–¿Qué hace este cabrón aquí?– gruñó Draco en el interior de su camioneta.
Vio como Marcos bajó de su auto con pasos decididos y subió al viejo edificio. No había que ser muy inteligente para saber que iba al apartamento de Katie. Los dientes de Draco rechinaron por el apretamiento de su mandíbula.
–¿Quiere que me encargue de él, señor?– le preguntó uno de sus hombres.
–No. Vamos a ver si la maldita puta esa acata bien las ordenes– respondió entre dientes.
Pasaron las horas y nada pasaba. Marcos no bajaba. A eso de las cinco de la mañana sus ojos pesaban y comenzaba a dormitar.
–Señor, ha bajado– le llamó el mismo hombre de antes.
Draco vio rojo y la furia invadió su cuerpo. Había amanecido con él y las iba a pagar. Tomó su móvil y esperó a que del otro lado contestaran.
–Señor– respondió una voz ronca.
–Ten todo preparado– fue lo único que dijo antes de colgar. Ellos sabían que hacer ya.
Marcó otro número y sonó pero no contestaron. Intentó de nuevo y le respondieron con un gemido.
–¿Sí?– la voz de Gelga le producía náuseas. Podía ser muy bella pero era una maldita zorra.
–¿Quieres que mate a tu hermano?– gruñó.
–¿De qué hablas?– Gelga se incorporó de la cama de su nuevo amante y prestó más atención.
–De que está aquí, en la casa de Katie. No se ha alejado de ella, ese es nuestro trato, mantenerlos lejos.
–No lo sabía, le he dado dos días, de hecho, hoy se vencen. No te atrevas a hacerle algo.
–Como se vuelva a acercar a esta calle, le meto una bala entre ceja y ceja– la amenazó.
–No te preocupes, querido, lo tengo bajo control– dijo con voz melosa –Tú te quedas con tu putita y yo con mi hermanito. Adiosito– colgó.
Enfurecido salió de la camioneta dando un portazo, no sin antes avisarle a su chofer que estuviera preparado. Subió las escaleras de dos en dos y tocó la puerta de la castaña con furia.
Ya verás pequeña, que a mí se me obedece y que conmigo no se juega. Veremos cuanto quieres a tu hija, dijo para sí mismo mientras seguía tocando.
***
Marcos está comenzando a impacientarme, pensó Gelga frustrada.
Necesitaba esa herencia a como de lugar, le urgía aumentar de personal, por así decirlo, y para eso necesitaba dinero. Más de lo que generaba el burdel. Eso significaba el fideicomiso que le dejó Frederick tras su muerte a Marcos. Era un patrimonio de cinco millones de dólares. Cuando la carta llegó a su casa en Inglaterra, sus ojos brillaron como el oro.
Recibió una llamada.
–¿Qué?– contestó brusca.
–Jefa, habla Jean– contestó su asistente –Para informarle que la chica que hemos sometido al aborto, ha muerto, no lo resistió, perdió mucha sangre.
–¿Cuantos años dijiste que tenía?– preguntó despreocupada.
–Trece, señora.
–Típico, las jóvenes no resisten los fuertes golpes de la vida– negó con la cabeza –Quema su cuerpo, no quiero evidencias que me incriminen. ¿Algo más?
–Sí, Nick ha sufrido otra sobre dosis, tres en dos semanas. No resistirá mucho, solo tiene quince años.
–Tu encárgate de todo, Jean, tengo cosas más importantes de que ocuparme aquí– la regañó.
–Está bien, se...– no la dejó terminar y colgó.
Su cabeza solo estaba interesada en conseguir ese dinero.
***
En Inglaterra...
–Señor King, hemos recibido estos papeles esta mañana temprano– entró la secretaria del oficial a cargo del caso de trata de personas –Son documentos que incriminan a Gelga Fuller y Draco Payne, puede ser una puerta hasta ellos.
–Deja ver– ella le entregó los papeles y lo repasó lentamente –Son originales, ¿quién los ha mandado?
–Viene desde un contacto del Ejercito de Estados Unidos, una oficina en Portland, a nombre de Justin O'Connell y Marcos King– al señor le latió rápido el corazón.
–Con esto y lo que cree Gelga de mi supuesta muerte es suficiente para encarcelarla. Llama al oficial Lee, debemos reunir a los muchachos y desmantelar la red de estos delincuentes, luego a por ellos.
–Sí, señor– se marchó la mujer rápidamente.
Frederick King, un hombre con principios que a pesar de sus sesenta y ocho años aún rendía honor a su país deshaciéndose de ratas que dañaban la sociedad.
Con su pelo blanquecino, imponente estatura, ojos azules intensos, daba a conocer sin ninguna duda que era el padre biológico de Marcos. El cual a pesar de llevar su apellido nunca lo conoció gracias a su madre, quien no lo permitía, aunque tomaba el dinero que él mandaba para su retoño.
No fue hasta unos veinte años después que supo lo que pasaba con su primogénito y prometió vengarlo. Había acabado con su madre, ahora le tocaba a Gelga. Ambas pagarían lo que le hicieron a su hijo. Luego acudiría con él y lo estrecharía en un gran abrazo y solo entonces podría morir en paz.
–Esto es por ti, Marcos, y no descansaré hasta que una de ellas sufra lo que sufriste tú– acarició una vieja foto de su hijo con quince años, que robó de un expediente policial –Solo espero que sepas perdonarme, porque yo te amo.
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Amor y Dolor I
Romansa"La historia de una familia" Cuatro historias en un solo libro. Novelas que antes estaban publicadas y que vuelven a Wattpad: ✓Esperándote ✓Amándote ✓Siempre Contigo ✓¿Te conquisto? ••Libro marcado con Contenido Adulto por escenas algo violentas.••...