CAPITULO 9

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RECORDANDO

Narra Peter

Tengo miedo, miedo a que Daniella cambie. A qué me trate de manera diferente cuando crezca como alfa.

[Soy un omega extraño, no soy como los demás, no soy sumiso y obediente a cualquier petición de mi alfa.

Mi personalidad es demandante, fuerte, parecida a la de un alfa y eso es lo que me hace diferente y algunas veces difícil de tratar.

Por ello es que Lila y Ramón se acercaron a mi, por protección, sentirse protegidos por alguien al menos parecido a un alfa.

Por suerte Lila encontró a su mate, el Director de la universidad, Alberto Cortez, un ex alfa que nunca encontró a su pareja destinada en toda su vida, hasta ahora.

Pero Ramón no tuvo la misma suerte, Oliver quién era su pareja destinada ni si quiera lo rechazó, no lo reconoció como su mate y eso lo lastimó demasiado.

Oliver prefirió a otro Omega, me prefirió a mi a lo cual me negué rotundamente pero él no lo hizo y trato de hacerme suyo es decir que quiso hacerme su pareja, a lo cual me negué hasta que un día en la universidad pasó.

Por mi parte jamás me había enamorado, jamás había sentido el sentimiento llamado amor, gracias a Daniella ahora se sobre ese sentimiento.

Les temo a los alfas ya que su personalidad es muy posesiva, son celosos y mucho, son salvajes y solo miran por sí mismos, también son mandones ya que son alfas y siempre se sientes líderes a donde sea que vallan.

Pero ella es diferente, Daniella es tranquila, siempre piensa en el bienestar de los demás antes que el suyo, es líder cuando se necesita y siempre ve por los demás además de ser un poco posesiva conmigo, en realidad yo soy muy posesivo con ella y también celoso, ella solo lo es un poco. Salvaje es solo cuando está enojada, ella da miedito enojada pero sabe controlarse y sino yo estoy para tranquilizarla al igual que ella conmigo.

Pensándolo bien no debería de tenerle miedo a que se convierta en un alfa, ella no cambiará para mal.]

Ahora todos estamos reunidos en la sala de la casa, el tal Riro tiene a su esposa abrazada, una vampiresa y a su lado su pequeño lobo.

—Bien, ahora que todos nos hemos reunido puedes preguntar lo que quieras. –
Le dijo mi Daniella al tal Ramiro.

—Primeramente me gustaría saber lo que ocurrió cuando me fui, no volví a saber de ti hasta ahora a pesar de que llevaba buscándote un buen tiempo. –
Dijo el tal Ramiro.

—Dínoslo todo Daniella, desde que nos fuimos de la manada por favor. –
Pidió la vampiresa, la hermana de MI Daniella.


Narra Daniella

Riro y Elena me pidieron hablar sobre lo ocurrido cuando se fueron de la manada así que no me queda nada más que hablar.

—Bien...por dónde comienzo...

<<Cuando ambos se fueron las cosas en la manada se pusieron tensas, me di cuenta al igual que Anton que éramos mates, al principio era muy bueno conmigo pero de un día para otro dejó de tratarme bien o al menos a dirigirme la palabra.

Luego Anton comenzó a ponerse raro conmigo, me tratan bien y luego mal, cambiaba constantemente con su lobo y eso lo decían sus ojos al cambie color.

Luego de unos o dos días, no lo recuerdo bien, Anton me rechazo frente a todos quedé en vergüenza por su culpa además de quedar muy dolida.

No dure ni tres días así, antes de que anocheciera lo rechacé y lo deje al igual que a la manada, escapé de ahí adentrándome en el bosque y encontrando un lugar secreto, un lugar donde solo papá y los antiguos descendientes de la luna podían entrar...– Elena se me quedo viendo sorprendida. —...dure unos días ahí donde conocí a Rey y a Mark además de dos seres extraordinarios, a la Diosa Luna y al Dios Sol.

Al llegar la noche recordé que al siguiente día cumpliría 15 años recuerdo estar muy feliz por cumplirlos ya que no muchos omegas llegan a esa edad, pero al llegar la media noche ocurrió algo que me sorprendió a mí y a los que me rodeaban en ese momento. –
Mire detenidamente a todos los que estaba en la sala, solo Mark, Rey y Peter sabían sobre esta historia.

[Recordar mi pasado duele un poco, más mi cabeza ya que hace poco estos recuerdos llegaron a mí en una noche de luna nueva.

Espero y se lo tienen bien al saber más sobre mí y mi pasado. ]

—¿No me digas que...? –
Me preguntó Riro sorprendido al igual que el resto de mi manada.

—Mis huesos comenzaron a doler demasiado, todo mi cuerpo comenzó a arder ya saben, lo mismo que le pasa a cualquier lobo cuándo es su primer transformación solo que multiplicado por cien.

<<Recuerdo a Mark acercarse a mí, en ese entonces Mark solo era un espíritu del bosque oculto, pero gracias al poder de la Diosa Luna y un poco de mi sangre volvió a ser un hombre lobo.

Luego recuerdo que el dolor sesó unos segundos para dar paso a más sufrimiento hasta que me desmaye por tanto dolor.

Luego recuerdo despertar amarrada a un árbol con cadenas de plata y un ardor horrible en mi brazo derecho, además de ver frente a mí a la Diosa Luna agitada.

Por lo que ella me dijo me descontrolé y comencé a atacar todo a mi alrededor así que ella suprimió mi poder ya que era demasiado en un sello, por eso el ardor en mi brazo derecho.

Después de eso me di cuenta de que la plata no me daña, pero tampoco me daña lo que lástima a los vampiros.

Duramos un tiempo entrenado los dones que me fueron heredados por los antiguos descendientes y sus parejas.

Luego de mi transformación todo mejoro en mi vida, me enteré que la Diosa Luna era dueña de una empresa llamada NIRO, para luego dejarla a mi mando y al de Mark para luego viajar por el mundo entrenando para el control de mi fuerza y en el camino Mark encontró a su mate.

Mientras vivíamos en el hotel mandé a hacer esta mansión para mí manada, cuando estaba en proceso de construcción encontré a este par escondido en ella, así que se unieron a la pequeña manada.

Tiempo después de que entre a la universidad conocí a Cristal y se unió a nosotros, hasta que un día encontré a Peter, fue uno de los mejores momentos de mi vida.

Luego de un tiempo me encontré varias veces con Anton hasta que un día unos vampiros nos atacaron al igual que la manada Dark Night, me enteré que tenía un tua cantante, Eric Van Ewen, rey vampiro del norte quien venía por mi.

Todo termino con una amenaza mía hacia ambos, después de ese evento los Dioses del Olimpo me llevaron ante ellos, creí que me matarían y esa era su idea desde el principio pero no lo hicieron, así que regrese aquí para marcar a mi mate y seguir con mis responsabilidades como alfa, además de ir a la universidad y trabajar en mi empresa.

Eso es lo que me ha pasado en este tiempo si lo resumimos. –
Dí por terminada mi historia.

Riro y Elena me miraban asombrados, su pequeño se había dormido y la manada entera me miraba de igual manera.

—No puedo creerlo, no puedo creer por todo lo que pasaste hasta ahora. –
Me dice Elena.

—Fue un poco loco pero me tocó vivir así. –
Dije sonriendo.

—Espera...¿dijiste que eres dueña de las empresas NIRO? –
Me preguntó Riro pensativo.

—Mark y yo somos los dueños de todas las sucursales en el mundo. –
Dije y Mark asintió.

Riro se sorprendió.

—Yo ahí trabajo... –
Dijo Riro sorprendiendome.

Platicamos un poco más y luego todos juntos cenamos, les pedí que se unieron a la manada y gustosos aceptaron, poco a poco la manada Magna iba creciendo.

¿Dejarán de rechazarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora