Natalia Prov
Duele saber que la persona que amas es aquella que más daño te hace, aquella que te ve solo como un objeto sexual, ver que te enamoró por medio de caricias, palabras, abrazos y besos, pero que es algo que muestra para su propio beneficio, ese ser humano dulce y tierno en el colegio es tan solo una máscara para los demás, dentro es solo un monstruo al cual le tengo miedo pero aun así amo. Porque la amo con locura de alguna forma no me molesta que sea así, ya que me prende su personalidad, tan tosca a veces, tan provocadoramente femenina. Pero habían cosas que me lastimaba de sobre manera, sus celos enfermizos, ella juega futbol y yo era la que la iba a ver practicar, recuerdo que en uno de esos ensayos llegué un poco tarde por que el profesor de química, David, me necesitaba para preguntarme sobre el proyecto de fin de año, cuando llegué la vi muy pegada a Daniela Calle, una chica que era más hueca y plástica que barbie, así que un día le pregunte que si entraba al equipo de porrista ella simplemente sin prestarme el mínimo de atención me dijo que hiciera lo que quisiera, y simplemente se fue, pero cuando entré al equipo me prohibió andar con aquel traje en el colegio, solo podía en el momento del ensayo, eso ella me lo había dicho por que según ella todos los hombre y mujeres me iban a desear y mirarían lo que le pertenecía.
Todo comenzó con solo un beso, toda nuestra historia comenzó con un pequeño contacto y eso con llevo a que nuestra relación iniciara ese mismo año tan solo unos meses después, en mi primer año de preparatoria.
Flashback
Hoy era mi primer día en la preparatoria, eso hacía referencia a que solo faltaban unos años para que fuéramos libre en totalidad. No era una persona social, en la secundaria mi grupo de amigos siempre estaba basado por los mismos: Olga Lucia Vives, Paula Galindo, Camila Esguerra, Sebastián Villalobos, Santiago Benavides y mi mejor amiga Makis De Angulo. Llegue en mi auto, ya que mi cumpleaños iba a ser muy pronto por lo cual fue un regalo adelantado por parte de mis padres, bajé con apresuro, como era raro en mí, iba tarde, camine o prácticamente corrí hacia la oficina del director como mi madre me había indicado en la mañana, estaba tan metida en mis pensamientos que sin querer choque con una chica, un poco más baja que yo, tenía un uniforme pegado a su cuerpo, aquella chica era jugadora de futbol. Cuando choque logre que mi casi caída hiciera tambalear a otra chica que sacaba algunas cosas de su casillero, por inercia solté las cosas que tenía en las manos, para que estas se dirigieran a su cintura, yo que no quería que ella cayera y por lógica yo tampoco, sus ojos chocaron con los míos... Wow que ojos tan espectaculares era de un color verde aceituna muy intenso, sintiendo que mi alma era penetrada por su mirada, sin esperarlo su manos también se dirigieron a mis antebrazos, nuestras respiraciones estaban tan mezcladas que lo único que podía pensar con claridad era que quería besarla, sus labios llamaban a gritos los míos, sus ojos mostraron interés y deseo, mientras que los míos se había enamoramiento ciego por ella.
- Que pena, no me fije- dije acercándome un poco más a sus labios sin llegar a rozarlos. Si nos besábamos iba a ser iniciativa de ella, no mía.
-No te preocupes princesa, que a cualquier persona le puede pasar, bonita- sus labios rozaban los míos en cada palabra que ella decía. Mis mejillas se tornaron de un color carmesí, haciendo que bajara la cabeza para ocultar mi nerviosismo, parece que le molesto mi acción porque ella solo tomó mi mentón para que no tuviera forma de escapar de su mirada, sus ojos fueron a mis labios, aquella mujer de pelo azul me había enamorado por completo, ella no espero más, tomo con seguridad mi mejilla y unió nuestro labios en un beso suave y tranquilo, algo que se había hecho tan deseado, algo que por fin tenía, porque debo admitir, que yo me había enamorado de esa chica hace casi un año, el problema es que nunca se lo había dicho.
Cuando nos separamos, ella siguió con su rutina normal logrando que mi amor por ella solo creciera en mi pecho, una chica de la cual no sabía ni su nombre, porque jamás me había atrevido a preguntarlo. Estaba decidida a pedirle que fuera mi novia costara lo que costara, porque lo único que quería era que aquella ardiente chica fuera mi novia, lo que no sabía era que lograr aquel objetivo me iba a condenar de la manera más cruel, porque ella tenía una solo regla, una regla la cual conocí mucho después, la regla de simplemente MIA.
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One Shots (Ventino)
Fiksi PenggemarComo ya lo dije, este libro de One Shots será escrito en conjunto con ustedes, así que no duden de pedir sus ships favoritos o del que les gustaría que escribiéramos, este es un libro de Ventino y quien ustedes quieran, esperamos les gusten.