Epílogo de ¿Te conquisto?

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Seis meses después...

Todos estaban en el patio de la casa de Marcos. Celebraban el cumpleaños de Katie. Esta estaba sentada con Paulette en las piernas, quien cada día se parecía más a su padre en todos los sentidos. Tenía un carácter impresionante.

Todos habían llevado un montón de regalos y comida para festejar. Los niños correteaban por todo el lugar y los adultos bebían cerveza como si la vida dependiese de ello.

Se mudó en aquella gran casa inmediatamente salió del hospital. Marcos no la dejó ni siquiera ir a su apartamento. No te quiero perder nunca de vista, fueron las palabras exactas de él.

–Le prometí a Amy una casa como esta si me aumentaban el sueldo en el hospital o si me casaba con un viejo millonario– le dijo a Danna mientras veía correr alegre a su hija. Nunca olvidaría la cara de emoción de ella cuando Marcos le mostró su nueva habitación.

–Pues no está viejo ni millonario. Pero sí está bien bueno– le contestó Dan mirando hacia el ojiazul que sonreía junto a Jayden –¿Sabes?, nunca lo he visto sonreír tanto y eso que tengo unos seis años conociéndolo. Todo gracias a ti.

Katie se sonrojó y Danna soltó una carcajada.

–Ya basta– la golpeó en el hombro.

Una hora más tarde aún seguían compartiendo. Habían montado un karaoke y Allison lo había acaparado para ella sola y no era que tenía la mejor voz. Más bien le chillaba.

–Suficiente, mujer– dijo Marcos quitándole el micrófono –Me toca– le guiñó un ojo a Katie.

Las miradas sorprendidas de todos lo hicieron reír.

» –No me miren así, hoy me siento motivado– carraspeó y le dijo a Alex que colocaron una canción.

Las primeras notas de The First Time de Robin Beck resonaron por todo el lugar a través de los altavoces. Luego la ronca voz de Marcos comenzó a cantar.

En cada palabra Marcos no alejó la mirada de Katie, transmitiéndole con la canción lo que sentía por ella, lo que logró hacer con su insistencia, enamorarlo. Cuando terminó no soltó el micrófono y metió la mano en su bolsillo.

–Katie, nunca pensé que estaría aquí con una mujer, tratando de hacer lo que quiero– tomó aire –Te amo, y sé que serás la única a la que voy a amar aparte de Amy y Paulette. Quiero retenerte a mi lado y pasar cada día de mi vida junto a ti. ¿Me harías el honor de ser tu esposo?

Katie se quedó en shock, su cerebro no respondía, nunca imaginó que llegaría al matrimonio y menos con él. Pero ahí estaba, frente a ella, con su rodilla derecha en el suelo y mostrándole un sencillo anillo de plata con pequeños diamantes. ¿Cuándo se había movido? ¿Cuándo le habían quitado a su bebé de sus brazos?

–Sí– respondió –Sí, sí, y mil veces sí– se rió y esperó a que Marcos pusiera la joya en su dedo. Luego le dio un suave beso en los labios. Habían niños presentes, en la intimidad ya le daría el beso que deseaba.

Los demás aplaudieron y vitorearon.

–Estoy embarazada, estoy de dos meses– le susurró en su oído y él se separó de inmediato para verla a los ojos. Sonrió emocionado.

–¡Joder!, voy a ser papá otra vez– gritó emocionado.

–¡¿Qué?!– chilló Danna –Pero si Pauly solo tiene seis meses.

–Lo que pasa es que cuando lo pruebas por primera vez, no puedes parar y eso trae consecuencias– Jay movió sus cejas de arriba a abajo.

–Cerdo– lo golpeó Zoey.

–¿De verdad tendrás otro bebé?– le preguntó Amanda a Katie y esta asintió –¡Sí!

***

Un año después Marcos y Katie dieron el sí quiero en una boda sencilla y familiar. Paulette tenía dieciocho meses y el nuevo bebé, llamado Peter, tenía cinco meses y como era de esperar era una copia de su papá. Ojos azules intensos y cabello negro como la noche.

A Draco le habían condenado a cadena perpetua y a Gelga por igual, por eso se ahorcó en su celda. Lamentablemente, Frederick fue diagnosticado con cáncer pulmonar y entonces solo disfrutaba lo que le quedaba de vida junto a su hijo y sus nietos.

–Te amo– dijo Marcos cuando estaban en la auto de recién casados.

–Yo te amo, más– Katie entrelazó sus manos y le sonrió.

–Eres lo mejor que me ha pasado– la besó con amor, con pasión. Con todo lo que sentía por ella. La mujer que lo conquistó.

Amor y Dolor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora