CAPITULO 43

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SORPRENDIDO

Narra Daniella

Mientras llegábamos a la manada mi padre me iba contando cuando él se enteró de lo que era, dijo que al cumplir los ocho años se enteró de lo que era realmente.

—Así que desde ese día mi padre me entrenó y mi madre me ayudaba con el resto, hasta que conocí a tu madre, estar con ella me hizo tener que esconder mi verdadero ser. –
Dijo con tristeza.

—Tiempo después de que Riro se marchó y que yo escapé de la manada Dark Night cumplí mis quince años, entonces fue cuando ocurrió todo. Fue cuando me enteré de quién y lo qué era. –
Le dije yo mientras apretaba con fuerza él volante de la camioneta sin romperlo.

Padre coloco su mano encima de la mía y voltee a verlo.

—Yo debía de explicarte todo esto, todo lo relacionado con los descendientes de la Diosa Luna y apoyarte cuando me necesitaras. Realmente soy el peor de los padres, te deje creyendo que estarías bien cuando sufriste más que ningún otro de tus antepasados. –
Me dijo sin dejar de mirar por la ventana a su lado.

Sonreí.

[A pesar de todo él siempre pensó en sus hijas. ]

—Tu hermana debe odiarme también, y tú madre ni siquiera querrá verme. –
Dijo él con pesar.

Gruñí.

—Elena te verá y seguramente te perdonará como yo lo hice, pero esa mujer a la que llamas mi madre no debería de importarte lo que piense. Poco tiempo después de que nos entregaron la carta donde decía que habías muerto ella se consiguió a otro hombre y recuerdo que se presentó como el Alfa Eduard. –
Le dije recordando esos días mientras tomaba otra dirección.

[Ese alfa, me acusaron de haberlo matado. Aunque yo ni siquiera lo sabía hasta hace poco tiempo, no soy una asesina. ]

Voltee a ver a padre y él tenía un rostro lleno de tristeza.

—Ella ¿era feliz? –
Pregunto con dolor.

[Parece que él aún siente algo por ella.

Padre, lamento que por mi culpa ustedes dos hallan tenido que separarse. ]

—¿Hablas de la mujer que me parió?...–le pregunté y él asintió –...no sé que fue lo que le ocurrió realmente padre, cuando ustedes estaban juntos podía ver cuánto amor te tenía pero desde que llegó esa carta ella cambió. Su forma de ser y el resto de ella solo buscaba su beneficio; pero respondiendo a tu pregunta, yo creo que sí lo es. –
Terminé de decir con molestia en mi voz, voltee hacia el retrovisor y había otra camioneta negra.

[Alguien nos viene siguiendo, ese presentimiento que tuve desde que salimos del pueblo no ha desaparecido. ]

—¿Tanto la odias? –
Me pregunta cuando pasamos por un camino lleno de piedras mientras entrábamos hacia un bosque donde era difícil pasar.

[Lo que siento hacia aquella mujer no es odio. ]

—No la odio, al igual que contigo yo solo quería amor maternal ya que jamás lo he tenido. –
Le dije cuando apague la camioneta luego de avanzar un buen tramo lejos de la carretera.

Me miró confundido.

—¿Ya llegamos? –
Pregunta viendo hacia afuera.

Negué y me miró sin entender.

¿Dejarán de rechazarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora