Personajes:
Perséfone: Makis De Angulo.
Hades: Natalia Afanador.
Zeus: Juancho Muñoz.
Poseidón: Olga Vives.
Afrodita: Juliana Pérez.
Atenea: Camila Esguerra.
Deméter: Poché Garzón.
Hestia: Daniela Calle.
(Antes de leer, intenten recordar quienes son los asignados a los nombres griegos, porque en algunas ocasiones se les identificará así.)
Hades (Natalia):
¿Qué tan desdichada podía ser una diosa del olimpo? Quizás si fueras alguno de mis hermanos, la respuesta sería, para nada desdichados, si hablamos de mí, la respuesta es demasiado desdichada. Ser la diosa del inframundo, la dueña de las almas perdidas y portadora de la perdición tenía sus puntos en contra, como por ejemplo, estar completamente sola en el gran dominio del mundo bajo.
Nunca había sentido nada de lo bueno que experimentan los mortales, tampoco había sido protagonista de alguna eufórica alabanza como lo eran mis hermanos; decir que era la protagonista del miedo, era poco y por eso, mi vida era desdichada.
Mi vida se había limitado a un completo aislamiento, limitándome a recorrer los bastos territorios que me pertenecían, yendo y viniendo desde la cueva del Cerbero, hasta el pozo de las almas perdidas; veía correr el río de los condenados y terminaba por el trono sobre el abismo para contemplar cuan solo solo se sentía solo.
En pocas ocasiones me permitía a salir, quizás porque tenía miedo de que las personas, incluso los dioses me siguieran rechazando. Ahora no tenía opción alguna, Juancho, o como todos lo conocían, Zeus, había organizado una recepción para festejar no sé que mierda insulsa. Él era el rey del olimpo, así que todos tenemos acatar.
—Miren, si es la cara de amargada. — Jodió alguien justo en el momento en que traspasaba la entrada al olimpo. — ¿Podías poner una cara más agradable para mostrarle a los invitados?
Gruñí por lo bajo. — No es mi fiesta, Afrodita. — Vociferé de mala gana. — Es de Zeus, yo no tengo porque ser alguien agradable en esta mierda.
—¡Cuanta frialdad! — Se burló nuevamente. — ¿Ahora me llamas por el nombre que me conocen los mortales? — Bromeó con la mano en el pecho, simulando una gran ofensa de mi parte. — Haces eso cuando ambas sabemos que hay historia. — Susurró pegándose en mi cuerpo mientras susurraba en mi oído. — Ambas sabemos que te mueres por volver a tocarme.
Eso era para ella, la chica que se la llevaba a la cama en medio del inframundo, que miraba como idiota como todos caían a su encanto de amor y se sometían a hasta el punto de ser simples perros fieles tras la diosa del amor. Irónico ¿no?, ella lo que menos tenía era amor, ella solo tenía esclavos del placer.
Tomé con fuerza su muñeca, apartando la mano que serpentea en dirección a mi pantalón. La miré con rabia, incluso podría apostar que había algo de odio en mis ojos.
—Tienes razón, Juliana. — Bufé dando un empujón para que se apartara de mí. — No eres digna de que te llame por el nombre de diosa cuando actúas como una vil mortal. — Con brusquedad tomé un trago de la bandeja de la ninfa que pasaba por mi lado. — Así que aléjate de mi de una vez.
—¿De verdad estás rechazando a la diosa del amor?
—Estoy rechazando a una mujer malvada. —Bufé. — Apártate de mi vista, maldita bruja.
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One Shots (Ventino)
Fiksi PenggemarComo ya lo dije, este libro de One Shots será escrito en conjunto con ustedes, así que no duden de pedir sus ships favoritos o del que les gustaría que escribiéramos, este es un libro de Ventino y quien ustedes quieran, esperamos les gusten.