Amor y Dolor I

Capítulo 10

6to mes de embarazo

¡Joder, amor!

Como te extraño, mi vida, hoy será corta la carta, no podemos escribir mucho.

Aprovecharé para decirte que estoy bien dentro de lo que cabe, pero te extraño, ya no aguanto, supuestamente ya queda poco de esto y podré verte por fin. No te desesperes, estaré pronto contigo, bebé.

Te amo mucho.

Esas fueron las pocas palabras que llegaron el sábado en la mañana de su esposo, varias líneas, pero las mismas la aliviaron como todas las anteriores. El nudo estaba ahí todavía, solo se iría en cuanto lo viera, pero su letra la conformaban por el momento.

Sus días se resumían en comer, dormir, ver televisión, hablar con su familia y volver a comer. Esa era su rutina diaria, más tarde tenía su consulta con la doctora para ver el sexo de sus bebés, antes no le importaba, pero ya estaba ansiosa por saber.

Quería hacer su habitación y sin saber el sexo no podía avanzar.

Esa mañana de lunes había amanecido con deseos de cocinar, acción que no hacía desde que Justin se había marchado. Preparaba una lasaña de queso, pollo y salsa blanca para el almuerzo, le acompañaría con un poco pan, es lo que le antojaba.

Se encontraba sola, ya que su madre estaba haciendo el mercado y las chicas se inscribían en la universidad. En meses no había estado sola y había olvidado lo bien que se sentía.

Se puso a pensar lo pasado en esos nueve meses que habían transcurrido. Justin se graduó, se casaron, él se fue, salió embarazada, su madre cumplió años, Zoey y Danna cumplieron sus veintes, decidieron iniciar la universidad. En fin muchas cosas, sus veintiún años estaban a la vuelta de la esquina, solo un mes, y en diciembre, dentro de cuatro meses cumpliría Justin sus 22. Y no sabía si él estaría con ellos en esa fecha, incluso los bebés ya habrían nacido para ese día.

Espantó sus pensamientos, no se iría por ahí. Mejor se puso a pensar que quería ejercer su carrera. Ella era fotógrafa y publicista, inició sus estudios a los dieciséis, ya para cuando conoció a Justin los estaba terminando, cuando se casó ya tenia su título. Era una cerebrito, con poca edad había terminado el bachiller pero no le gustaba demostrarlo.

Decidió que pondría un estudio de fotografía, tenía el dinero y la experiencia, solo le faltaría un lugar y el apoyo de su familia.

Cuando las demás llegaron se dispusieron a comer, para ir a la cita con la doctora.

*****

-Bueno, como siempre todo está en perfectas condiciones. Tu embarazo, Allison, es uno de esos que no dan problemas ni nada, por suerte- le comentó la doctora -tus bebés pesan un kilo cada uno, pero bebé A es unos gramos más gordito, para cuando tengas nueve meses, estarán en el peso adecuado.

-¿Llegaré}á a los nueve meses doctora?- preguntó Sara.

-Su embarazo como dije, no tiene riesgo alguno, los que nos asegura que sí es probable llegar a los nueve meses- contestó y movió el aparato -Bueno, estos chiquitines si se dejan ver hoy.

-¡Oh, por Dios!, que emoción- gritó Danna.

-Dígame, doctora, me mata la curiosidad- dijo Allison.

-Okey, deja ver... sí, ya veo....¿lista?- ella asintió con la cabeza, ansiosa.

-Bebé A es una gran niña, y bebé B es...- se detuvo.

-¡Dígalo ya!- se desesperó Zoey.

-Bebé B es un pequeño varoncito.

-¡Oh, mi Dios!, una parejita- exclamó Danna.

Las lágrimas de las chicas no se hicieron esperar y ella, bueno ella ya lloraba hacía rato, su intuición no le falló, ella sabia, siempre lo supo.

Y ya tenía sus nombres.