Mía P.2 (Natalia x Poché)

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Natalia Prov:

Suave, eso era lo que pasaba por mi mente en estos instantes, suave era la manera en la que Mario me besaba, probablemente temeroso de hacerme daño, suave era la manera en la que sus manos paseaban por mi cintura, atrayéndome a él de manera dulce, suave era la manera en la que su lengua entraba en mi boca, suave era la manera en la que su respiración calentaba mi mejilla y me gustaba, me gustaba que por fin alguien me tratara con suavidad, que me trataran con ternura, hasta que simplemente se separó de mi con la respiración agitada, dejándome confundida.

-Natalia, Nati, por favor no me hagas esto - su voz parecía temblar y yo no comprendía, solo supe que él apretaba fuertemente los ojos, parecía frustrado, solo me acerqué para darle suaves caricias en la mejilla, se veía vulnerable.

- ¿Qué pasa Mario? - él se entrega a mis caricias, cierra los ojos dejando que mi pulgar pasar por mi mejilla, lo siento relajarse bajo ese simple toque.

-Yo sé que la amas ¿Sí? Pero yo también lo hago, aunque no quiero que hagas esto, no quiero ser esa persona a la que vienes para consolarte, Natalia yo quiero darte algo más, quiero demostrarte lo que es ternura, lo que es que alguien te ame, quiero que me dejes demostrarte que hay más personas que ella, personas que te pueden amar de verdad - eso me deja en blanco, él de verdad me quiere, de verdad quiere protegerme, él me dará todo lo que Poché siempre me ha negado y quiero tenerlo, pienso olvidar a Poché en los brazos de Mario.

-Y yo quiero que me lo des - Mario me mira con los ojos abiertos, así que vuelvo a tomar sus mejillas para guiar sus labios hacia los míos, besándolos con suavidad, con esa suavidad que te hace sentirte protegido, sus manos empezaron a vagar suavemente por mi espalda, removiendo la tela, haciéndome sentir el calor de sus manos, el beso volviéndose intenso no dejo de ser suave, porque Mario recorría mi boca con pasión y entrega, pero también me hacía disfrutarlo. Sus manos fueron a mis muslos para alzarme contra su cuerpo, llevándome a no sé dónde, pues mis ojos estaban cerrados, solo centrándome en lo bien que me sentía y en desordenar su cabello, disfrutando de sentirlo temblar cada vez que succionaba su lengua para tenerla apresada entre mis dientes.

-Si esto es un sueño, por favor no me despiertes - susurra mientras me recuesta en la cama desarmada, siento como sus labios empiezan a trazar un delicado camino por mi mandíbula, sacando el pelo que cubría mi cuello para empezar a besarlo, hasta que se detuvo, mirándome con incredulidad.

- ¿Qué pasa? - mis manos siguen fijas en su cabello, sus ojos están en mi cuello, con algo de culpa en ellos.

-Poché es un animal, no entiendo cómo es que te puede hacer daño de esa manera -ahí caigo en cuenta que tengo unos cuantos moretones en el vientre, gracias a un ataque de celos de Poché días antes, además de tener las marcas rojizas y moradas de las mordidas que me dio mientras básicamente abusaba de mi hace unas horas.

-No las veas, por favor, si lo haces solo me recordaras lo que me hizo esta noche, solo me recordaras todo lo que me ha hecho durante este tiempo y no quiero recordarla, no quiero porque me duele mucho - siento como aprieta sus puños, quizás impaciente y frustrado por el hecho de que no puede golpear a Poché, pues él no es así, sé que no le pondría un dedo encima a ninguna mujer, aunque esta fuera una animal como lo es ella.

-Prometo amarte y besarte por cada herida y cada moretón que te ha dejado esa bestia - esta vez vuelve a bajar, solo dejándome un rápido beso en los labios, para después darme suaves besos en mi cuello, dándole especial atención a ese morado que se manifestaba potente en mi cuello, pasa su lengua suavemente haciéndome soltar un suave jadeo, sus manos van subiendo por mi vientre, levantando la blusa con delicadeza, hasta que simplemente la saca, retirándose un poco para poder mirarme.

One Shots (Ventino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora