Capítulo 9/II

1.9K 243 6
                                    


Con toda la rabia que hervía en su interior Zoey se paró de su silla para ir a enfrentar a Jayden, tomó su bolso y lo que le enviaron.

-Mamá, busca a Ryan en casa de Danna- dijo seria.

-¿A dónde vas cariño?

-A buscar explicaciones- le contestó con una mirada cargada de odio.

Salió del local y se subió en un taxi hacia Johnson Construction, S.A.

Danielle desde la acera de enfrente la miró enfadada y dolida. Explotó en carcajadas y la gente la observó como si estuviese loca. Jayden sabría que fue ella, era obvio. Pero podía lidiar con él furioso. En cambio Zoey se debía sentir traicionada por su mentira y no lo iba a perdonar.

****

Jayden estaba en su oficina firmando unos papeles y revisando otros. En eso recibió una llamada de su asistente.

-¿Qué pasó, Mike?- contestó con autoridad.

-Señor, aquí hay una chica buscándolo.

Él frunció el ceño. ¿Quién podría ser?

-¿Quién es?

-Dice llamarse Zoey Mills.

Confundido ordenó que la dejase pasar. Quedaron a la hora del almuerzo y que él iría a buscarla. A lo mejor pasó algo malo, pensó y se preocupó.

Ella entró y él comenzó a interrogarle.

-Amor, ¿qué pasó? ¿Le pasó algo a Ryan?, quedamos en qu...- se interrumpió al ver su rostro furioso y sus ojos llenos de decepción.

-Eres un maldito bastardo- le dijo con odio mezclado con dolor.

-Pero, ¿qué carajos?- exclamó extrañado.

Ella lanzó un papel y un pendrive a su escritorio. Los tomó y cuando leyó la nota sintió la ira crecer en su interior cuando vio el remitente.

-¡Maldición, Danielle!- rugió furioso.

-¿Así que es verdad? ¿Sabes? Tenía una pequeña esperanza de que estuvieran divorciados y ella estuviera frustrada contigo- dijo dolida.

-Zoey, cariño. Tienes que dejarme explicarte- le pidió cauteloso.

-¿Explicarme qué? ¿Que engañas a tu esposa conmigo? ¿Qué yo soy tu maldita amante? ¡Eso ya lo sé, maldita sea!- a medida que hablaba subía el tono de su voz.

-Tienes que escucharme, no es lo que parece- añadió él desesperado por explicarle.

-Esa maldita frase- espetó fastidiada -¿Sabes? No confiaba en los hombres y te di una maldita oportunidad a ti y me saliste peor que el padre de Ryan, al menos él no me engañó con nada.

-No me compares con él- le exigió ya enojado.

-Claro que no. ¡Tú eres peor!- gritó -Mírame bien, Jayden, porque es la última vez que me lo haces.

-Por favor, Zoey, solo déjame explicarte. No me hagas esto, yo te amo, te lo juro.

-No me jures amor en vano. ¡Estas casado, Jayden!, ¡por Dios!

-¡No!, o sea, si lo estoy, pero es porque Danielle no ha querido firmar el divorcio. Tienes que creerme, Zoey, por favor- suplicó al borde de la desesperación.

-¿Y por qué no me lo dijiste desde un principio?

-Para no alejarte de mí.

Ella rió amargamente, no podía creer el nivel de cinismo en ese hombre.

-A otro perro con ese hueso, Jayden. Hasta nunca- dijo y sin dejarlo replicar salió de la oficina.

Escuchó su voz llamarla pero no se detuvo. Tomó un taxi de regreso hasta su casa. Necesitaba llorar, no lo hizo frente a él, pero ya no podía retener el llanto más.

*****

Jayden llevaba media botella de whisky vacía, no siguió a Zoey porque la conocía y sabía que no lo dejaría hablar, ella era muy testaruda.

¡Joder!, perdí a la mujer que amo por no ser sincero, dijo para él.

Arrojó contra la pared el vaso donde bebía y este se explotó inmediatamente.

En eso entró una radiante Danielle, como si nada hubiera pasado. Él se levantó furioso y caminó hacia ella tomándola fuertemente del cuello y golpeándola con la pared. La muy cínica reía y él apretó el agarre. No le importaba matarla. No en ese momento.

-Eres una zorra estúpida, Danielle, no sabes cuanto te odio- escupió las palabras con mucha furia.

-Te dije que no te librarías de mi tan fácil.

-Oh, sí lo harás, o le diré a tus padres que mataste a su hija favorita solo porque le tenías envidia- le dijo malicioso.

Ella lo miró asustada.

-¿Cómo sabes eso?- inquirió con miedo en su voz.

-Pequeñas investigaciones que hice, buscando una manera de divorciarme de ti más rápido- dijo y apretó más el agarre, impidiendo la entrada de aire a sus pulmones -Dime, querida Danielle, ¿Me darás él divorcio?

-Eres un maldito- escupió con dificultad y lo miró con odio.

Amor y Dolor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora