12.-Mereces algo mejor (Makia)

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Natalia Prov

No podía seguir viendo como la persona que amo es dañada por alguien que supuestamente la amaba, odiaba verla mal por aquel hombre tan imbécil que no se daba cuenta de la mujer tan hermosa que tenía a su lado, yo solo podía actuar como su mejor amiga, la tenía que consolar y ver como lloraba por ese idiota. ¡Ahh!, es que es tan doloroso ver como Sebastián Villalobos le rompía el corazón y yo no podía hacer nada, solo comportarme como su mejor amiga y no como en verdad me gustaria que estuvieramos, de novias. Makis vino a mi casa ayer en la noche a decirme que había vuelto con Sebastián por tercera vez en los últimos 2 años, yo con el corazón en la mano, tuve que sonreír falsamente para que no sospechara sobre mis sentimientos hacia ella. Hablamos un rato y vimos películas hasta casi las 11, a esa hora se fue a su casa y yo simplemente me subí a acostar ya que mañana tenemos clase a las 8 y tenia que madrugar.

Me levanté con pereza como era de costumbre para caminar a la ducha, demorando casi 15 minutos salí de allí con una toalla enredada en mi cuerpo y otra en el pelo, me puse un jean negro roto, una camiseta ombliguera blanca, vans negros y mi acompañante de siempre, mi chaqueta de cuero, me volví a dirigir al baño para hacer las ondas que normalmente traía, tome mi maleta y baje las escaleras de la gran casa, casa la cual siempre estaba vacía, mi madre viajaba mucho ya que era corredora de bolsa y mi padre era arquitecto, casi nunca estaban allí así que ya me había acostumbrado a siempre estar sola.

Me dirigí a la cocina y prepare un café negro para llevar al colegio, tomé una manzana para salir de mi casa con las llaves de la moto en la mano izquierda, me monte en ella para ponerme el casco, salí del garaje y cerré el portón mirando mi reloj eran las 7:30, me encamine a la casa de María José Garzón como ya era costumbre para mi, la razón, se había convertido en una gran amiga, aunque ella quiera ser algo más, era de las pocas personas que sabía lo que sentía por Makis y me había apoyado como nunca, al llegar a su casa me baje aun con el casco puesto para tocar la puerta de su casa, ella salió vestida con un jean claro, una camisa blanca con el logo de Gucci y su maleta blanca de Calvin Klein, se sorprendió al verme con el casco puesto asi que solo le hice una señal para que se montara a la moto, no tenia humor así que solo se puso el otro casco y espero a que se conectaran los intercomunicadores de su casco con el mio.

-Que humor Afanador, ¿Makis no te dio anoche o que?- preguntó con risa, solo bufe, no me había parecido graciosa su bromita, al ver mi reacción solo suspiro y abrazo mi cintura en señal de que podría arrancar la moto, con rapidez lo hice, logrando que el aire pegara en mi dejando que toda el malestar que tenía se fuera de mi cuerpo, llegamos al colegio en 10 minutos, estacionando la moto en mi lugar habitual, recibiendo miradas de todos, ser la Chica Mala, al principio me molestaba pero ya me había acostumbrado, Poche soltó mi cintura para bajarse de la moto, dejo el casco en la parte de atrás, yo no demore en copiar su acción me quite el casco y organice mi cabello, mientras veía de reojo a Maria José quien estaba peinando su cabello en una coleta por encima de las orejas, tomó su maleta y sin siquiera despedirse empezó a caminar hacia la entrada del colegio, moví mis ojos en señal de frustración, mi yo anterior hubiera dejado que se fuera y no le hubiera importado, pero Poché se había convertido en una persona muy importante y lo último que quería era pelear con ella, así que tomé su mano antes de que se alejara mucho y la pegue a mi, puse una de mis manos en su cintura y acaricie su mejilla con la otra.

-Perdoname, no es tu culpa que Makis no se fije en mi, solo que me choca saber que volvió con Villalobos- dije mirándola a los ojos, esos ojos tan hermosos, pero igualmente no superan los de Makis, ¿Por qué simplemente no podía enamorarme de alguien como Poché?, digo, para que mi corazoncito no saliera tan lastimado, ella solo abrió su boca en señal de que había quedado sorprendida de saber que Makis había regresado con Sebastián.

One Shots (Ventino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora