¿Dejarán de rechazarme?

CAPITULO 61

NUEVO DESCUBRIMIENTO

Narra Daniella

Me acerque a aquella nube y de ahí era de donde los gritos se escuchaban, eran de miedo y segundos después callaban. Con el don del viento que me otorgaron disemine esa nube y cuando el interior era más visible me sorprendí, al igual que todos los miembros de la manada Dark Night que estaban al rededor.

—Por la Diosa Luna... –
Susurre en sorpresa a lo que observaba.

Un hombre y una mujer, uno que aparecía y desparecía cuando lo atacaban, cubría a todos con tierra y solo dejaba su cabeza fuera del suelo. La mujer se movía como si bailase, movía las manos con elegancia y del suelo brotaban diferentes tipos de plantas que atrapaban a los invasores y sanaban a los guerreros que terminaban dañados por éstos.

Mire detenidamente toda la escena frente a mí y no había muchas palabras para describirlo.

—¿Fuiste tú quien nos invocó? –

Dijo con voz amable un hombre de piel canela y cabellos del color de la arena, sus ojos estaban cubiertos por una tela del mismo color de su ropa, la cual se movía con el viento, parecía arena. Su camisa parecía no tener mangas y parecía más un chaleco abierto que se mecía conforme se movía. Arena brillante es lo que parecía que su ropa tenía, como si fuese oro.

—¿S-Son ustedes espíritus de los elementos tierra y naturaleza? –
Les pregunté y ambos sonrieron. Seguíamos utilizando el idioma antiguo, aunque aún no sabía como lograba comprender y hablar ya que jamás lo aprendí.

—No somos simples espíritus, somos el elemento en sí. Soy el elemento de la naturaleza, mi nombre es Fýsi (Φύση) y tu me llamaste en mi ayuda para eliminar el mal en este lugar. –

Me respondió la mujer con cabellos del color de la tierra, sus ojos eran de un exótico color rosa, su piel era pálida pero con tonalidades verdes y vestía un largo vestido de todas las tonalidades verdes que existían y estaba decorado con algunas flores, sus manos estaban cubiertas de ramas pequeñas y daban la apariencia de delicados guantes.

—Creímos que habíamos sido llamados por algún poder mayor, pero fuiste tú quien nos llamó. Y no nos invocaste, nos llamaste. Mi nombre es Gi (Γη) y tu pediste nuestra ayuda así que aquí estamos Hija de la Luna, mi señora. –

Dijo el hombre arrodillándose y bajando la cabeza con respeto.

Mire a mi alrededor, todos los invasores estaban atrapados por la arena detrás de él y detrás de ella también, estaban a varios metros alejado de mí.

[Oh Diosa Luna. ]

—En un honor conocer a la única Hija de Luna, somos fieles siervos que estamos bajo tus ordenes mi señora. –

Dijo la mujer haciendo lo mismo y arrodillándose con elegancia, colocando su vestido de una manera que se viera perfecta.

Para ese momento yo ya estaba avergonzada y sorprendida.

—No deberían de hacer eso, creí invocar a espíritus de cada elemento pero jamás creí que llamaría a los mismos elementos de la tierra y la naturaleza. Gran elemento de la naturaleza Fýsi y gran elemento de la tierra Gi el honor es mío al estar en su mística presencia. –
Les respondí colocando ambas manos en el suelo y arrodillándome frente a ellos, sentí la sorpresa en ellos y eso me confundió.