¿Dejarán de rechazarme?

CAPITULO 30

AGENTE DALTON

Narra Daniella

La noche llegó y con eso el inicio de nuestra guardia, necesitaba patrullar los alrededores de mis territorios ya que me preocupaba el hecho de que las demás manadas no respeten.

[Nuestros territorios están cubiertos para    que el ojo común no logré verlos o saber que existen, pero los seres sobrenaturales pueden verlos y también ver nuestro hogar.

Además de los territorios que tengo protegidos también están los que los Dioses me otorgaron a mi y a mí manada por ser dignos de estos al igual que los que se encuentran alrededor de todos los anteriores, son pocos a comparación de los de otras manadas pero no cuentan los que están escondidos y son solo para mí y mi manada.

Como un refugio. ]

Con todo lo que hemos pasado estos días tal vez no nos tomen como una manada más de la zona, sino como una simple pequeña manada que solo vino a invadir un poco y luego se fue.

Mark y Riro fueron los primeros en patrullar los alrededores y ahora nos toca al agente Dalton y a mí, aunque sea un omega puede proteger y si no puede lo enseñamos a hacerlo.

—Entonces ¿cómo quieres que me dirija hacia ti? ¿agente Dalton o Gareth? o de otra forma, tú dime cómo te gustaría que te llamara. –
Le dije mientras íbamos caminando en nuestra forma humana por el bosque en la madrugada y él a mi lado.

—C-Como desee llamarme alfa. –
Me contestó nervioso.

[Debe de dejar de hablarme como si fuera a lastimarlo si dijera algo indebido.]

—Tienes razón, soy un alfa y tengo autoridad sobre ti...–dije y voltee a verlo, tenía su cabeza mirando al suelo y seguía temblando —...pero eso no significa que debas tenerme miedo, no te hare daño. –
Le dije colocando mi mano en su hombro haciendo que parara de caminar.

Se alejó de mi tacto, de alguna manera eso me puso triste ya que me daba a entender que él había pasado por varias cosas dolorosas en su antigua manada.

—Aunque aún sigo sin entender algo...–le dije y levando la mirada —...¿cómo es que frente a mí te muestras de ésta manera y cuando apenas nos conocimos parecías alguien totalmente distinto?, era como si no le temieras a nada. –
Le pregunté y me miró unos segundos.

—Y-Yo soy fuerte, pero el estar frente a un alfa y siendo o-omega debo de mostrar sumisión, eso es lo que me enseñaron en la m-manada ya que ese es el papel de un omega. –
Me respondió sin dejar de verme a los ojos.

—Pero ya no estás en esa manada sino en ésta, la manada Magna es como una familia y siendo alfa tengo autoridad sobre todos pero eso no significa que debas mostrarte sumiso ante mí, quiero que te veas como delta mínimo y si lo deseas te enseñaremos a comportarte como beta, al igual que todos los que son omegas en la manada. –
Le pedí mientras parábamos de caminar.

Por sus gestos diría que se sorprendió, pero me lleve yo la sorpresa cuando me abrazó.

—Q-Quiero ser como un delta, alfa, por favor. –
Me pidió.

—No tienes que pedirlo, mañana comenzaremos con los entrenamientos y yo personalmente junto con Peter te enseñaremos a ser como un delta. –
Le dije separándolo de mi.

[Tendrás su mismo entrenamiento, no por ser omega se te negará lo que desees. ]

En sus ojos había pequeñas lágrimas, entonces se arrodilló frente a mí.