pelo, tenía la cara toda roja por el llanto.
-Seguro. Esos ojos hinchados y rojos son maravillosos. Imposible no enamorarse de ellos- dijo su marido con sarcasmo.
-Cretino- murmuró.
-¿Qué es cretino?- preguntó Austin.
-Otra palabra que si dicen, se muere la tía Danna- la castaña hizo pucheros.
-No te preocupes, no la diremos, no queremos que te mueras tía Dan.
-Buen chico.
-Tía Dan, ¿cómo se conocieron tú y mi tío Alex?- preguntó una curiosa Audrey.
-Oh, eso fue muy divertido- dijo Alex sonriendo.
-No lo fue- Danna lo fulminó con la mirada.
ESTÁS LEYENDO
Amor y Dolor I
Romance"La historia de una familia" Cuatro historias en un solo libro. Novelas que antes estaban publicadas y que vuelven a Wattpad: ✓Esperándote ✓Amándote ✓Siempre Contigo ✓¿Te conquisto? ••Libro marcado con Contenido Adulto por escenas algo violentas.••...