Capítulo 8/III

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-Es que no entiendo el porqué un hombre puede "piropear" a una mujer y viceversa no es aceptable.

-No lo sé, Dan- suspiró Alex.

De regreso a casa luego de dos relajantes semanas en Barbados, Alex y Danna conversaban en el taxi.

-Eso se llama machismo- replicó y vio a un chico. Sacó su cabeza por la ventana -¡Eh, tú!, ¡El rubio, sí a ti¡ ¡Bonito culo, cuídalo bien que si te agarro te violo!- el muchacho se sorprendió y luego frunció el ceño.

-¡Danna!- la regañó su esposo. El chofer soltó una carcajada. Definitivamente ya era ella de nuevo.

-¿Ves?- se cruzó de brazos -Si hubiese sido hombre y ese chico mujer, no me hubieras regañado.

-También lo hubiese regañado, no es agradable estar gritándole cosas a la gente.

-¿Me vas a negar que nunca lo hiciste?- le preguntó ella mirándolo con ojos entrecerrados.

-No, no lo hice, me parece una falta de respeto.

-Bien, me parece lo correcto.

Luego de eso pusieron a hablar cosas sin sentido hasta llegar a casa, donde lo esperaban todos. ¡Como no!

-¡Jayden!, ¿te pusiste más guapo estas dos semanas?- gritó bajando del auto.

-Puede- le contestó este con arrogancia.

-Un poco de ayuda no viene mal- masculló Alex bajando el equipaje junto al taxista. Danna lo ignoró descaradamente.

-¿Arrogante, Jayden? Ya no me gustas- arrugó la nariz -¿Dónde está Marcos ''sexy'' King? Ese hombre tiene un trasero fenomenal- dijo buscando con la mirada.

-¿Marcos? ¿En serio? Me pierdes Dan- Jayden puso la mano en su pecho con fingida ofensa.

-¡Sara!, ¡mocosos!- gritó ignorando también a Jay y dirigiéndose donde su casi madre y sobrinos. -¡Choquen esos cinco!- los niños hicieron lo que dijo con una sonrisa.

-Mi niña, te veo bien- saludó Sara.

-Me siento bien- contestó con sinceridad dándole un abrazo.

-¡Danna!- gritaron las chicas.

-¡Mis chicas!- también gritó abrazándolas. -¿Cómo están?

-No tan bronceadas como tú- Zoey hizo un puchero.

-Hermanita- murmuró Justin. Esta lo abrazó con fuerza -Me hiciste falta. ¿Sabes que te amo?

-Si lo sé. Yo también me amo, soy fabulosa- respondió y el hombre rodó los ojos.

-Definitivamente estás bien- añadió Allison.

-Claro que estoy bien. Eso es lo que hace tener mucho sex...- todos la interrumpieron con un grito. Miró a sus sobrinos.

-¿Qué ibas a decir Tía Dan?- preguntó Audrey con inocencia.

-Que eso es lo que hace tener mucho se... se...- pensó una palabra -secreto, sí, eso. Secreto.

-¿Y cuál es el secreto?- cuestionó Austin.

-Que en mi maleta hay muchos regalos para ustedes- les susurró. Y los niños gritaron un ''sí'' muy fuerte.

***

-¿Qué haces?- Danna se arrojó al sofá. Alex que estaba entretenido con el portátil, dio un respingo.

-Nada- siguió tecleando y ella frunció el ceño.

Se acercó a la laptop para ver que hacía y abrió los ojos incrédula.

"Algunas posiciones para que tu esposa quede embarazada más rápido".

-¿En serio, Alex?- preguntó divertida.

-Muy en serio- contestó. Dejó el aparato a un lado y miró con seriedad a su mujer. -Te conozco, Danna y sé que quieres un hijo a pesar de todo. ¿Y quién soy yo para negártelo?

-No es necesario Alex, que pase cuando tenga que pasar- suspiró.

-No. Quiero buscarlo. Y que no se te olvide que la forma de hacerlo es bastante entretenida y satisfactoria- arqueó ambas cejas y le sonrió seductor.

-Eres un idiota- Danna también le sonrió. Él le lanza un beso y siguió con su búsqueda.

-He encontrado cosas interesantes aquí. Oye esto: si pones a tu esposa en la posición del perrito, hay más probabilidades de embarazo y de que sea una niña- leyó.

-Interesante.

-Bastante. Las cosas que uno encuentra en internet- asintió mirando la pantalla.

-Alex, disculpa el cambio brusco de tema. Pero necesito hablar algo serio contigo.

El muchacho prestó atención de inmediato. Cuando Danna quería hablar algo serio era porque en verdad lo era. Ella no era muy seria que digamos.

-Te escucho.

-Quieres formar una familia, una con niños y eso- comenzó afirmando.

-Sí, ya llevamos muchos años juntos.

-Y a eso voy. Llevamos cinco años conociéndonos y cuatro de casados. Pero nunca me has hablado de tu familia- Alex se tensó de inmediato -¿No crees que es justo que me conozcan, a sus nietos?, que formen parte de tu vida.

-Yo no tengo familia, Danna- dijo molesto. Algo raro en él.

-Claro que la tienes. Tienes a tu padre y un hermano- abrió los ojos sorprendido. ¿Cómo supo eso? -Soy tu esposa, busqué en tus registros- contestó a la pregunta no formulada, encogiendo sus hombros.

-Ellos no son mi familia- gruñó -Mi familia eres tú nada más. No necesito de ellos.

-No digas eso, Alex, todos necesitamos a nuestros padres- hizo una mueca recordando a los de ella.

-Tú quizás, pero yo no- Alex pasó las manos por su corto pelo -No necesito de unos padres que me obligaban a trabajar para llevar el dinero de la comida, el cual cogían para otra cosa. Mamá para sus drogas y papá para su alcohol. A veces no iba a la escuela solo para quedarme a hacer horas extras en la cafetería donde trabajaba y así poder llevar dinero, porque si no lo hacía la paliza era segura. Tan segura como las que me daban el grupo al cual mi hermano le compraba marihuana y luego no les pagaba.

-Alex yo...- fue interrumpida.

-Eso no es una familia, Danna. En cuanto entré a la universidad y tuve la oportunidad, me largué de esa casa. Y créeme que ha sido lo mejor que he hecho. La mejor decisión que he tomado en la vida- miró a su esposa con los ojos aguados -Así que no me pidas que los busque, porque será lo único en lo que no te voy a complacer.

-Alex, yo no sabía. Lo siento mucho- se levantó del sofá y se acercó a él para abrazarlo con fuerza. -Te amo- le dio un beso corto -Te prometo que no hablaré de eso más nunca.

-No importa- se encogió de hombros.

-Pero necesito que no me ocultes nada. Nada de nada- lo regañó con su dedo índice en alto.

-Eso era lo único que no sabías de mí. Ahora, si me permite- la tomó en brazos. Danna soltó un grito de sorpresa -Tenemos bebés que fabricar.

-¿No estas cansado del vuelo?- le preguntó cuando iban subiendo las escaleras.

-Para estar contigo nunca estoy cansado- le guiñó un ojo.

-Mañana llegarás tarde al consultorio.

-No me importa- llegaron a la habitación. -Nada te va a librar de esto, mi Dan- le sonrió con lascivia.

-No quiero librarme de nada. Solo estoy asegurándome de que esta noche no tenga ningún contratiempo- lanzó una mirada coqueta a su compañero.

-No te preocupes por eso- se acercó a ella y la besó con intensidad.

Amor y Dolor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora