¿Dejarán de rechazarme?

CAPITULO 33

EXTINTOS
PARTE 1
(MANADA CORTEZ)

Narrador Omnisciente

La manada Cortez, una de las numerosas y fuertes manadas en este tiempo al lado de la manada Magna.

A pesar que ésta tenía un número reducido de integrantes a comparación de la manada Cortez.

Liderada por un alfa sin luna, el alfa Cortez que pronto dará su puesto a su primogénito, quien lo a ayudado a liderar la manada como su mano derecha.

Aldair Cortez, bisabuelo de Alberto.

En estos momentos se encontraban en guerra contra la manada Dark Night, era fuerte pero no a tal nivel de derrotar a la manada Cortez y ahora más con ayuda de la manada Magna.

Pareciera que siempre los dioses se encontraban de su lado ya que junto a la manada Magna lograron evitar la guerra haciendo que la manada Magna hiciera alianza con la Dark Nigh.

Las décadas iban pasado velozmente y la manada Dark Nigh para proteger a los Magna y el descendiente de la Diosa Luna los ocultaron quedando la manada Magna desaparecida.

Las generaciones pasaban hasta que el poder llegó a manos de Alberto Cortez, quien tenía tiempo buscando a su luna mientras la manada Luna Llena buscaba erradicarlos en una lucha.

Narra Alberto

Aún sigue igual, pareciera que está lucha no tendrá fin.

Desde siempre las manada vecinas han querido terminar con mi manada, cada vez somos menos y el número ha reducido drásticamente estos últimos años ya que nuestra manada se está llendo a otras para sobrevivir a esta lucha.

Nuestro número baja y no se como ganar esta lucha sin más muertes.

—Esta es la realidad alfa, no es posible que ganemos así. –
Dijo una de mis mejores amigas de infancia antes de irse de la manada junto a su familia.

Poco a poco voy quedando solo, sea porque se van o por muertes quedan menos integrantes de la manada.

Al pasar los meses la manada Luna Llena logra terminar con los pocos integrantes que quedaban en mi manada y así apropiarse de los territorios que nos pertenecían.

[Los que se quedaron a mi lado fueron grandes guerreros que amaban a su manada, merecen el mayor respeto.

Lo siento padre, madre y abuelo, los he defraudado como alfa de la manada que tanto amaron.

No merezco ser un alfa, no merezco vivir. ]

Me torturaron hasta el cansancio y al ser un lobo con antepasados puros aún quedaba un poco de su pureza en mí sangre, logrando así que mis heridas sanaran más rápido que lo común.

—Este “alfa” no se ha doblegado aún a pesar de haber perdido todo, no habla y no súplica por su vida. Elizabeth haz tu parte y mátalo. –
Dijo el alfa de la manada Luna Llena mientras me encontraba encadenado y arrodillado a sus pies.

—Si mi alfa. –
Dijo Elizabeth, mi antigua mejor amiga.

—Por favor no lo hagas Liz...–
Le pedí mientras la miraba acercarse a mí.

—Debo hacerlo, me lo ordena mi alfa. –
Me dijo con pesar mientras comenzaba a recitar su conjuro hacia mí.

Ella era una hechicera, ella era mi beta.

—No te preocupes, vivirás y llevarás una vida normal olvidando esto. No dejaré que quedes con toda esta carga ya que yo también la llevo en mi espalda. –
Susurro logrando así terminar su conjuro y lanzándome hacia el bosque.