¿Dejarán de rechazarme?

CAPITULO 49

SE AVECINA UNA GUERRA
Parte 4

...CONTINUACIÓN

—¡Para ser Alfa primero tienes que ser fuerte! ¡eres mujer, una loba y débil! –
Dijo uno de ellos.

[Yo no soy débil. ]

Fu Wen dejó de saltar por todos lados y comenzó a lanzarme patadas y puñetazos, los esquive fácilmente.

[No soy débil. ]

—¡Deja de esquivar y ataca niña! –
Gritó Fu Wen con molestia.

[No soy una simple niña. 

Fu Wen, me has hecho enojar. ]

Lo mire enojada.

Todo terminaría pronto.

—No soy débil Fu Wen...–
Le dije y él sonrió con superioridad.

[¡No lo soy! ]

—Si no lo eres ¿entonces quién demonios eres niña?, eres mujer y una maldita loba, eres débil quieras o no. –
Dijo Fu  Wen mientras corría hacia mi.

No me moví, espere a que me lanzará su golpe.

Para después yo atacar.

—Te lo diré una sola vez Fu Wen...– le dije y cerré mis puños con fuerza sin mirarlo —...no soy débil. –
Susurré y esquive su golpe.

—¡¿Qué diablos?! –
Dijo con molestia cuando su golpe no acertó y volteo rápidamente hacia mí.

Narrador Omnisciente

Daniella dió un salto hacia el centro de donde estaban luchando.

—Ni siquiera sabes quién soy y qué soy. –
Dijo Daniella con seriedad.

—¿A no? –
Le respondió Fu Wen.

Aunque realmente estaba más sorprendido que nada, nadie había hecho ese movimiento antes.

[¿Cómo fue que lo hizo?

Nadie había esquivado mis golpes tantas veces, soy el más veloz en mi manada.

¡Menos hacer ese movimiento! ]

—No, no lo sabes. –
Respondió Daniella con tranquilidad esperando el siguiente golpe.

Fu Wen la miró y sonrió con molestia.

—Se qué y quién eres, eres una simple loba que se cree Alfa y por eso piensa que es fuerte ¡un alfa se hace con las experiencias, no se nace solamente! –
Le gritó con enojo en su voz.

Daniella lo observó y suspiró después.

[Es un hombre complicado. ]

Pensó ella.

—Ataca, si no eres un cobarde. –
Le dijo ella para hacerlo enojar.

Fu Wen ni siquiera lo pensó, se lanzó hacia ella mientras se transformaba en el gran tigre de Bengala dando un rugido que puso los vellos de punta a muchos, excepto a la manada Magna. Ellos tenían un Alfa que daba más miedo enojada que un rugido de un Alfa felino.

Yun Wen se asustó, pero estaba más sorprendido que nada por como su Alfa ni siquiera se sobresalto por el rugido y el como podía hacer todos esos movimientos desconocido a sus ojos.