31.- Aquellos años P.2 (Naca)

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Natalia había conseguido un trabajo estable, por fin, luego de casi un año huyendo, había encontrado un lugar donde establecerse, por fin había encontrado un lugar donde no habían empleados de Camila Esguerra, mucho menos algún buen amigo que le pudiera decir el paradero de su "novia".

Porque las cosas sucedieron así, luego de que la más alta se entregara a Camila nuevamente, se marchó porque creyó que sería lo mejor para que la pelirroja rehiciera su vida, se olvidara de su existencia y curara sus heridas, porque ese día que habían estado juntas, Natalia había comprobado que en realidad nunca podría desprenderse del recuerdo de Camila Esguerra, en realidad, nunca la superaría. Cuando supo que la estaban buscando, juntó todos sus ahorros y emprendió la marcha hacia un lugar desconocido. solo supo que estaba yendo hacia el norte, esperando que nada en la vida volviera a atravesarle por el frente a Camila Esguerra. Algunas veces se había encontrado con personas que la buscaban, símbolo de que debía salir de ese lugar, hasta que se encontró en las costas del norte del país.

—Nati, tenemos que enviar un pedido a Bogotá, ¿Puedes hacer un conjunto de la mejores telas? — pidió su compañera.

Makis había encontrado a la muchacha pidiendo trabajo en una pastelería, vio que la muchacha sabía mucho sobre moda y la llevó a su empresa para probar suerte; ya hacía un mes de eso y Natalia se había convertido en su mano derecha y en una de sus mejores amigas.

—Voy, déjame terminar el diseño del vestido y lo hago.

—Gracias querida.

—No hay de qué.

Makis estaba contenta, con la experiencia de Natalia, su empresa había tomado forma y prestigio, la muchacha habían sido una de sus mejores adquisiciones.

—Pidieron tonos fuertes, no lo olvides.

—Sabes que no lo olvido, puedes decirle a Olgui que empiece con la selección, así optimizamos el tiempo.

—Ya me pongo en eso.

La rubia había aparecido en la escena con su mejor sonrisa, esa que iluminaba el lugar, ella era una de las mejores amigas de Makis, es de esas amistades que duran años sin romperse y solo crecen con los mil obstáculos que se le podían presentar, es por eso por lo que la rubia sabía con claridad que a Makis le gustaba Natalia, un pequeño flechazo que había surgido a los pocos días de conocerse.

—Chicas. — Makis, esta vez venía dispuesta a ganar un poco de terreno con la chica de cabellos castaños. — ¿Les parece si esta noche vamos a celebrar las excelentes notas de Nati y que el negocio está creciendo? Abrieron un nuevo bar en el centro, dijeron que esta noche la animación es única.

—Makis, no creo que me pueda dar...

Makis simplemente no estaba preparada para recibir un no como respuesta, así que la cortó antes de que continuara. — Nati, no todo puede ser trabajo o universidad, también está permitido divertirse, además, te estoy invitando.

—Apoyo a Makis, Nati te estás estrujando entre el trabajo y la universidad, debes divertirte un poco. — Olga solo lo hacía para ayudar a su amiga.

—Está bien, pero primero debemos hacer ese maldito pedido, no pienso dejar algo inconcluso por salir a divertirme. — Natalia era la menor de ellas dos, increíblemente, era la más madura de ambas, quizás iba en lo esforzada que había sido su vida.

—Está bien, terminando el pedido nos vamos a casa, luego nos encontramos en la entrada del local, yo les enviaré la dirección. — Makis estaba feliz, sabía que en ese momento tendría una oportunidad de aventurarse a intentar algo con la graciosa castaña que se movía de un lado para otro intentando obtener el pedido que se había solicitado.

One Shots (Ventino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora