¿Dejarán de rechazarme?

CAPITULO 31

RUMORES

Narra Dalton

—Si vas a quedarte y esperar conmigo lo que sea que venga no te coloques frente a mí. –
Me dijo y me movió para colocarme detrás de ella.

—¿Porqué no puedo colocarme ahí? –
Le pregunté.

—Porque yo seré quién proteja a mi manada no ellos a mí. –
Me respondió haciéndome sonrojar por lo dicho.

[Jamás se habían preocupado por mi de esta manera.

Por eso ella es diferente a los demás alfas. ]

Antes de que dijera algo escuche que se acercaba alguien rápidamente, voltee a verla y no parecía notar lo que venía.

Entonces antes de que me diera cuenta al lado de mi nueva alfa aparecieron el beta llamado Mark, el antiguo alfa y otro beta que se llama Rodrigo.

—¿Qué creen que sean? –
Les pregunta ella a ambos.

—No lo sabemos, en cuanto llegamos lo percibimos pero no logramos recordar de qué o quién sea. –
Le contesta uno de ellos.

—En resumen, estamos igual de perdidos que tú. –
Respondió el antiguo alfa.

[Uh, necesito aprenderme sus nombres.

Me siento mal dirigiéndome a ellos como Omega, Beta, Luna o Alfa.

No estoy acostumbrado a aprenderme los nombres de la manada ya que eso no era necesario en mi antigua manada. ]

—Entonces habrá que esperar que lleguen para averiguarlo. –
Respondió ella mirando hacia su lado derecho.

El resto miraba hacia el lado izquierdo y se confundieron cuando ella volteó al otro.

—¿Porqué volteaste a la derecha?, están de este lado. –
Dijo el otro beta que no había hablado.

—Es el viento, viene de este lado además de que ya puedo escucharlos. –
Le respondió y se quedó mirando hacia delante de ella en silencio.

—¿Cuántos son? –
Le pregunto el antiguo alfa.

Ella cambio si cara tranquila a una confundida, después abrió los ojos con miedo.

—Hay niños. –
Dijo y corrió en cuanto termino de decirlo.

Los Betas y el antiguo alfa también lo hicieron cambiando a su forma de lobo, así que yo también lo hice y los seguí.

[Espero y no me castiguen por ir detrás de ellos. ]

Tenía miedo, por mí y por esos niños.

Narra Daniella

Luego de que Mark, Riro y Antonio llegarán hice que se colocarán a mi lado y frente a Dalton.

—Coloquense a mi lado, enfrente de Dalton. –
Les dije y los tres lo hicieron mientras nos hacíamos los que olfateaban el viento.

—¿Ya no es agente? ¿porqué enfrente de él? –
Pregunta Alberto.

—Luego hablamos de eso, por ahora solo deben de protegerlo de lo que sea que venga. –
Les dije y con un asentamiento obedecieron.

Los minutos pasaban y no sabíamos con que nos enfrentamos hasta que logré escuchar pisadas, eran varias pero lo que más me sorprendió y preocupo era que había niños entre esas pisadas.