Amor y Dolor I

Capítulo 13

Día del parto

-Oye, ¿y cómo se llamarán los pequeños?- preguntó Danna.

Habían pasado casi dos semanas del entierro de Justin. Había sentido leves contracciones pero nada alarmante. Se encontraba con las chicas viendo una serie y su madre andaba de mercado.

Estaba comiendo unos nachos con queso y su mano quedó suspendida a mitad de camino por la pregunta de su amiga y cuñada.

-Es cierto, lo tienes guardado hace mucho. Exigimos saberlo- sin poderlo evitar soltó una carcajada por la cara de su hermana. Parecía un bulldog arrugando así la cara.

-¿De qué te ríes?- volvió y preguntó Danna.

-De nada. Y es cierto, lo tengo bien guardado. Y no se los pienso decir.

-Perra- murmuró Zoey

-Metiche- contraatacó Allison.

-Chicas, dejen de pelear- se escuchó la voz de Sara.

-¡Ahh!- saltaron las tres mujeres -¿De dónde carajos saliste, Sara?

-Esa boca, Danna- reprendió.

-Eres un jodido ninja, mamá- y la mencionada fulminó a Zoey -¿Qué?, ¿por qué me miras así?- y Sara negó con la cabeza.

-Mamá, diles que no diré el nombre de los bebés- pidió Allison.

-Oh no. Dirás como se llamaran los bebés, ahora.

-Toma esa- dijo Danna y Zoey rió.

-Pero, mamá- lloriqueó y fulminó a las chicas que le hacían burlas -No lo diré- dijo decidida, cruzada de brazos.

-Lo dirás, o si no, no te prepararé el pastel de carne que tanto te gusta- chantajeó su madre y ella puso cara de ofendida.

-Eso es jugar sucio, mamá.

-Atente a las consecuencias- la miró asombrada, que metiches eran.

-Así se habla, Sarita- añadió Danna, que se había mantenido callada.

-Está bien, ustedes ganan. Se llamaran A... ¡Ah!- gritó, un dolor le recorrió por todo su vientre bajo.

-¡Oh, por todos los cielos!, ha roto fuente- gritó Zoey.

Y efectivamente, miró para abajo y en el sofá se estaba formando un círculo de humedad. Otro dolor le recorrió y le hizo perder el aliento.

-¡Joder!, esto duele- gritó -Llévenme al hospital. ¡Rápido!

******

-Estás de seis centímetros, Allison. Avanzas rápido- le dijo su doctora.

-¿Rápido?, ¿te atreves a decir que voy rápido? Tengo tres malditas horas aquí- gritó desesperada.

-Doctora, ¿le pondrán la epidural?- preguntó Sara, que era la que estaba con ella en la sala de parto.

-Sí, ya mando al anestesista- dijo y se retiró.

A los cinco minutos entró un hombre mayor y le inyectó un líquido en la columna. Que al cabo de media hora no le hizo absolutamente nada.

-¡Esta mierda no sirve!. ¡Me duele igual o peor que antes!- gritó con voz cargada en dolor.

-Tienes que esperar, hija. Pronto terminará.

-Tus palabras no sirven de aliento mamá- se quejó.

Al cabo de dos horas más, cerca de las seis de la tarde anunciaron el comienzo del parto, donde solo estaría su madre, deseando que fuera Justin el que ocupara su lugar.

****

Miró el reloj en su muñeca, las 4:42pm. Se dirigió a la puerta de su casa y tocó, pues había perdido sus llaves en el camino. Esperó y esperó y nadie le abrió. Era extraño, las chicas siempre estaban en casa. Miró por la ventana y nada.

¿Dónde estaban todas?, se preguntó.

Decidió caminar a la casa de Sara, a lo mejor estaban ahí. Cuando no las encontraba, allí era que buscaba. Llegó y tampoco había nadie en la casa.

-Joven- le llamó una señora -Las mujeres de esa casa, están todas en el hospital. Están llevando a la niña Allison que est.... - no la dejó terminar y corrió al hospital más cercano, no sin antes gritar un gracias.

¡Joder!, ¿qué tiene mi mujer?, preguntó para sí mismo.

Llegó en tiempo récord al centro de salud, no le importaban sus fachas, no le importaba nada, solo su mujer. Se dirigió a recepción y la mujer se asombró de verlo, examinó su uniforme de soldado y tragó saliva.

-Busco a Allison O'Connell- no la dejó ni hablar.

-¿Quién le busca?- pregunta.

-Su esposo- respondió, la chica tecleó con paciencia en el ordenador y él estaba que se halaba de los pelos por los nervios.

-Planta tres, unidad de maternidad- le dije, él frunció el ceño.

Corrió a toda velocidad por las escaleras, su corazón retumbaba en su pecho. Unidad de maternidad, no podía ser.

Llegó a su destino y vio a Zoey y Danna, sentadas en la sala de espera. La última levantó la cabeza hacia él y abrió los ojos como platos, incluso podría decirse que con pánico.

Él le sonrió y ella estaba pálida. ¡Joder!, ni que fuera un fantasma, pensó Justin.

-Zo... Zo...Zoey- su voz temblaba mientras le tocaba el brazo a la mencionada -Cre...Creo que me estoy volviendo loca- diijo cuando Zoey levantó la mirada hacia ella y sin apartar la mirada de él.

-Siempre lo has estado, hermanita- le dijo Justin.

Inmediatamente la cara de Zoey fue a su dirección y puso la misma expresión de Danna, la cual ahora estaba llorando.

-Tu...Tu....estás... mu...muerto- tartamudeó Zoey, al borde de las lágrimas y él frunció el ceño.

-Si fuera así, no estuviera frente a ustedes- se les acercó.

Ellas sin pensarlo dos veces se abalanzaron sobre él y le dieron un abrazo de esos que él echaba de menos. Lloraban en su hombro y estaba a punto de derramar lágrimas también.

-Estás vivo, pero, ¿cómo?, el general Colliins nos dijo...además te enterramos- soltó un torrente verbal Danna.

Justin las miraba confundido, ¿cómo que lo enterraron?

-Nos mintieron. ¡Joder!, estabas vivo. Con razón no nos enseñaron el cuerpo- Zoey tiraba de su cabello -Allison ha sufrido todo este tiempo sin razón. Pero, no enviabas cartas.

En cuanto Zoey mencionó a su mujer volvió en sí, ¿dónde estaba?

-¿Donde está Allison?- le dio voz a sus pensamientos.

-¡Oh, cielos!- gritó Danna.

-¿Qué?, ¿qué pasa?- preguntó nervioso.

-Ella est...- Zoey fue interrumpida.

-¡Allison ya dará a luz!- anunció Sara.

El mundo se detuvo para Justin al escuchar esas palabras de la boca de su suegra.

Allisson estaba embarazada.

Allison estaba de parto.

Iba a ser padre.

Eran los pensamientos de Justin, vio a Sara que aún no se daba cuenta de su presencia. Necesitaba estar con su esposa. No dudaría ni un segundo de que ese niño era suyo.

-¿En dónde está?- le preguntó a su suegra.

-¡Por la madre de todos los soldados!- Sara tapó su boca de la impresión y le abrazó -Ya habrá momento de explicaciones. Ahora ve con mi hija, te necesita. Está en la sala de partos.