Amor y Dolor I

Capítulo 4/III

-¡¿Cuarenta mil dólares?!- gritaron las tres mujeres que acompañaban a Danna, llamando la atención de los transeúntes.

-¿Pueden bajar la voz?- las regañó entre dientes -Sí, cuarenta- confirmó mirando su caro anillo.

-¿De dónde sacó tanto dinero?- preguntó Sara.

-Según lo que sé. Su abuelo paterno le dejó un fideicomiso de quinientos mil dólares para que comprara un buen anillo de compromiso, hiciera una excelente boda y pusiera su negocio soñado. Exactamente como lo he dicho, no puede tomar el dinero para más nada.

-Cool. Me imagino que ese negocio soñado es un consultorio para cuando se gradúe- cuestionó Zoey.

-Así es.

-O sea que la familia de Alex es rica- afirmó Allison.

-No exactamente. Pero dado a que es hijo y nieto único, su abuelo puso a su nombre el dinero que había ahorrado durante toda su vida.

Caminaban por un paseo de tiendas en busca de un vestido de novia perfecto para Danna. La boda sería dentro de unos pocos meses, seis para ser exactos.

-Aquí estamos- dijo Sara deteniéndose en el escaparate de una tienda.

-Wedding dress- leyó Danna el nombre -Muy original. ¡Nunca se me habría ocurrido!- agregó con sarcasmo.

-Ya calla y entra- Allison la arrastró por su antebrazo.

Al entrar una dependienta con sed de venta las abordó de inmediato.

-Bienvenidas al Wedding dress, ¿cuál es la afortunada?- saludó con una muy actuada sonrisa.

-La afortunada no sé, pero yo soy la que se casa- Danna le sonrió de la misma forma.

La mujer mostró disgusto y otra chica con pinta más amable se acercó.

-Melissa, yo me encargo- sonrió y dirigió a las mujeres por el ala derecha de la tienda -Disculpen, es la hija de la dueña y está aquí pasando un castigo.

-No hay problema- dijo Sara.

-Bueno, mi nombre es Ashley y seré su guía por esta alucinante aventura. Casarse es una de las cosas más importantes en la vida de una mujer y por ese motivo Wedding dress les ofrece la mejor colección de vestidos de toda la ciudad, desde los más exclusivos hasta los más económicos, para que en ese día tan especial luzcan como las reinas que son. Para que nos podamos entender mejor debemos entrar en confianza comenzando por sus nombres y puestos- les ofreció una cálida sonrisa.

-Soy Danna, la novia.

-Allison, dama de honor.

-Zoey, dama de honor.

-Sara, su casi madre.

Cada una se presentó, admirando todos los vestidos a su paso hasta la sala donde se iba a realizar la prueba del vestido.

-Perfecto. ¿Cuál es el presupuesto?

-Dos mil quinientos dolares.

-Excelente. Pueden pasar.

Abriendo la puerta Ashley las invitó a entrar. En la sala habían más vestidos preciosos, además de velos y tiaras. Tomaron asiento en un sofá de piel que allí había.

-Bueno, Danna, tenemos vestidos corte princesa, corte sirena, con encaje, con piedras, con corset, rectos, pomposos, diferentes tonos de blanco, beige, vestidos clásicos, modernos..- la chica hablaba y Danna estaba cada vez más perdida.