Capítulo 21/II

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Danielle vestía un impecable conjunto de enfermera, muy blanco y muy pulcro. Entró por la puerta principal de la clínica, con mucha seguridad y con una sonrisa malvada en el rostro.

Días atrás había estudiado al personal del centro de salud y este no era muy eficiente con el control de seguridad, haciendo más fácil y llevadera su gran hazaña.

Mostró su carnet de empleada en la puerta, usaba el nombre de Leah Wood, nadie más que su difunta hermana, que ''extrañamente'' había muerto por sobre dosis de fármacos.

Sin pensar mucho, dirigió sus pasos a la zona de recién nacidos del hospital, allí se ganó la confianza de enfermeras mediocres, alegando de que era nueva en entre el personal. Por lo que la integraron al cuidado de los recién llegados al mundo.

La suerte no pudo estar más de su lado, se le encargó el traslado de Dereck Johnson cuando la revisión de este terminó.

Calculó muy bien sus movimientos para no ser pillada.

Tomaría al bebé en el momento de ser llevado a la habitación de la madre, al fin y al cabo, a ella le tocaba esa tarea. También tenía un bulto en donde lo llevaría.

Lo llevaba en el pequeño cunero envuelto en varias mantas, el pequeño dormía plácidamente. Cerca de la habitación correspondiente se desvió y tomó el camino de las escaleras de emergencia.

Levantó a Dereck en brazos y escondió la cuna, bajó las escaleras lo más rápido posible y al llegar a la planta de abajo, acomodó al pequeño en el bolso como lo tenía planeado.

Sin ser vista, salió por la parte de atrás de la clínica hasta donde tenía estacionado su auto.

Emprendió camino hasta las afueras de la ciudad, donde tenía una casa escondida detrás de un bosque.

-Serás mi hijo ahora, te criaré a mi imagen y semejanza. Te pondré en contra de tu padre y te convertiré en su peor enemigo- le dijo al bebé a su lado.

***

-¡Son unos incompetentes!, esto no se quedará así, los demandaré y dejaré esta mierda en la ruina- decía Jayden furioso.

Aún estaban en la oficina del director, habían presentado la denuncia y gracias a la influencia financiera de Jay, tenían a todo el cuerpo policial del estado buscando a Dereck.

-Y de su título como médico, váyase despidiendo- le advirtió saliendo hecho una furia de allí, con Marcos siguiendo sus pasos.

-Vamos, hay que contarles a los demás- dijo serio el antes nombrado.

-Mi Zoey, Marcos. Como diablos le voy a decir que nuestro bebé desapareció- decía pasando las manos por su pelo -La voy a destruir con esta noticia.

-Aunque no quieras, tienes que contarle y apoyarse uno al otro, son una pareja y las parejas son para eso, estar uno con el otro.

-No es tan fácil- dijo contrariado.

-Vamos.

Al llegar a la habitación, Marcos entró solo. Todos lo miraron impacientes por saber lo que pasó.

-Señores, les voy a pedir que salgan todos al pasillo. Hay que hablar- dijo serio.

En el lugar se sintió la tensión y las miradas alarmantes no pudieron faltar.

-¿Qué pasó con mi bebé?- preguntó Zoey al borde del llanto.

-Eso es algo que tienes que hablar con Jayden. Vamos todos afuera.

Los demás le hicieron caso, abandonando la estancia y viendo a Jayden en el pasillo con el rostro descompuesto.

En el pecho de Zoey se formó una angustia muy grande, pensó lo peor y no se podía imaginar el dolor que le causaría si esa fuera la realidad.

En eso entró su amado, al verla negó con la cabeza incapaz de hablar y fijó la mirada en el suelo. Ella se sentía impotente.

-¡Maldición!, ¡dime que carajo está pasando! ¿Dónde está mi hijo?

A Jayden se le llenaron los ojos de lágrimas por la impotencia y el dolor. Levantó la cabeza para enfrentar a Zoey.

-Se lo llevaron- dijo con la voz ahogada -Se han robado a nuestro bebé.

Zoey sintió que la arrollaba un camión, el dolor se calaba por cada poro de su cuerpo y solo pensaba una cosa: su bebé había desaparecido.

-¡No!- gritó -¡Dime que es una maldita broma, Jayden!

Este negó con pesar y se acercó para consolarla. Ella lloraba desconsolada en su pecho y él la acompañaba en silencio.

No podían pensar, en el momento, en nadie que se pudo llevar al pequeño, pero Jayden le juró a Zoey que lo encontrarían así le costara toda su fortuna el hacerlo.

Ese mismo día pidieron el alta de la mujer para juntarse todos en la casa de ellos junto a la policía para poder encontrar a su bebé.

Todo se veían devastados.

Danna en cuanto vio a su amiga corrió a su encuentro y la abrazó en muestra de apoyo. Su amiga había sufrido mucho en poco tiempo y eso no era justo.

-Tranquila, ojitos azules, lo encontraremos- le susurró al oído.

Amor y Dolor IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora