32.- Un puñal que tiene escrito "No" P.2 (Naca)

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Si no recuerdas de que trata la primera parte, es el OS 15

Un año había pasado desde que Natalia había huido de Bogotá dejando atrás a todo y a todos los que amaba, simplemente se había hecho humo entre un sinfín de personas, un año desde que Camila Esguerra no sabía nada de ella; había intentado reparar las cosas con Juliana, razón por la que Natalia había decidido irse, pero el peso del pasado había sido más grande, había sido más cruel y simplemente había hecho que Camila Esguerra estuviera sola lamentándose en medio de su departamento, lamentándose por el hecho de haber perdido a la persona que más la había amado y solo por resistirse a aceptar que su primer amor no había sido el más grande, y que ya había terminado.

—¿Algún día saldrás de acá? — Makis había entrado abriendo las ventanas y sacando la botella de vino que probablemente se había bebido la noche anterior, la pequeña había regresado a Bogotá luego de dos meses de viaje con Natalia, cuando supo que Camila había roto completamente su relación con Juliana.

—No tengo ganas.

—Camila, tienes que volver a tu trabajo, ver los temas de tu próximo lanzamiento. — Makis ya se estaba enojando por ver que la chica únicamente había salido cuando sus amigas la sacaban a rastras de su departamento. —No te puedes quedar aquí bebiendo y escondida hasta que te mueras o algo por estilo.

—Si puedo — Camila ni siquiera se había preocupado de moverse o algo por el estilo — De todos modos, ya nadie me extraña.

—No seas idiota Camila, tienes gente que te quiere todavía.

—Pero no tengo a la persona que de verdad quiero Makis.

—¡FUE POR TU MALDITA CULPA ESGUERRA! ¡ELLA TAMBIÉN ESTÁ SUFRIENDO, PERO NO SE QUEDÓ SENTADA VIENDO COMO LA VIDA SE LE PASABA POR DELANTE! ¡POR LO MENOS ELLA SE HA DEDICADO A VIAJAR! — Makis, en su rabia había revelado algo que no debía, pero ni siquiera pudo controlarse.

—¡¿Viajar a donde Makis?! — Camila omitió por completo el hecho de que Makis le hubiese culpado por completo por la huida de Natalia.

—¿Qué?

—No te hagas la idiota Makis, dijiste que Natalia no se había quedado viendo como la vida se le pasaba. — La pelirroja se había puesto de pie, tomando a su amiga con fuerza por los hombros. — ¿Dónde está? ¡Quiero que me digas donde está en este momento?

Makis había quedado de una pieza, la había cagado a lo grande; es verdad que ella había mantenido comunicación con la castaña, de hecho, hablaban todas las noches, la chica le contaba sus aventuras vividas en un país extranjero, mientras que ella le contaba de los avances obtenidos con sus sucursales de pastelería, nada que una mejor amiga no haría, sin embargo, se supone que no debería haber dicho nada con respecto a eso frente a Camila Esguerra, la chica que le había roto el corazón.

—Yo...yo... es que...no. — Makis sabía que no podía revelar ese secreto, sabía que no podía traicionar a Natalia.

—¡No divagues maldita sea, no lo hagas!

—No te lo ... lo puedo decir. — Makis bajó la cabeza intentando huir de la desesperada mirada que tenía Camila Esguerra en estos momentos.

—Si puedes, Makia, solo debes decirme donde está.

—No le puedo hacer esto a Natalia, ella confía en mí.

—Yo también confío en ti Makis, — Camila no sabía cómo explicar todo, no sabía cómo dejarle saber a la pequeña lo mucho que necesitaba a Natalia. — Nos íbamos a casar Makis, estábamos frente al altar y ella huyó creyendo que no la amaba, cuando en realidad, lo único que quería era a ella, amo a Natalia como jamás he amado, solo que no lo supe hasta que ya no la tuve más, necesito que ella sepa que la amo.

One Shots (Ventino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora