Amor y Dolor I

Capítulo 5

Había pasado una semana y la agonía estaba acabando con Allison, estaba en un estado de depresión muy peligroso, hacía dos días se tomó un frasco de píldoras para quitarse la vida. Suerte que su familia había decidido pasar una temporada con ella para que no se sintiera sola. Fue encontrada por su cuñada Danna que la llevó a emergencias, desde ese día la mantenían vigilada.

-No puedes quitarte la vida. Justin vendrá y al saber que no existes se destrozará- su madre la hacía entrar en razón.

Estaban todas almorzando cuando llegó un cartero, se extrañó ya que la correspondencia la dejan en las mañanas, Zoey recibió el sobre que firmaba: Para la señora O'Connell.

-Ábrelo- le incitó su cuñada.

-¿De dónde viene?- preguntó su madre.

El corazón se le aceleró cuando vio que venia desde el frente.

-Es de el frente- susurró nerviosa.

Con manos temblorosas abrió el sobre bajo la atenta mirada de las mujeres que la acompañaban. Su corazón dejó el mal presagio a un lado y brincó de alegría al ver que era una carta de su amado.

-Es de Justin- dijo alegre.

Mi amor

Antes que nada quiero decirte que te amo con mi vida, esta semana sin ti me ha dado a entender que mi amor por ti es inmenso, te extraño demasiado, no dejo de pensar en ti.

Tomé la decisión de escribirte cada semana, cada sábado te llegará una carta mía para decirte cuanto te amo y como estoy, el día que deje de llegarte una de estas es por que ya no estoy, pero no preocupes, eso no va a pasar.

Y como escribo para decirte como estoy, te digo que físicamente estoy prefecto pero en lo emocional estoy devastado, me haces muchísima falta. Sentir tu calor, el olor a coco que desprende tu cuerpo y tu pelo.

Por aquí las cosas están feas no te lo negaré, pero el amor que siento por ti es tan inmenso que me hace inmortal. No puedo recibir tus cartas, así que no hagas ninguna, grita al cielo que me amas y Dios se encargara de que me llegue tu mensaje.

Tengo que dejar de escribir, solicitan mi presencia. Solo me queda decirte nuevamente que TE AMO y que pronto estaré junto a ti.

No me olvides, espérame

Siempre tuyo, Jus.

Las lágrimas de todas rodaban por sus rostros, ya que leyó la carta en voz alta. La presión en su pecho se hizo mas grande. Se levantó rápidamente del comedor y su familia le siguió el paso.

Salió al patio trasero, saco fuerzas y grito al cielo.

-¡Te amo, Justin O'Connell!, ¡siempre estaré esperándote!

Cayó al suelo de rodillas llorando, su madre consolándola, dándole palabras de apoyo.

En la noche cuando se iba a acostar, leyó la carta nuevamente. Se paró de la cama y rebuscó en el armario hasta que encontró lo que buscaba. Una pequeña caja de madera que estaba vacía, seria su nuevo santuario.

Guardo la carta dentro y en el interior de la tapa puso una foto de ellos el día de su boda y una de el día de la entrega de los honores.

-Te amo tanto mi Justin- acarició la foto -Estoy aquí, esperándote.

*****

Estaba perdido en sus pensamientos cuando escuchó un leve susurro que vino con el fuerte soplar del viento.

-Te amo, Justin O'Connell, siempre estaré esperándote.

¡Joder!, era la voz de su mujer.

Los vellos del cuerpo se le erizaron, y sacudió la cabeza. Ya sí que se estaba volviendo loco.

Escuchó un estruendo a su lado. Un disparo, pensó. Salió de sus cavilaciones y se dispuso a defender a su país.

Quería acabar con esto, quería volver con su mujer.