17.- La Odiosa Cantante (Julkis)

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Juliana Prov:

Me vine a estudiar con mi mejor amiga, a ambas nos gustaba el teatro musical, así que simplemente tomé a Camila Esguerra y me la traje a vivir conmigo al centro de Miami, a eso de un año, nos ganamos una beca que cubría gran parte de nuestros gastos, así que el dinero que nos enviaban nuestros padres servía para pagar el alquiler y salir de fiesta, de vez en cuando, nada que afectara nuestras notas. Ahora literalmente me estaban arrastrando hacia uno de los clubs exclusivos del centro de Miami, porque mi mejor amiga había escuchado un rumor sobre que una de sus cantantes favoritas venía a una presentación privada. M&N eran dos chicas que cantaban impresionante, pero que eran un poco escandalosas, por eso es que a mí no me gustaban mucho, era de esas chicas que creían que todo el mundo quería algo de ellas, que todo el mundo giraba con respecto a ellas, siempre se veían envueltas en escándalos. Por eso mismo también es que nunca dieron sus nombres reales, eran realmente odiosas.

- ¿Puedes quitar esa cara de culo Juliana? - me pregunta mi amiga al ver mi poca emoción por esta fiesta.

-Yo no quería venir - me defiendo rápidamente, pero mi amiga la loca, simplemente me arrastra hacia el interior, dejándome claro que no tenía ninguna opción, maldita suerte la mía.

-Pero ya valiste, estás acá, viniste por ser mi mejor amiga y ahora más te vale cambiar la cara de mierda que te traes porque de aquí no te vas sin que yo me aburra primero - maldita idiota, si no la quisiera la haría mierda a patadas por el trasero.

-Prepárate porque pienso embriagarme hasta que mis piernas simplemente no funcionen - le sigo simplemente entrando para perderme en un mar de gente, la dejo sola en su locura por ese par de cantantes locas y engreídas, yo me voy a beber, el primer trago, es por esa imbécil que me engaño, el segundo es por mi perro que se perdió, el tercero es porque un buen amigo se enamoró de mí y no le puedo corresponder, el cuarto ya ni sabía porque lo bebía, solo lo bebí porque mis pies estaban un poco torpe, así mismo pasa con el quinto, sexto y séptimo, hasta que vuelvo a darme cuenta que mis pies están muy torpes y que si me quedo ahí probablemente termine en la cama de alguien.

Decido salir a paso torpe de ese local, intentando hacerlo por la puerta trasera para que nadie me vea, pero solo me gano un fuerte y lindo portazo en la frente.

-Mierda, ya mataste a alguien, idiota, idiota -dice una chica alta de pelo largo a otra más pequeña, ella sostiene sorprendida la puerta.

-Natalia, ya las cague, ella no se mueve, de seguro la aturdí - la más pequeña simplemente se arrodilla para sostener mi cabeza, mirándome asustada, ya no sé más de mí, solo me desmayo, dejándome ir por los montones de alcohol que me consumieron a esas horas.

A la mañana siguiente:

-Mierda, mi cabeza- replico al sentir el sol pegándome de lleno en la cara, como odiaba la resaca.

-Hasta que despiertas - escucho una tierna voz a mi lado, eso hace que mis ojos se abran desmesuradamente, solo por el hecho de pensar que quizás me metí con alguien anoche, lentamente empiezo a dar vuelta mi rostro para ver a esa chica de apariencia tierna, pequeña, cabello castaño, ojos achinados porque se está riendo, es la cantante que se presentaba anoche en el club que quería ir Camila, ella me miraba de manera inquisitiva.

- ¿Qué hago acá? - quedo completamente espantada por la posibilidad de haberme involucrado con ella, sería un contratiempo bastante grande.

-No te preocupes, no pasó nada de lo que quizás estás pensando, ayer sin querer te golpee con la puerta del club y tú ya estabas un poco ebria, así que simplemente te desmayaste en medio de ese callejón, así que te traje acá para esperar que te despertaras - eso me enterneció, quizás ella no era tan desagradable como aparentaba en sus entrevistas, quizás era más humana que esa niña caprichosa que se mostraba en cada uno de sus shows, pero tenía que abrir su bocota nuevamente - Tenía que asegurarme de que firmaras un contrato de confidencialidad y una declaración de que esto fue un accidente, no me gustaría que el día de mañana salieras en la televisión diciendo que te agredí o algo por el estilo.

One Shots (Ventino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora