One Shots (Ventino)

26.- Cuándo Agosto era 21. (Jutalia)

20 de Agosto, 2019 - 11:30 horas.

Natalia Afanador podía sentir el miedo calar en sus huesos, nunca pensó en llegar a estas instancias y casi de manera inconsciente estaba rezando porque algún evento fortuito la hiciera retroceder, quizás podría quemarse el lugar, quizás la mujer con la que había hecho el contacto se reportara enferma, quizás llegaran sus amigas, quizás llegara ella para pedirle que no lo hiciera, pero mientras más pasaban los minutos, más se había empezado a convencer que ningún infortunio increíblemente beneficioso la detendría de entrar a ese lugar.

-Muy bien Afanador - se dijo a sí misma, solo con ese pequeño afán de encontrar los ánimos que le faltaban.

-Tú te metiste en esto, tú te tienes que sacar - terminó de "reprenderse" para comenzar a caminar hacia ese sombrío, pero muy recomendado lugar.

- ¿Eres la niña Afanador? - preguntó una señora de cabellos canos, manos temblorosas y rostro cálido, una que definitivamente no le daba confianza a Natalia.

-S....sí, soy yo - susurró ella tan bajo que, si el eco no fuese excelente, la anciana nunca habría escuchado sus palabras.

-Cariño ¿Estás segura de esto? ¿Estás segura de lo que harás?

La mujer preguntó con la mayor dulzura del mundo, ella sabía que esto era una decisión difícil, también era consciente gracias a sus muchos años de experiencia, que una mujer que se presentaba a ese edificio con tanta inseguridad, pronto se arrepentía e intentaba bajo todos los medios, revertir lo que ya era imposible de deshacer.

-Lo... lo estoy, no puedo continuar... así - respondió Natalia bajando la cabeza para que la mujer no viera la duda en sus ojos.

Ella no estaba segura, en efecto esto fue algo que nunca pensó en hacer, tampoco pensó que estaría pasando por una situación así, ella pensaba que cuando le dieran una noticia así, sería porque estaba planeado, porque tenía recursos, porque quería hacerlo y por sobre todo, que ella estaría para apoyarla, Juliana Pérez, la chica de la que estaba enamorada desde que tenía uso de razón; atípicas a todo lo que creía, ella la había cagado, había actuado por los celos y por la rabia, teniendo consecuencias potencialmente catastróficas para todo lo que significaba tener "un futuro", pero por sobre todo, era uno de los elementos discordantes en su plan de conquistar a Juliana, siendo invadida hace días, por el miedo al rechazo, por el miedo a quedarse completamente sola, es por eso, que simplemente cerró la boca y guardó para sí misma ese pequeño secreto que pronto saldría a la luz.

-Te lo vuelvo a preguntar cariño ¿Estás segura de lo que harás? Porque después de que crucemos por esas puertas ya no habrá marcha atrás - la anciana tomó las manos de la muchacha, podía ver a leguas que la pequeña tenía miedo, y si lo tenía, es porque dudaba, quería que la chica se volviera sobre sus pasos y simplemente, se lo pensara mejor.

-Si, estoy segura.

-Como quieras cariño, yo lo intenté.

-Si vine fue porque estaba segura - exclamó con algo de recelo Natalia, sabía claramente, que si seguía con esos cuestionamientos terminaría por arrepentirse, algo que no quería.

-Vamos, sígueme, hay que prepararse.

Natalia tomó una profunda respiración y con los puños apretados emprendió el camino hacia donde la mujer la guiaba, su corazón latía como un loco, algo le decía que esto no saldría del todo bien, algo le decía que no saldría ilesa de esa maldita sala.

15 de Marzo, 2017.

Con ella todo era así, inesperado, se conocían de toda la vida, y ni siquiera con tantos años de saberle su amiga, había podido anticipar su siguiente movimiento, aun así no le importaba, estaba dispuesta a seguirla en todas sus locuras con el mayor de los gustos, algunas veces (todo el tiempo) nada terminaba como esperaban, pero la experiencia era lo que valía la pena, por eso, cuando Juliana las arrastró a un club nocturno a las afueras de la ciudad en aquel miércoles de marzo, Natalia no dijo nada más que "hagámoslo" incluso ayudó a convencer a los 3/5 restantes de su grupo.