Prólogo. (Reencuentro Inminente.)

392 25 9
                                    

Lauren:

Nadie sabía, y nadie nunca sabría lo que pasó en ese entonces, nadie lo sabría porque era el único recuerdo lindo que no quería que mancharan jamás. No, tampoco era que me avergonzara, de hecho, en esa etapa de mi vida fue la primera vez que me sentí real, que me sentí yo misma, pero, no era la única involucrada en esto; yo no me avergonzaba de lo pasado, pero ella sí, o eso me dejó entrever cuando, entre lágrimas, me pidió que no dijera nada, que no arruinara lo bueno que podíamos hacer en el grupo, que respetáramos las condiciones de nuestro contrato.

La había amado intensamente, tanto, que me pareció irrisorio el hecho de que nunca pude decirlo en voz alta, me parecía una burla que ese amor solo quedara reducido a susurros, a roces de manos escondidos, a abrazos mientras todos dormían; me parecía ridículo, que siempre nos escondiéramos como si mamá nos fuese a regañar, me parecía una falta de respeto que nuestras miradas siempre estuvieran condenadas a encontrarse de lejos.

Sé que en muchos sentido la había cagado, porque había intentado apagar ese amor en una relación que jamás fue propia de mí, que nunca me había llenado o me había hecho feliz. Finalmente tuve que admitir, que solo era una excusa para no decir que la amaba, que la seguía amando.

La amaba tanto, que la odiaba, la odiaba por haberme roto, por haberme hecho trizas el corazón, por dejarme sola y desamparada, por arrancarme los sentimientos desde el fondo de pecho, la odiaba por ser una cobarde, por no saber luchar. La amaba tanto, que por las noches seguía llorando cuando despertaba sola, cuando descubría que ella me había dejado hace mucho años atrás y que después de eso, todo se había derrumbado.

Pero, antes de comenzar esta historia, creo que es preciso aclarar algo importante. Desde la separación de Fifth Harmony, y mucho antes que eso, desde que Camila Cabello salió del grupo, que nuestra relación se había roto, y desde entonces, por una u otra razón, ella o yo habíamos hecho lo posible para evitar ese reencuentro. Creo que es porque teníamos claro que el simple cruce de palabras nos desarmaría y derribaría por completo todas las murallas que protegían ese par de corazones tercos que se negaban a soltarse.

-¿Lauren? ¿Me estás escuchando? - El productor del programa me miraba con una falsa sonrisa, él sabía que no le estaba prestando atención algunas. - Necesito que prestes atención a las condiciones del contrato de esta gira promocional.

-¿Quiénes van? - Pregunté evitando sus advertencias.

-Eso no importa ahora. - Ese hombre estaba perdiendo la paciencia conmigo y eso me divertía. - Necesito que me prestes atención porque luego de que digas que aceptas, no habrá vuelta atrás, tendrás que cumplir hasta el último día del año especificado en el contrato.

-¿Va alguien que no conozca? - Le di esa sonrisa burlona y poco sincera solo para hacerlo enojar un poco más.

Juro que sentí sus dientes rechinar. - ¡Eso no es relevante Jauregui! - La mano impactó en la mesa como si de esa manera cortara mis burlas hacia él. - Necesito que terminemos con esto.

-Para mí si es importante. - Con desinterés inspeccioné mis uñas. - Quiero saber si habrá alguien nuevo para recrear la vista.

-¡Muy bien, se acabó Jauregui! - Bramó completamente fuera de sí. - Te leí gran parte del contrato, solo me falta informarte que de aceptar te debes embarcar la próxima semana e ir a un hotel de Miami donde estarán todos los rostros de la gira, específicamente el martes a medio día debes estar allá. - De manera furiosa sacó un bolígrafo frente a mis ojos. -¿Firmas o no?

Creo que recién en ese momento me arrepentí de haber jugado con él durante tanto tiempo, quizás de verdad debí escuchar algo de lo que dijo, porque ahora no sabía qué demonios responder.

One Shots (Ventino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora