Alex caminaba de un lado a otro en la sala de emergencia. Habían pasado dos horas, dos agobiantes horas. Sabía de antemano que era una operación de alto riesgo, los bebés podían morir o peor, Danna podía fallecer. No sabía como descargar su ansiedad. Había llorado, gritado y golpeado una pared. Nada servía.
-Tienes que calmarte, Alex- dijo Jayden tomándolo por los hombros.
-No me pidas que me calme, no puedo. Me voy a volver loco- tiró de su pelo con fuerza.
-Alex, te entiendo. Que no se te olvide que es mi hermana la que está allá dentro- Justin señaló las puertas por donde se llevaron a Danna -Pero hay que estar tranquilos o te van a sacar, y créeme, eso será peor.
Alex cerró sus ojos con fuerza y respiró hondo. Pasó media hora más y por fin salió la doctora. Él se levantó como un resorte y la abordó.
-¿Cómo está Danna?, primero ella.
-Ella está en perfectas condiciones. La hemos sedado por completo y ahora está en una habitación esperando que pase la anestesia. Desde ahora le digo que Danna no se puede quedar embarazada bajo ninguna circunstancia, su útero es muy débil para retener un bebé- Alex asintió de acuerdo. Nunca más embarazaría a su esposa, aunque eso implicara que tuviera que hacerse una vasectomía.
Miró hacia atrás y vio a los demás con el rostro un poco más relajado que antes.
-¿Y mis hijos, doctora?- preguntó con miedo. La mujer suspiró.
-Acompáñeme- la piel se le erizó tras esa palabra. Su corazón se aceleró.
Hizo lo que la mujer le indicó y entraron por donde se llevaron a Danna. Los recibió otro pasillo, caminaron hasta una sala donde Alex se puso un traje esterilizado y limpió sus manos. Sin decir una palabra continuaron hasta la segunda planta a una sala que indicaba: neonatos. Tragó saliva.
-No le voy a negar nada, señor. Sus hijos están muy delicados de salud. Nacieron en la semana veintiséis y aunque están listos para sobrevivir fuera del útero, sus pulmones no están lo suficientemente desarrollados. Con esto le quiero decir que cualquier cosa que pase, no se lo tome de sorpresa- la mujer abrió la puerta y caminó hasta la primera incubadora de la sala -Este es el bebé menor. Es más grande y pesa más, dos libras para ser exactos. Este está de mejor salud que el otro, tiene más esperanzas de vida- Alex se acercó a la caja de cristal y al ver a su bebé sus ojos se llenaron de lágrimas.
Era pequeñito, un poco más grande que su palma quizá. Tenía los ojos cerrados y respiraba con ayuda de unos tubos que iban desde su naricita hasta un tanque de oxígeno. La doctora le permitió entrar la mano y su bebé le tomó el meñique con su pequeña manito.
-Hola, campeón. Tu eres fuerte, sé que vas a sobrevivir- susurró y acarició su cabeza.
-Vamos- sacó la mano -El otro está por allá- la mujer señaló una incubadora al final.
-¿Por qué no están juntos?- inquirió Alex.
-En su estado no es recomendable, si sobreviven más adelante, entonces se colocarán juntos- asintió -Este es el mayor, fue el primero que sacamos por orden del obstetra. Como puedes ver, este cuenta con menos color en su piel, es más pequeño, pesa menos, una libra y algo más, y tiene menos esperanzas según el pediatra, pero yo creo lo contrario. Si hubieses visto como lloró cuando lo sacamos de la bolsa- sonrió. Alex con el corazón en la boca se negó a entrar la mano.
A simple vista se veía más débil y pequeño. Con seguridad era del tamaño desde su palma. Su piel era roja, tenía un tubo con oxígeno y una intravenosa en el brazo izquierdo. Alex tapó su rostro con las manos y rezó al cielo para que esos pequeños, que le robaron el corazón en un instante, sobrevivieran.
-Haremos todo lo que esté en nuestras manos para salvarlos, señor, cuente con ello.
-¿Cuánto durarán aquí?- limpió sus lágrimas.
-Lo que sea necesario. Al menor le doy más o menos un mes, pero este, fácilmente dura de dos a tres meses, según su evolución.
La mujer escoltó a Alex hasta la sala de espera del ala de maternidad. Allí tenían a Danna interna. Un enfermero fue a buscar el resto de la familia por orden de la doctora.
-Gracias, doctora- le tendió su mano -Mil gracias por salvarlos, a los tres.
-No agradezca, señor, ese es mi trabajo, además no lo hice sola- la mujer sonrió y se retiró.
A los cinco minutos llegaron los demás. Alex abrazó a Sara con fuerza y sollozó.
-Están vivos, ambos. Pero hubieras visto su estado, son pequeñitos, del tamaño de mi mano y están conectados a tanques de oxígeno- Sara acarició su espalda y lo ayudó a sentar -No quiero que se muera ninguno.
-Eso no va a pasar. Ya verás que tendrás a dos pequeñas copias revoltosas, corriendo por tu casa dentro de un año- Alex sonrió por lo que dijo Sara.
-Y más si son hijos de Danna. Uff, lo que te espera hermano- dijo Justin para romper la tensión del momento. Todos ríen de forma leve.
***
-Marcos- llamó Audrey.
-¿Si, pequeña?
-¿Mi tía se va a morir?- el hombre abrió los ojos sorprendido.
-Claro que no, ¿por qué piensas eso?- preguntó sentándose a su lado. La niña se encogió de hombros -¿Sabes?, vamos a llamar al tío Jay para saber qué ha pasado.
Marcó a su mejor amigo y esperó a que atendiera.
-Marcos, ¿pasó algo con los niños?
-No, solo quería saber como está Danna- puso el altavoz -Audrey escucha- le avisó.
-Está dormida y fuera de peligro, mañana podrás venir a verla, pequeña.
-¿Me lo prometes?- dijo la niña con voz entrecortada.
-Claro que sí. No te preocupes y a dormir que ya es tarde.
-Apenas son las nueve.
-Sin excusas, señorita- la niña rió -Adiós, copia número uno- y colgó antes de que la niña lo regañara.
-¿Ya ves?, todo está bien- acarició su pelo -Danna es una guerrera.
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Amor y Dolor I
Romance"La historia de una familia" Cuatro historias en un solo libro. Novelas que antes estaban publicadas y que vuelven a Wattpad: ✓Esperándote ✓Amándote ✓Siempre Contigo ✓¿Te conquisto? ••Libro marcado con Contenido Adulto por escenas algo violentas.••...